|Capítulo 27|

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"Querida Mavis;
Te escribo esta carta para la tranquilidad de tu mente y la mía. Han pasado meses desde que dejamos Magnolia con la intención de cumplir nuestra misión. Es malo, maestra. La situación es crítica, los dragones no son capaces de racionar y se comportan de manera errática. Las personas se encuentran aterradas y me temo decir que hay demasiadas víctimas. Los dragones han abandonado la lógica y se han convertido en bestias. Bestias que amenazan la existencia misma de la humanidad, incluso la de los dioses. La Santa Iglesia y el rey han decididlo borrar toda historia sobre el acuerdo de paz entre ambas razas. Los dragones son criaturas volátiles pero en su locura y destrucción hay inteligencia. Eso es lo peor de todo. Acnología ha vuelto atacar arrasando con todo su paso. La situación es crítica, Mavis;
                                                                                     Atentamente, Precht"

Mavis terminó de leer la carta en voz alta para mirarle a él con preocupación. No hacía falta decir que su ceño se hallaba fruncido y que apretaba su mandíbula. Incluso había alrededor de él una bruma negra que estaba espantando a las ardillas. Mavis al ver como sus ojos se tornaban rojo, agarró su mano y le besó en los labios. Eso desestabilizó al mago que se recompuso al notar como estuvo a punto de echar a perder todo el picnic.
_¿Mejor?_preguntó Mavis sonriendo alejándose de Zeref.
Zeref se quedó en silencio por unos segundos mirándole y sin advertir a Mavis la besó con intensidad. Ella sucumbió a la pasión del momento. La de cabellos rubios con resplandores de luna  abandonó la carta sobre el mantel olvidando brevemente la cuestión de su acto. Zeref acercó aún más su rostro con su mano en el cuello profundizando el beso. La hada arqueó su espalda permitiendo mejor acceso y enterrando sus manos en su sedoso cabello negro. Cuando se alejaron ambos compartieron una sonrisa cómplice.
El hechicero notó el sonrojo de sus labios y no pudo resistir la tentación de dejar un pequeño y corto beso sobre ellos.
_Es que se veían muy bonitos_dijo sonriendo acariciando sus mejillas. Mavis simplemente lo observó con una mirada divertida y esta vez fue ella quien depositó un casto beso sobre los suyos.
_Los tuyos también lo son_al escuchar su respuesta pícara, él comenzó a reír. Mavis se contagió de su risa y ambos rieron divertidos.  
Estos meses se habían vuelto un paraíso.

La hada descansaba su cabeza sobre los muslos del mago mientras este tejía con sus manos una trenza con su cabello en silencio. Mavis observó el rostro concentrado y calmo de su novio mientras él la peinaba con delicadeza. Desde su posición tenía una gran vista, podía notar cada pequeño detalle de su cara. Desde esos dos diminutos lunares que tenía sobre su ceja derecha hasta la pequeña marca de una  cortada en la esquina de su labio superior.
Ella llena de  curiosidad acarició su cabello y él le apartó la mano con un suave manotazo.
_No, espera a que termine_dijo él retomando su labor. Le encantaba el cabello rubio resplandeciente de su novia.
Mavis solo le observó curiosa y Zeref lo notó. Él esperó a que ella dijera algo y que no sólo sonriera.
_¿Qué?_preguntó sin poder soportar más la curiosidad que sentía al ver esa expresión de ratón de biblioteca. El rostro de Mavis se iluminaba cuando desconocía algo y quería aprenderlo de inmediato.
_¿Cómo eres tan bueno en esto?_cuestionó ella queriendo saber más de su novio. Conocía bastante de su esencia pero algunas veces los pequeños detalles  se le escapaba. Una sonrisa nostálgica creció en los labios de Zeref al recordar.
_Mi mamá cuando dormía tejía su cabello en una trenza, mi papá siempre era quien lo hacía. Aprendí para tejer el cabello de mi madre cuando padre salía de la ciudad_Zeref se vio atrapado en esos recuerdos por unos segundos.
La calidez de su madre, su hermoso y largo cabello azabache, el aroma limpio que aspiraba cuando dormía en sus brazos. Los demonios no podían eclipsar para siempre los recuerdos de su madre. Su infancia fue más que sólo una tragedia, más que solo una página en los libros de historia. Solo necesitó la ayuda de Mavis para verlo.  
Ella sostuvo su mano firmemente y besó  la piel donde estaba su pulso. El contacto de sus suaves labios en ese lugar hizo que las sombras del pasado se desvanecieran.
Zeref nunca había sentido tanta paz como ahora.
Ella no necesitó apartar la vista de su atractivo y atento novio para agarrar una semilla tostada de girasol en uno de los tazones que había sobre el mantel blanco. Zeref ni siquiera se dio cuenta de como Mavis había colocado entre sus labios la pequeña semilla sosteniéndola con sus dientes.
La hada golpeó su brazo con un pequeño toque distrayendo su atención. Zeref al desviar la mirada hacia el rostro de su increíble novia intentó no sonreír. Él comprendió de inmediato que pretendía.
Bajó sus labios y atrapó la semilla en su boca, para después besarla. Mavis quiso que esa gran sonrisa no creciera en sus labios al lograr su cometido pero le fue imposible. Zeref pellizcó uno de sus mofletes volviéndole rosa y después besó su frente.
_¿Me está seduciendo, señorita Vermillion?_dijo él arqueando una ceja en provocación.
_Usted está en lo correcto, señor Dragneel_respondió ella descaradamente antes de ocultarse con sus manos el sonrojo de sus mejillas. Su cuerpo comenzó a sacudirse al reír divertida por la expresión de sorpresa en su novio.
_¿Por qué te ocultas?_dice él divirtiéndose con la timidez de su novia ahora. No podía entender porque se escondía después de responder de esa forma tan directa. Ella con su pregunta estalló en carcajadas mientras se ocultaba con sus manos.
_No te ocultes. Me tapas la vista de tu hermoso rostro_dijo él agarrando sus manos y apartándolas de su rostro. Sin embargo la expresión de diversión en el rostro de Mavis se había borrado. ¿Ahora qué pasaba?
_Me acabo de dar cuenta de algo_declaró Mavis con una expresión muy seria. Él solo la observó sonriendo divertido.
_¿Qué?_inquirió Zeref y era clara la diversión en su tono. Ella sólo le observó fijamente.
_Tú...eras un mujeriego ¿cierto?_un escalofrío recorrió al hechicero ante su pregunta.
_Eres demasiado bueno en esto_Mavis lo miró con sospecha y sintió una sensación corrosiva en su pecho. Eran los celos al imaginarse a alguien más con su novio.
_Aquí tienes, una fresa_dijo él agarrando una fresa del tazón al lado de las semillas. La hada entrecerró sus ojos pero aún así abrió la boca para aceptar la fresa. Solo que en vez de recibir la deliciosa fruta recibió un beso largo e intenso. La posición era claramente incómoda pero a ninguno les importó. Al separarse y ver esa expresión pícara en el rostro de Zeref comprendió que había sido una estrategia. Sin embargo no le importó realmente.
_Dame mi fresa_dijo ella cruzando sus brazos y actuando como una niña petulante. Él solamente sonrió. Sonreía demasiado cuando estaba con ella.
_Aquí tienes_Zeref llevó la fresa a sus labios y después la alejó rápidamente para raptar nuevamente sus labios. Cuando se alejó Mavis tenía una expresión de sorpresa en su cara.
_¿Te diviertes?_debía decirlo, le molestaba ser el objeto de burla de su novio pero al comprender que ella era la razón para su felicidad lo olvidó. Los sacrificios que hacía por él.
_No tienes ni idea_suspiró como si Zeref no tuviera remedio.

                        •●🖤💛●•

El día pasó rápidamente, como si estuviese temeroso de que los dioses supieran de que era cómplice de ambos amantes. Incluso cuando el sol ya casi se ocultaba en el horizonte ninguno se soltó. Mavis estaba sentada al lado de Zeref mientas él colocaba su mano por encima de sus hombros. Mavis descansando su cabeza en uno de ellos. El mago oscuro depositó un beso en su frente. El día se estaba acabando, igual que su tiempo de estar juntos hasta el próximo amanecer. Ninguno de los dos hablaron, ocupados en sus pensamientos. La carta en las manos de Mavis pesaba aún cuando era una frágil hoja de papel.
_Será una caza_habló primero Zeref. Mavis no necesitó que le explicara a qué se refería. Ella lo sabía.
_¿Temes por tus hermanos?_la hada salió de su confort para mirarle al rostro.
_Temo porque esto comience una guerra interminable_la mirada vacía y sus palabras crueles fueron premonitorias. Estremecieron la piel de Mavis con miedo y ella buscó refugio en sus brazos.
Zeref la abrazó con fuerza temiendo el futuro. El mundo comenzaría a arder, el llanto de las personas se escucharía y rezarían a los dioses por piedad. Sin embargo ninguno dijo lo que eso podría significar para ellos. Querían permanecer en su pequeño mundo, en su burbuja. Solo que no sería posible por mucho tiempo.

~Caricia de Muerte~ Zeref y Mavis. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora