Mi Destinado.

Capitulo cuatro

- ¿Tienes todo listo? - pregunto tu padre, Shinichiro estaba en tu habitación ayudándote a empacar las cosas.

Siempre aprovechaba esa semana para poder hacer de las suyas y esta vez no era la excepción.

-Si, padre estaré ayudando a Shinichiro en unas tareas.

Tu padre salió de tu habitación, Shinichiro te abrazo por la espalda tocando tu pecho -Te extrañare -Susurro en tu oído. - ¿Deberíamos hacerlo?, no nos veremos en una semana y quisiera al menos tenerte presente.

-Puedes venir conmigo -Hablaste mientras te volteabas -No me sentiré aburrido si estas -Shinichiro no quería, ya se había metido con tu hermanastro accidentalmente, no lo supo hasta que Dorian fue a tu casa estaba en el celular mirando algunas cosas, no quería que se armara un problema.

-Debo cuidar a mis hermanos -Hablo el chico -Nos vemos en una semana.

-No me quiero ir- Te quejaste -Vamos juntos y luego podemos ir a otro lugar.

Shinichiro beso tus labios, le seguiste el beso, tus manos acariciaron su cintura -Debemos acostumbrarnos a estas cosas, ya sabes por cualquier cosa.

-Vamos a estudiar, tengo 3 horas antes de irme.

-Bien.

Comenzaron a estudiar, Shinichiro por ratos se distraía mirando su celular, pero con una regañada ya estaba haciéndote caso.

Le explicaste todo, como debía hacerlo, que hacer en caso de que el resultado no coincidiera, etc. etc.

Shinichiro seguía mirando el celular, escribiendo a esas dos personas que le habías propuesto verse para armar un trio, un alfa y un Beta.

- ¿Seguirás mirando tu celular? - lo miraste -Shinichiro tengo una hora, apurémonos.

-Si, lo siento, Alek -Él se levantó -Debo irme a casa, mi abuelo me dijo que fuera.

-Te acompaño, está oscureciendo.

-No te preocupes, tomare un taxi -Te levantaste -Te amo -se acerco para besarte, sus labios eran demasiados suaves, tu mano agarro las de el -Te extrañare demasiado.

-Yo también lo hare -Shinichiro salió de tu casa despidiéndose de tu padre, te metiste a bañar ya que no querías ir a donde tu madre hacerlo.

Al salir notaste que habían cuadernos de el, revisaste y notaste que la tarea que debía presentar mañana se le había quedado.

Te pusiste rápidamente la ropa, bajaste hasta la sala -Padre iré a la casa de Shinichiro.

-Rápido, debemos de comer antes de que te vayas.

-Claro.

Narra Aleksey

Prendí mi motocicleta y manejé hacia la casa de Shinichiro, el frio golpeaba mi cuerpo, tal vez debí traer algún abrigo.

Los árboles comenzaban a ponerse blanco dando a entender que pronto llegaría el invierno, suspire notando como el aire salía de mi boca en un humo blanco, temblé un poco, la casa de Shinichiro no estaba tan lejos, aun así, el frio hacía que quisiera volver a mi casa.

Al llegar note la puerta abierta, me baje y mire alrededor, había algunas personas entrenando, toque la puerta y el abuelo sano me entendió.

-Alek, un gusto, ¿Qué sucede?.

-Vine para dejarle algo a Shinichiro.

-Entra, yo estoy ocupado, debería estar en su habitación -Hice una reverencia y entre, el olor a alfa invadió mis fosas nasales.

El abuelo era Beta y sus hermanos omegas, aparte de uno que era alfa, Shinichiro dijo que tenían entre 7 y 6 años, el olor se hacía cada vez más fuerte, tape mi nariz ya que el olor que desprendía esa persona hacía que mi cabeza diera vueltas.

Se mezclaba con el olor de Shinichiro, a medida que me acercaba escuche gemidos, tres voces, maldecí escuchar eso, me dio vergüenza.

La puerta de Shinichiro estaba entreabierto, los sonidos se hacían más claros a medida que me acercaba a esa puerta con pequeña abertura.

La abrí lentamente, mi corazón comenzaba a doler sin motivo y mi cerebro me decía "Sal de aquí", mi instinto también me decía que no entrara y solo dejara el cuaderno, pero mis manos se movían por si sola.

Lo vi

Debajo de un chico y besándose con una chica, deje tirar el cuaderno, mis ojos ardieron, quería llorar, pero no me permitía hacerlo, me sentí asqueado cuando vi sus ojos en mi.

Tenía miedo, todas sus miradas fueron hacia mi.

¿Porque Shinichiro?, ¿dónde quedo lo nuestro?

-Aleksey -Beta y un alfa.

Dos personas, un género igual al mío y otro género el cual odiaba.

Quería golpearlos, quería destruir sus rostros, la ira invadía mi cuerpo, ¿me daría cuenta de esto si mañana nos viéramos?.....si, el sabía que me daría cuenta del olor de ese alfa.

Por eso lo haría hoy, me iba por una semana, para cuando volviera su olor simplemente desaparecería bañándose y ubicándose perfumes.

Una pequeña sonrisa escapo de mis labios, no podía darle el lujo de verme llorar, llore lo suficiente cuando supe lo de mi madre -Vine a dejarte tu maldito cuaderno -Me agache para agarrar el cuaderno y dejarlo en la mesa de su cuarto.

-Alek -Se levanto, su mano agarro la mía, estaba sudado y su cuerpo desprendía muchas feromonas -No es lo que creers

No pude mas, el enojo invadió mi cuerpo, mi mano se movió por si sola golpeando el rostro del chico al que aun amaba -No estoy ciego Shinichiro.

Deje salir mis feromonas, sofocando al alfa y a Johan los cuales cubrieron su rostro con sus manos -Alek, no, te juro que es mal entendido -Sus lágrimas salieron.

Me recordaba a mi madre.

-Te pareces a mi madre... incluso te conté sobre ella, me dijiste que era estúpida y tu saliste siendo peor que ella.

El abuelo sano se acercó, no sentía mi olor, pero al ver lo que pasaba supo que mis feromonas estaban en la habitación -Shinichiro saca esas personas -agarro mi mano llevándome fuera del lugar.

-Debo irme mi padre mi espera -Mire al abuelo -Abuelo, desde hoy no pertenezco a esta familia.

-No digas eso, siento mucho lo que paso con Shinichiro.

-No abuelo, usted no debe disculparse -No es su culpa -Sentí a Johan detrás de mí -Me di cuenta de que todos los omegas son iguales -solté una risa -Tienen a un alfa enamorado de ellos y se van con otros, ¿no es así?

-No quise hacerlo -Sus lágrimas mojaba su rostro -Alek

-Deja de llorar -Apreté mis puños - ¿No querías hacerlo?, Johan ..¿Desde cuándo me has tenido de estúpido?, ¡Ese día de la fiesta, el olor que desprendías!, ¡CONFIE EN TI!

-Amor...yo -Sali del lugar dejándolo solo con su abuelo, no note que un chico de cabello blanco me miraba, me sentí mal por hacer algo así enfrente de él.

Maneje a toda velocidad, no me importo mucho los semáforos, al llegar caí de rodillas dentro de mi casa.

Mi padre se levanto corriendo hacia mi, me envolvió en sus brazos, llore, por segunda vez había llorado por una persona que no sabia aprovechar a alguien.

-El...el -Mire a mi padre -Estaba con un alfa y un beta, padre -Mi padre tenia sus ojos rojos, le dolía verme así, lo sabia -Yo lo amo y simplemente todo se fue a la mierda.

-Alek, no llores, no merece tus lagrimas -Me abrazo con fuerza, ¿era alguna clase de maldición?, mi cabeza dolía, no quería separarme de mi padre, me sentía protegido -Todo estará bien, estoy contigo.