Capítulo 19

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Sábado 11 de noviembre, 2023

7:30 am

La alarma había sonado, removiendolos sin llegar a despertarlos del todo, pronto sonó la siguiente alarma que había programado, ella estiró su brazo hasta el lugar donde estaba su móvil para apagarla.

- Cariño, ya tenemos que levantarnos -dijo sin abrir los ojos, abrazándose más a sus brazos.

- No quiero levantarme, quiero pasar todo el día así, contigo -dijo apretandola más hacia él, aún con los ojos cerrados.

- Mh... Yo también quiero quedarme aquí -dijo abrazando sus brazos- pero no podemos, tenemos que ir por los niños -Álvaro ríe bajo- ¿De qué te ríes? -preguntó con una sonrisa.

- Tenemos que ir por los niños -dijo imitandola y haciéndola caer en cuenta sobre lo adorable que se escuchaba aquello, haciéndola reír- Es verdad, lo había olvidado.

- Ya, arriba -dijo besando su brazo e intentando levantarse.

- Y... Si mejor nos quedamos durmiendo un poco más - dijo mientras deslizaba su mano dentro de las bragas de ella.- tenemos tiempo...

- ¿Seguro que solo quieres dormir? -le susurró de forma graciosa- porque como sigas así no saldremos de la habitación hoy... -dijo ya jadeando al sentir como se movían los dedos de Álvaro bajo la tela de las bragas, tocando directamente su intimidad.

- Estás muy mojada cariño...

- Es lo que provocas. -dijo en un jadeo.

Él solo sonrió y empezó a besar su cuello mientras su mano libre acariciaba y apretaba los senos de Itziar.

- Cariño... Llegaremos tarde... -él solo ignoraba los comentarios que salían de su boca- Álvaro... -gimió fuerte cuando sintió como introducía dos dedos dentro de ella.

- Gime para mí cariño, muero por escucharte. -susurró antes de morder el lóbulo de su oreja, provocando que de su boca saliera un grito ahogado.

Solo eso bastó para que él la girara quedando sobre ella, con los ojos llenos de lujuria, la miraba sin detener los movimientos de sus dedos en su interior, ella posó rápidamente su mano sobre su antebrazo al sentir como llegaba al orgasmo, al saberlo él sumó su pulgar sobre el clítoris de Itziar brindándole mayor placer.

- ¡Ah!... -gritó con fuerza al sentir como tocaba el cielo con la respiración entrecortada.

Álvaro llevó sus dedos hasta su boca para lamerlos, eso la puso muchísimo y atacó sus labios, rápidamente lo tumbó sobre la cama y sin dejar de besarlo bajó con destreza su pantalón de pijama, se giró invirtiendo las posiciones, tomó su miembro y se posicionó sobre él. Descendió sobre él lentamente y una vez ya acostumbrada al tamaño comenzó con los movimientos sobre él que tanto lo volvían loco y ella lo sabía perfectamente, Álvaro empezó a gemir con fuerza apretando su culo en cada movimiento.

- Eres una diosa -gemía mientras besaba sus senos.

La abrazó por la cintura inmovilizandola, elevó sus caderas un poco para embestirla con fuerza y rapidez. Pronto la habitación se llenó de jadeos sin control, no aguantarían mucho tiempo más para llegar al clímax, él no paraba sus movimientos, había amanecido muy cachondo y ella igual, deseaban probarse y correrse a cada instante, minutos fueron suficientes para ambos correrse mirándose a los ojos, sudorosos y agitados.

- Lento... lento cariño -pidió ella después de correrse.

- Diosa -le susurró él besando sus senos.

Abrazados por la mañana, después de hacer el amor, sonreían como bobos enamorados, se quedaron así por unos minutos hasta que ya era muy tarde y decidieron levantarse y tomar una ducha y el desayuno antes de ir por los niños.

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