|Capítulo 16|

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Yuri estaba impacientándose y sus amigos lo notaron. No era difícil hacerlo ya que movía sin parar su pie derecho y tenía los brazos cruzados mientras miraba a la nada. Para todos los que le rodeaban, simplemente lo calificaron como nervios. Sin embargo poco sabían ellos que Yuri no perdía los concentración en una batalla. Solo que la paciencia no era una de sus virtudes y Mavis ya se estaba tardando. Hasta que el sonido de unos arbustos moviéndose alertaron su presencia.
_Lo siento por la tardanza_se disculpó ella apresurada. Sus mejillas cobraron un tono rosa por la vergüenza al ser la única que llegaba tarde.
_¿Qué mierda estabas haciendo para demorarte tanto?_cuestionó enojado y borde Yuri. Mavis lo miró asombrada y dolida al ver como ese trato cruel por parte del rubio fue dirigido a ella.
Warrod al ver la expresión de dolor que cruzó por el rostro de su amiga pero que después ocultó hizo que él golpeara en el hombro a Yuri indicándole su malestar. Todos observaban en silencio el horrible carácter del rubio entrando en acción. Yuri al comprender el mal trato decidió disculparse con ella pero en ese instante se escuchó un poderoso estruendo proveniente de la ciudad. Ese era la señal, Precht provocó una explosión en la instalación que ocupaban los integrantes de Blue Skull.
_Vamos, es hora_habló Zane esta vez interrumpiendo a su hijo que tenía intención de disculparse con Mavis.
La pequeña hada le dio una última mirada a Yuri y caminó detrás de Zane junto a todos los demás integrantes del gremio que batallarían a su lado. Warrod agarró al rubio que se había quedado mirando con pesar a Mavis arrastrándole junto con él hacia la ciudad de Magnolia, donde combatirían por la libertad de todos.

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La cruenta batalla lejos de terminar solo parecía extenderse aún más. Caía el atardecer y todavía en la plaza de la ciudad combatían por el control de la ciudad. Desde un lado se hallaba los integrantes del gremio Blue Skull defendiéndose con fiereza de los ataques devastadores de las ilusiones creadas por la hada, los magos no resistirían mucho más y terminarían agotados al anochecer. Sin embargo la fuerza bruta de los pueblerinos caían como moscas, las tres semanas de preparación y entrenamiento por parte de Warrod y Precht no eran suficientes contra los profesionales del otro bando. Esto ya no se trataba de una batalla de magia o espadas, sino de voluntades y la voluntad de Mavis Vermillion era inquebrantable.
_¡Lastimen a la chica!_gritó uno de los miembros del gremio opuesto al darse cuenta de que ella era la primera linea de defensa.
Mavis protegía a un grupo de indefensos pueblerinos que habían caído heridos peleando por su hogar, así que debía deshacer esa barrera para protegerse a ella. De ninguna manera dejaría desprotegidos a esas personas por lo que cerró sus ojos esperando su destino sin embargo no sintió dolor alguno. Al abrir sus ojos observó asombrada como el rubio se había interpuesto entre ella y las espadas del enemigo. No pudo contener una exhalación de sorpresa al ver la sonrisa de Yuri y su cuerpo ser atravesado por tres espadas.
_Esta es mi disculpa, pequeña_susurró el rubio antes de caer al suelo inconsciente.
Mavis negó con la cabeza ante tal escena. Era una pesadilla, no podía ser cierto. Yuri, no podía morir y dejarla sola. Necesitaba sus regaños, sus molestas quejas y su carácter de mierda.
_No,no,no,no,no,no_continuó susurrando todavía en shock. Ella se dejó caer al suelo devastada abrazando su cuerpo manchado de sangre. Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
_¡No!_ese devastador grito hizo que todos los que estuvieran a su alrededor fueran expulsados hacia atrás con una fuerza arrolladora debido a la onda de poder, incluyendo a sus amigos.
_Mavis_susurró adolorido Warrod por el dolor físico provocado por ella. No tenía ni idea que había ocurrido hasta que la vio sostener el cuerpo de Yuri cubierto de sangre e inmóvil.
_¡Mavis!_gritó desesperado Warrod por llegar a su lado pero no pudo incorporarse.
Precht también intentó levantarse y socorrer a sus compañeros pero le fue imposible.  De pronto se crearon tres magníficas bestias alrededor de Mavis. Parecían quimeras, con sus extensiones de diferentes animales y tan majestuosas. Eran idénticas a las ilustraciones de los espíritus guardianes en los libros de Tenroujima. Una de ellas dejó salir un aullido y elevó el vuelo con sus potentes alas, sus garras se enterraron en los integrantes de Blue SKull levantándoles hasta el cielo y dejándoles caer. Las otras dos dejaban salir graznidos de advertencia y daban zarpazos a cualquiera que intentara acercarse a su ama, no importaba si se trataba de Warrod o Precht. Ninguna de las criaturas entendía razón alguna.
Los gritos de miedo y desesperación, el sonido de los estruendos al caer los humanos como simples muñecos al pavimento, el crujido de sus huesos al romperse por el impacto y los alaridos de dolor se extendieron por toda la ciudad.
Mavis solo actuaba como un conducto de poder para sus invocaciones, no importaba el daño que causara o si asesinaba a alguien. Debían pagar por arrebatarle la vida a los aldeanos por su codicia al tomar el orbe sagrado, por ladrones al robar lo que no era suyo, por crueles bastardos que exigían pagos a los débiles solo por portar armas de fuego y magia, y por asesinar a Yuri. No deseaba venganza, solo quería justicia por su pueblo y Magnolia. Quería una condena por sus crímenes atroces que no quedarían impunes en su presencia. Estaba dispuesta a ensuciar sus manos de su vil sangre por la paz y la felicidad de los ciudadanos, de sus amigos, de todas las personas que amaba.
"No soportarías el peso de quitar una vida" esas palabras ¿de quién era? ¿Por qué su pecho dolía tanto al recordarlas?
"Estas manos solo pueden salvar vidas" sus manos...son tan cálidas y grandes, cubren las suyas y le hacen sentir como si flotara.
Nunca había visto esa mirada en esos ojos, esos ojos carbón cargados de intensidad pero que esta vez le miraban con dulzura y cariño; tan hermosos, tan llenos de vida. Esos ojos solo pertenecían a una persona.....
_Zeref_susurró Mavis abriendo los ojos y observando la destrucción que habían ocasionado sus ilusiones en menos de diez minutos.
El esqueleto azul del dragón fue destruido y cayó sobre la construcción del gremio reduciéndolo a escombros. Las viviendas se hallaban devastadas, algunas habían perdido las puertas y ventanas, otras fueron tiradas al suelo por las magnificas bestias alzando el vuelo. Quejidos adoloridos se escuchaban por toda la estancia, amigos y enemigos resultando heridos por la fuerza bruta de aquellas increíbles  bestias. Algunos la miraban asombrados, otros con temor pero todos sabían algo y era que Mavis Vermillion tenía el poder de ser la salvación o la devastación de todos los reunidos allí.

                          •●🖤💛●•

Zeref esperaba bajo la sombra de un árbol por la llegada de Mavis.  No estaba asustado o nervioso, confiaba ciegamente en la capacidad de la pequeña hada para protegerse. Los demás podían morirse, solo le importaba ella y sabía que sus invocaciones le protegerían a cualquier costo. Es por ello que disfrutaba de la brisa que traía consigo los susurros del bosque que sólo un hada podía escuchar. Era testigo de tan bella melodía provenir de las avecillas inquietas en las ramas de los árboles.  Hasta que sintió un ruido venir de los arbustos. No se movió o dio indicación de saber la llegada de aquel invitado sorpresa. Sólo esperó el momento indicado abriendo sus ojos al sentir que aquel ser caminaba despreocupado a su alrededor. Sus ojos brillaron rojos al abrirlos y este se movió en una fracción de segundo creando en sus manos unas dagas de magia negra listo para atacar apuntando al enemigo. Sin embargo al darse cuenta de quien era relajó su posición.
_Ah, solo eres tú_el pequeño muñeco de madera temblaba de miedo al sentir como su amo casi destruye su vida.
Aquel pequeño muñeco de madera oscura, con una corona de hojas verdes adornando su cabeza. Una sonrisa dibujada en color blanco permanente en su rostro al igual que sus ojos huecos y vacíos de expresión. Estaba vivo gracias a la magia negra de Zeref. Fue su primera creación cuando todavía no conocía el arte de los pergaminos prohibidos.
_¿Qué haces aquí?_interrogó curioso Zeref volviendo a su postura anterior. Esperaría a Mavis para darle la recompensa que ella quisiera. No le importaba esperar si de la pequeña hada se trataba.
_La última vez que te vi fue hace 10 años en el asentamiento del desierto_dijo el hechicero viendo como el pequeño muñeco sacaba de detrás de su espalda un pergamino enrollado por una cuerda. Había sido atada alrededor de su cuerpo para que no lo perdiera.
Zeref sabía que no contestaría, no podía hacerlo así que simplemente tomó la carta y la abrió con curiosidad para leerla. Se trataba de Ignia, su nombre se encontraba en el reverso de la carta.
"Zeref....
¿Cómo estás? Espero que jodidamente bien ya que no has escrito en los últimos diez años. El hecho de saber de tu maldición es lo único que ha evitado que te busque por cada fosa esperando ver tu cadáver destrozado. Natsu está en su etapa rebelde, igual a la tuya cuando estabas buscando los pergaminos prohibidos para resucitarlo, esta vez nuestro hermanito busca una manera de liberarte de la maldición que te aflige. Necesitamos que vengas Zeref, papá se muere. Estos últimos años ha caído en una profunda depresión. El vacío en su pecho se hizo más profundo con el paso del tiempo debido a la muerte de mamá. Espero que llegues y lo veas, ese es su último deseo.
                                                                                                                    Ignia.."
El mago oscuro estrujó la carta al terminar de leerla con dolor. Igneel, uno de los reyes , su padre, estaba muriendo. Una gota de agua cayó sobre el papel difuminando la tinta. Al principio pensó que se trataba de la lluvia pero al tocar sus mejillas comprendió que lloraba. La última vez que lloró fue el día en que perdió todo, cuando los demonios atacaron Lotos. Su destino parecía ser una tragedia con pinceladas de odio y rencor porque así lo decidió el Dios de la Muerte.
Tenía que ir, debía verlo por última vez antes de que se fuera para siempre. Se levantó del suelo y se desvaneció en el aire envuelto en una bruma negra sin mirar atrás.

~Caricia de Muerte~ Zeref y Mavis. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora