|Capítulo 13|

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_Una vez más_ordenó Zeref sin permitir siquiera que tomara un descanso.
Mavis no sabía que ocurría con Zeref solo que estaba actuando como un tirano y realmente se estaba hartando de su forma al tratarla. La hada pensó que después de ayer habían conectado. Sin embargo Zeref hacia de cuentas como si nunca hubiera pasado y su trato hacia ella empeoró. Es como si deseara que Mavis se diera por vencida y renunciara al entrenamiento para no tener que hacerlo él.
_No te detengas, no vaciles_dijo el hechicero agarrando su mano y enseñándole la forma correcta de atacar.
Estaban tan cerca que sentía su respiración sobre su rostro y su intensa mirada estaba sobre ella. El de cabellos negros le miraba con una emoción que identificó como ¿odio? Eso no tenía sentido para ella. Cuando Mavis se disponía a preguntar la razón de su enojo, él la soltó con rudeza. Ella hubiera caído sino fuera porque pudo recobrar el equilibrio rápidamente gracias a sus reflejos que se estaban agudizando.
_o morirás. Recuerda, Mavis, nunca dudes_dijo dándole una mirada seria e inclusive podría que decir cruel.
_¿Qué diablos está mal contigo?_interrogó Mavis ya harta de su comportamiento. Quería una explicación, no le importaba si parecía una chica mimada que no podía soportar el entrenamiento.
_No pasa nada, solo trato que estés preparada y tengas suficiente preparación para cuando te enfrentes a tus enemigos. Claro, si eres capaz de atacar_¿eso fue sarcasmo, en la última frase? Mavis no entendía el cambio tan radical del hechicero hasta que todo encajó de inmediato.
_Esto es por anoche ¿cierto?_al ver que Zeref solo la miraba con indiferencia pero sin negar o aceptar nada, supo que tenía razón. Mavis bufó debido a lo ridículo de esta situación.
_Es por eso, tienes miedo de la conexión que tuvimos. Me estas apartando_ella tenía razón pero no era todo el motivo de su comportamiento distante y tirano.
_No seas ridícula, Mavis. Simplemente hablamos y nos agarramos de las manos_Mavis odió eso, como trataba de hacer parecer que no era la gran cosa. Eso le enojó y le dolió más de la cuenta.
_No hagas eso, no minimices lo que ocurrió_declaró la hada acercándose demasiado a él, tanto así que incluso podía rozar sus labios sin intentarlo.
_Tal vez para ti significó más que para mi_respondió sin importarle cuanto daño le causaba. Sin siquiera pestañear al ver como sus ojos se agrandaban y ella se apartaba como si fuera ácido.
_Eso es....
Ni siquiera pudo continuar la frase porque tenía un nudo en la garganta que no le dejaba hablar. Tenía ganas de llorar, su pecho dolía tanto al escuchar sus palabras. El dolor, la confusión, la rabia y el anhelo que sentía hacia él la abrumaron por completo. "Eres una tonta, Mavis. ¿Pensaste qué él sentiría lo mismo que tú?" Debía reconocerlo, le atraía el hechicero y cuando se sinceraron la noche anterior comenzó a sentir algo más que simple atracción. Lástima que él no correspondía y que incluso se estuviera burlando de ello.
_Ya que todo está aclarado, volvamos al entrenamiento_dijo Zeref y su rostro no demostraba cualquier rastro de emoción. Se hallaba pétreo, como una máscara elegantemente colocada sobre sus sentimientos.
En cambio Mavis no podía hacer lo mismo, no podía recomponerse tan fácilmente o fingir que nada pasó porque si había pasado. Necesitaba llorar, gritar o incluso maldecir para desahogarse.
_Necesito.....
Ni siquiera podía completar la frase, se sentía demasiado mal y vulnerable frente a él. Eso era completamente horrible, exponerse frente a una persona y que te tratara como si fueras invisible.
_Necesito un minuto a solas_su voz se escuchaba inestable, tan frágil que rompió el corazón de Zeref.
La hada corrió sin esperar el permiso de su maestro alejándose de allí. El hechicero se sentía tan frustrado consigo mismo. La rabia y el enojo que crecía en su interior estaba dirigido hacia una sola persona, Aksheram. El jodido Dios seguramente se regodeaba al ver su estado tan mediocre y patético. No quiso lastimarla, solo quería protegerla. No podía dejar que ella se acercara a él, algunas veces no podía controlar la maldición y su poder se descontrolaba. No podría soportar si le hiciera daño o incluso algo peor. Había perdido demasiada gente importante para él, no quería agregar una más a su lista.
_Es lo mejor_dijo en voz alta intentándose convencer de que había tomado la decisión correcta.

~Caricia de Muerte~ Zeref y Mavis. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora