ELTON MAC QUOIDEn cuanto hemos salido del juzgado Tom y yo nos hemos ido a tomar unas birras para celebrarlo.
—Gracias a Dios que estás libre tío, por un momento pensé que no salías de ahí.—me dice dándole un trago a su cerveza.
—Yo también...
—Oye,—apoya la cerveza sobre la barra—¿has tenido algo con la abogada esa?
—¿Con Adelina?—asiente con la cabeza—No, qué va. He podido, pero no se ha dado nunca la ocasión. Más que enrollarnos ha estado siempre a fondo con mi caso y siempre ha tratado de ayudarme.
—Sí, parece buena chica, aunque delatar a su propio padre...
—Su padre es un hijo de puta.—espeto sin remordimiento.
—Hablando de padres... Hay algo que no te he contado.—me dice Tom, cosa que hace que deje de estar concentrado en el culo de la camarera.
—¿Tiene que ver con mi padre?—pregunto imaginándome lo peor.
—No, no. Esta vez no.
—¿Entonces con quién?
—Conmigo.
—¿Tu padre...?
—Voy a ser padre, Elton.—me interrumpe al instante con esa frase que provoca que ponga los ojos como platos.
¿Tom padre? No me lo puedo creer.
Mi mejor amigo, aquel chico que fumaba canutos conmigo a la entrada del instituto ya está hecho todo un hombre formal, casado y con hijo incluido.—No... No jodas.—digo sorprendido—Dios... Felicidades tío.
Le doy un abrazo y él lo recibe amablemente, pero le veo con cara de pocos amigos, esa que pone siempre que le preocupa algo.
—Hey, ¿ocurre algo?—le pregunto confundido—No te veo muy contento que digamos.
—Hay un problema.—me confiesa.
—¿Cuál?
—Que soy estéril. No puedo tener hijos.
—¿Qué?—preguntó boquiabierto.
—Sí... Me fui a hacer unas pruebas hará un mes. Chloe estaba muy entusiasmada con nuestro matrimonio y nuestra reconciliación y decidí ir a hacerme las pruebas por si acaso. Desgraciadamente soy estéril, y me preocupa el hecho de que esté embarazada.
—Espera... ¿Me estás diciendo que ese bebé a lo mejor no es tuyo?
—Exacto. A lo mejor no, es que ese bebé no es mío. Es genéticamente imposible.
—Eso quiere decir que Chloe...
—Se ha acostado con otro.—Tom termina la frase—Y no me hace ni puta gracia. Tengo que hablar con ella.
—Bueno tío, te acompaño a tu casa si quieres.
—Está bien. No podré estar tranquilo sin saber la verdad.
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EL PROBLEMA.
RomanceEl secreto de Emma Collins, el que tanto ha tratado de llevarse a la tumba, ha parecido revelarse poniendo la vida de esta y de Elton Mac Quoid patas arriba. Las cosas han cambiado. Y esta vez radicalmente. Secretos, tragedias, drama, dolor... No e...