~Caricia de Muerte~ Zeref y Mavis. [COMPLETA]

|Capítulo 33|

Un llanto de bebé.
Una hermosa cuna adornada de seda blanca y azul en una habitación blanca sin nada a su alrededor. Vacía, a excepción de la cuna. La luz  brillante entrando por la gran ventana. El suave viento hacía bailar las blancas cortinas de encaje al igual que los volantes de la cuna.
Se volvió a escuchar, el sonido del llanto de un bebé. Mavis se acercó a la cuna y allí estaba. Un precioso bebé acurrucado llorando con tanta fuerza que le sorprendió por completo.
_Hola pequeño_al escuchar su voz el llanto se detuvo. Abrió sus ojos y Mavis dejó salir una exhalación sorprendida. Verdes, tan verdes como los suyos.
Ella lo tomó en sus brazos con cuidado. El bebé solo la observaba con sus grandes ojos mientras metía su puño en su boca sin dientes.
_Mavis_al escuchar la voz de Zeref atrás suyo, ella se volteó pero no lo encontró allí. Sin embargo estaba otra persona.
_Diosa Rae_exclamó sorprendida de verla Mavis. Por algún motivo quiso ocultar el bebé de su vista pero al mirar hacia a bajo ya no estaba. Eso no la asustó, en cambio sintió alivio por ello.
La hada al mirar a su alrededor no encontró nada, solo blanco por todos lados. Delante suyo, en el centro se hallaba la Diosa.
_Mi señora_recordando sus modales se inclinó delante de ella. El corazón latió desenfrenado en su pecho, asustada por su presencia.
_Estoy muy decepcionada de ti, Mavis_su cuerpo tembló ante su fría respuesta. Sintió como Rae se acercaba lentamente a ella.
_Te enamoraste del favorito del imbécil de Aksheram. Te enamoraste de Zeref Dragneel_Mavis frunció su ceño. No entendía las palabras de la Diosa. ¿Zeref, el favorito del Dios de la Muerte?
_Verás, Aksheram tiene una retorcida y morbosa personalidad. Demuestra su amor de una forma no convencional. Aksheram quería que Zeref fuera su príncipe, su heredero_respondió Rae a la pregunta no formulada por ella.
_Y tú serías mi heredera, eras mi favorita. ¿De verdad creíste qué ambos sobrevivieron por pura suerte? Tú ocuparías mi lugar cuando desarrollarás tus poderes y tu mentalidad de líder. Zeref fue el único superviviente de Lotos, no fue casualidad, Mavis_la hada solo pudo observar conmocionada por las palabras tan calculadas de la Diosa.
_El abuelo de Zeref era un dragón codicioso que sucumbió a la oscuridad. Hizo un pacto con Aksheram, su alma y su primogénito a cambio de poder. Sin embargo, su primogénito y único hijo fue una chica_una sonrisa cínica apareció en el rostro de Rae. Mavis sentía que era demasiado, quería que se detuviera.
_Aksheram es de los que piensa que una mujer no puede reinar. Tan malditamente machista. Así que esperó y esperó hasta que Zeref nació. Su heredero había nacido como príncipe de los dragones pero no estaba solo. Tenía familia; padres, tíos, hermanos, amigos y súbditos que lo amaban. El amor es debilidad, esa es su filosofía y después comprobé que era cierto_una expresión amarga creció en su rostro al recordar el sacrificio de sus hijos, de Sol y Luna.
_Así que mató a todos con la ayuda de los humanos. Esas sabandijas fueron cómplices. ¿Cómo crees qué los demonios fueron capaces de atacar a la hora exacta en el momento justo?_lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
_Aksheram necesitaba que Zeref estuviera traumatizado, con cicatrices y lleno de odio. Así su potencial crecería y funcionó_Mavis levantó la vista para verla bien. Ver bien a la Diosa a la que había rezado desde que tenía uso de razón.
_Zeref solo era un niño_su voz se quebró llena de dolor. Rae solo se encogió de hombros sin importarle realmente.
_Tal vez pero eso no evita que Aksheram lo quisiera. ¿Te imaginas qué pasaría si Zeref descubriera la verdad? ¿Qué todo es su culpa?_un deje burlón se escuchó su voz.
_Eres una perra_rugió cegada de rabia Mavis.
La Diosa al escucharla desapareció y apareció en menos de tres segundos delante de Mavis. Rae la abofeteó con dureza provocando que su labio sangrará.
_Tienes suerte de que hice un trato con Aksheram. O ya estarías muerta_dijo ella sosteniendo con tanta fuerza su cara que casi disloca su mandíbula.
_Ibas a ser mi princesa, mi heredera y lo tiraste todo por la borda al enamorarte de Zeref Dragneel. La vida y la muerte no pueden enamorarse. Deben odiarse, son todo lo opuesto al otro. Se suponía que Zeref y tú serían los próximos reyes que ayudarían a traer la devastación  junto a Acnología. Sin embargo abriste tus piernas como una puta al enemigo_Rae golpeó su abdomen al ver como Mavis se intentaba poner de pie para confrontarla. La hada cayó a dolorida en el suelo sosteniendo su vientre. Ese golpe fue doloroso, envolvió sus manos alrededor de su abdomen. Casi se desmaya desfallecida.
_Es por ello que ya no me sirves. Fuiste mi más grande decepción, Mavis Vermillion. Tu bendición ya no existe_dijo la Diosa llena de desdén borrando su marca de protección. Mavis dejó salir un grito de dolor al sentir como se desgarraba su pecho. Fue una sensación horrible.
_Zeref te matará con su maldición y volverá a odiar la vida. Como siempre debió ser_Mavis comenzó a negar mientras se arrastraba en el suelo.
_Si de algo sirve, no recordarás nada de esta conversación. Estás dormida y cuando despiertes olvidarás todo. No podrás alertar a Zeref. Morirás como siempre debió ser_Mavis se estremeció ante sus últimas palabras. Rae al ver su expresión conmocionada se echó a reír.
_Oh si, lo olvidé. Tú estás viva porque puse un escudo protector a tu alrededor y por eso los humanos no te encontraron. Gracias a mi vives, y ahora también morirás_las carcajadas de la Diosa le hicieron sentir inferior, destrozada y tan débil.
_Adiós Mavis Vermillion.

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_¡Mavis! ¡Mavis!_gritó Zeref intentando que despertara. Se despertó al sentir el primer grito desgarrador de su esposa. Incluso cuando la llamó no reaccionaba. Solo podía sostener sus manos para que no se lastimara. No sabía que ocurría con ella.
_¡Pequeña hada!_estaba asustado, aterrorizado por sus gritos llenos de dolor. Su pecho se sentía como pulpa.
De pronto Mavis abrió sus ojos, Zeref la observó mientras se calmaba. Ahora mismo estaba a horcajadas sobre ella sosteniendo sus manos por encima de su cabeza. Los ojos verdes chocaron con los negros.
Los latidos desenfrenados de su corazón, su rostro manchado de lágrimas, su garganta lastimada de tanto gritar, su piel cubierta de una fina capa de sudor y su respiración agitada; eran indicios de su condición.
_Mavis_susurró Zeref al verla desorientada, asustada y conmocionada. Parecía estar tan destrozada que lágrimas comenzaron a caer por su rostro sin darse cuenta.
_Tengo miedo, mucho miedo Zeref_su voz salió tan baja, casi inexistente. Estaba afónica de tanto gritar. Ella se incorporó y lo abrazó firmemente. Él la apretó contra su pecho con miedo a que volviera a ese estado.
_Estoy aquí Mavis, estoy aquí_Mavis sabía que el lugar más seguro para ella era en sus brazos pero esta vez no tuvo esa impresión.  

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_La bendición ha sido retirada, ya es tuya_Rae apareció en el salón del trono de Aksheram, a su lado estaba el demonio que había visitado su jardín anteriormente.
_Hola Rae. Diría que me sorprende tu visita si estuvieras realmente aquí_dijo el Dios de la Muerte apoyando su mentón en su mano como si estuviese aburrido. La Diosa no estaba realmente allí. Solo era una ilusión, uno de sus tantos poderes.
_Tienes razón. Nunca pondría un pie en tu sucio palacio lleno de asquerosas criaturas con olor a azufre_una sonrisa divertida emergió en los labios del Dios.
_Siempre es divertido hablar contigo, ex-esposa_una mirada de repulsión apareció en el rostro de Rae.
_¿Quién es él?_interrogó Rae ignorando sus palabras anteriores. Su saliva y tiempo era más importantes, no podía gastarlos con Aksheram.
_Soy Glorius Savage, el Nigromante_se presentó él mismo inclinándose ante ella.
_Recordaré tu nombre_dijo ella antes de desaparecer.