Capítulo 2

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8:20 pm, ME Madrid Reina Victoria

Las 8:20 y habían llegado a su destino, veinte minutos después de la hora determinada y haciéndole honor a la frase de "lo bueno se hace esperar", después de un par de desvíos llegaron al lugar de la fiesta, bajaron del auto como diosas, nada fuera de lo normal en ellas.

- ¿No crees que es mucho? - preguntó Itziar.

- ¿Estás de coña? Lo dice la mujer que llevó el tórax descubierto en una premier -la miró de arriba abajo arqueado una ceja.

- Ya, vale - ríe fuerte.

- Solo te digo que te ves ¡Hot! Y que si no consigues un lige esta noche me quito el nombre. -dándole una nalgada.

- ¡Najwa!

- Venga, vamos - entraron riendo.

Ella usaba un vestido negro, algo corto arriba de la rodilla, con un escote recto y tirantes spaghetti, tenía un gran escote en la espada, su cabello largo y rubio recogido en una coleta baja, con ondas y un par de mechones que caían sobre los costados de su rostro. Se veía preciosa, pero vamos que no era algo raro en ella verse así siempre. Ella y su facilidad de entrar en cualquier lugar e iluminar todo, nadie podía evitar desviar su mirada hacia ella, con sus tacones y cabello rubio bastante más claro que antes. No había duda, esa mujer era perfecta. Al entrar saludó a todos con un cálido abrazo, de esos que sólo ella sabía dar, esos que hacen que tu corazón tenga paz y tranquilidad, y es que ella era eso, un ser de luz y paz, fácil de amar, pero difícil de olvidar.

Álvaro estaba en la terraza al borde del balcón junto a su esposa y unos de producción charlando amenamente, cuando al escuchar a Najwa y el nombre de Itziar su cabeza se giró inconscientemente hacia la entrada y entonces la vio, su corazón se detuvo por un instante, que pareció eterno, se veía deslumbrante, sus ojos tenían un brillo especial, se le veía en calma, la misma calma que él sabía le había arrebatado hace un tiempo, le alegraba verla tan feliz... Al menos uno de los dos podía serlo.

Se preguntaba ¿cómo estaba ella?, ¿Si aún sentía lo mismo que él sentía por ella?, ¿Si aún lo extrañaba?... Por más que pasarán los meses ese amor y dolor en el pecho de Álvaro no había desaparecido y sabía perfectamente a que se debía todo aquello, era ella.

Itziar percibió de pronto una mirada fuerte dirigida hacia ella y fue entonces que alzó la mirada encontrándose con la suya, ahí estaba él, tan guapo como siempre, tenía un traje azul marino y la camisa con los primeros botones sueltos, el cabello largo, amaba verlo así. Su mirada era intensa, tanto que parecía derretirla entera. ¿Cómo podía ese hombre provocar ese "je ne sais quoi" en ella?

"Dicen que cuando tu mirada se conecta con la persona que amas sus corazones se sincronizan y laten al mismo ritmo."

Sus ojos y corazones se conectaron por escasos segundos o minutos pero eso ya no importaba, nada importaba cuando estaban juntos, había sido así siempre. Todo lo que habían prometido meses atrás sobre tratar de olvidarse, rehacer sus vidas y seguir adelante realmente ahora no importaba más, sabían perfectamente que se deseaban más de lo que está permitido, cuando sus ojos se encontraban solo ellos existían y él resto del mundo quedaba en el olvido. De pronto una voz cortó con todo aquel mágico momento que no era correcto de una vez por todas. Los hizo salir de su burbuja bruscamente.

- Álvaro, cariño ¿Estás bien? -dijo ella tocando su brazo y haciéndolo volver a la realidad, su realidad.

- Sí, estoy bien cariño -sonríe débilmente- ¿En qué estábamos?

Trataba de actuar con naturalidad aunque le era imposible, siempre era difícil cuando ella estaba cerca, él era diferente cuando estaba con ella, no podía evitar ponerse nervioso y que sus manos comenzaran a sudar, ese escalofrío al sentir su tacto, su manera de hablar sin palabras cuando hacían el amor, era algo que lo perseguía cada día.

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