Capítulo 25

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Viernes 03 de octubre, 2025.

Aquella noche en República Dominicana, después de un día muy pesado finalmente había llegado a su apartamento rendido, dejó sus cosas a un lado, quitó sus tenis y se dirigió a su cama, cada día desde que se había ido la extrañaba cada vez más y en días como ese, sentía más su ausencia. Nada en el mundo se comparaba con llegar y verle en casa o esperarla con la cena hecha y charlar sobre el día, sabía que al ver esos ojos color miel todo lo malo que había pasado durante el día se iba automáticamente al verle.

Había tenido un día bastante pesado y estresante, las cosas no habían salido como esperaba, todos sus planes había sido interrumpidos y en las grabaciones no le había ido tan bien como de costumbre, solo deseaba llegar a su casa, ver a su esposa, abrazarla y dormir en sus brazos.

No veía la hora de regresar y poder estar con ella nuevamente, sabía que aún le quedaban un par de meses más antes de regresar a España así que debía conformarse con sólo verla por medio de una pantalla, no le gustaba, mil veces prefería sentirla y mirar detalladamente cada parte de su rostro que en conjunto era una obra de arte. Tomó el móvil y le hizo una vídeo llamada, que ella casi al instante atendió, le necesitaba tanto como él a ella y no podía esperar más para verle nuevamente. Ella estaba en la cocina cuando atendió el móvil.

- Hola amor... -dijo ella con una enorme sonrisa.

- Mi vida -suspira- ¡Que guapa estás!

- Gracias cariño, -sonrió y sus mejillas se pintaron de rojo- ¿Qué es esa carita mi amor?

- Nada, solo que te extraño... -sonrió con algo de tristeza.

- Y yo a ti mi amor...

Ambos se quedaron mirando sin emitir una sola palabra y es que no eran necesarias cuando estaban juntos. Era capaces de detener el tiempo con sólo mirarse y esta no era la excepción. No había hablado en una semana entera más que por mensajes de WhatsApp, lo cual ambos odiaban, esa última semana había sido muy desgastante y los había tenido de un lado a otro.

- Esa camiseta te queda perfecta mi vida...

- ¿Ah sí? -dijo con una sonrisa pícara.

- Sí, no sabes cuanto me gustaría estar ahí para quitartela y probar tus deliciosos pechos, besarte por todas partes y ese culo, ¡Madre mía! -sonrió cerrando los ojos al imaginarla sin nada puesto- hoy te extraño más que nunca... -dijo con un poco de nostalgia en su voz

- ¿Ha estado pesado el día? -preguntó sirviéndose un poco de agua.

- Mucho, hemos tenido que repetir la misma escena una y otra vez, sin mencionar que he llegado tarde y un sin número de inconvenientes que han hecho del día una mierda. -dijo tomándose la cabeza.- además que he tenido unas náuseas últimamente que flipas...

- Oye, me parece que necesitas relajarte un poco -dijo levantando un poco la camiseta dejando ver sus bragas.

- Mi amor no hagas eso, que ya mismo tomo un avión y voy a por ti chiquita -cambio su tono por uno más ronco y caliente.

- Hazlo... Te necesito tanto -respondió de la misma manera acariciando sus senos y apretandolos.- ¿Quieres ver que hay más debajo?

- Siempre... -dijo desnudandose él también.- amo verte desnuda.

Ella terminó de quitar la camiseta quedando solo en bragas, se volteó de espaldas apoyando sus manos en la nevera y moviendo el culo, sabía cuanto lo enloquecia verla hacer eso por lo que minutos más tarde sumó sus manos a aquellos movimientos.

- ¿Te gusta lo que ves?

- Me encanta... -dijo mordiendo su labio inferior- Tocate. - pidió.

- ¿Así? -dijo tocando sus senos.

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