capitulo once.

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-Ella es mi Omega- mi padre me presento a una chica de ojos y cabellos negros -Mi destinada

Levante mis cejas por sorpresa, él había encontrado a su omega, la salude presentando mi nombre, se llamaba Laura.

-Es un gusto- Hable- me alegro de que se conocieran- Me senté, pero mi padre me miro.

-Alek, ¿porque no vas a comprar algo para tomar esta noche? - Mire a mi padre- y de paso te tardas una hora.

Laura soltó una risa, tal vez esos dos iban a regalarme un hermano, pero mi padre era alguien ya mayor -Claro, dame dinero.

-Agarra mi tarjeta de crédito- Mi padre tiro su billetera, pero solo la deje en el mueble.


Narra Mikey/Manjiro

Tenía el presentimiento de que estaba aquí, mi corazón se sentía ansioso.

-¿Que sucede? - pregunto Emma - ¿Pasa algo?

-Siento que está aquí- Susurre- pero no se dónde.

-¿Quien?

-Mi pareja destinada- Mire a mi hermana -¿No lo sientes?

-Siento que el está a mi lado- Abrazo a su pareja, gire mis ojos.

-Iré al supermercado, quiero comprar cosas.

-¿Me traes unas papas? - hablo Emma

-No- Me puse un abrigo y caminé hasta el supermercado que estaba algo cerca de la casa.

Shinichiro entraba junto a un Beta, no se veía bien, tenía ojeras, Izana venia junto a Kaku, pero tal vez se irían cuando ya hubiera venido.

Patee la piedra que estaba en mi camino, suspire, seguía sintiéndome ansioso, busque mi celular, estaba ya algo tarde, pronto serían las 7 de la noche y comenzaría a hacer más frio.

Ayer había cumplido 18 años.

Kei me felicito por seguir virgen y soltero.

No le vi lo chistoso.

Entre al lugar, la presión en mi pecho me mataba, era como si estuviera aquí esa persona, me sentía nervioso.

Camine junto al carrito de compras, comencé desde la fila de alimentos en donde le compraría las papas a Emma, tal vez compraría algo de beber para ahogarme en mis penas por si no lo encontraba.

Me queje al ver que mucha gente estaba en el lugar de las bebidas, eso lo dejaría de ultimo.

Comencé agarrando varias cosas, productos para mi cabello, desodorante, me llamo la atención un perfume en forma de pato.

Dude en comprarlo, pero al final lo hice, observe una camisa con un estampado de bananas, tal vez se la regalaría a Tora, a medida que caminaba mi corazón latía más y más rápido, me costaba ya respirar.

El carrito estaba lleno de compras, cosas que valían para la casa y cosas que no, ahora el turno de el trago.

A pocos metros del lugar mi corazón empezó a latir incluso más rápido, tragué saliva, corrí de manera disimulada, si me veían correr me sacaban.

Y lo vi.

Tenía un abrigo largo café, portaba un traje, observaba unos vinos y en su canasta había un pavo, verduras y cosas para comer.

Mis ojos se fijaron solo en el automáticamente, sentí un revoloteo en mi barriga.

-Oye tu- Sus ojos negros me miraron, trague saliva- ¿Lo sientes?

Tenía miedo de que me dijera que no.

Tenía miedo de que enserio fuera mi pareja, y que su esposa o esposo llegara a su lado, eso me partiría el corazón.

Lo había encontrado, al fin, ¿dónde se había metido?, había pocas las personas que tenían a su pareja destinada, muchas veces su pareja ya estaba casada, algunos rompían con sus antiguas parejas para estar con la pareja que el destino les daba.

¿Pero si él no quería?

Se veía bastante mayor, aunque su rostro parecía de alguien de como máximo 20 años.

- ¿Ese sentimiento de tener mariposas en tu estomago? - su voz era algo ronca, pero suave.

Asentí ligeramente -Si, eso.

-Si lo siento- Me acerque a él.

- ¿Eres mi pareja, ¿no? lo mire a los ojos, era lindo, me había enamorado por primera vez y me sentía raro.

-No lose- sus respuestas eran secas, aun así, no parecía no importarle -Vamos a hablar en algún lugar-

{...}

-¿Tienes pareja? - me pregunto mientras comía un poco de su helado, a pesar de que hacía demasiado frio se sentía bien comer helado.

-No, ¿y tú? - Se llamaba Aleksey, tenía 25 años, era alguien bastante mayor para mí, y yo apenas era mayor de edad.

Por juzgar como come, habla y actúa se ve que tiene dinero, aun así, no me importa mucho.

-No- comí un poco de mi helado - ¿Que harás ahora?, digo, a muchas personas no le gustan sus parejas, no te pediré que te quedes, pero por favor hazlo.

-¿Porque quieres que lo haga?

Sus mejillas se tiñeron de rosa, hizo una tos fingida -No lose, es raro encontrar a su destinado en un supermercado.

Lindo.

-¿Nos casaremos?

-Si tú quieres.

-¿Me marcaras? - el me miro, quería que lo hiciera, estaba cegándome por el sentimiento en mi corazón.

-No por ahora- apreté mis labios -Cuando tengas 20 lo hare, la diferencia que tenemos no es tan grande, pero me dijiste que recién cumpliste 18.

-Ya no soy un niño.

-Lose, pero nuestras etapas son diferentes- En eso el tenía razón, la edad no importaba, pero una persona de 18 quería salir y disfrutar mientras que el pasaba en su trabajo.

-Digámosle a mi familia- el me miro, asintió -Yo quiero ir enserio contigo, te espere por mucho tiempo y ahora no te voy a dejar ir, me voy a casar, seré tu esposo, la madre de tus hijos y me quedare con todo tu dinero.

Tape mi boca con el final, el me miro y parpadeo unas veces, lo único que hizo fue sonreír y botar el helado vacío en la basura, su mano revolvió mi cabello para luego tocar mi hombro, pero la aparto.

Parecía no querer tocarme por miedo -Inténtalo- lo mire -No me casare contigo tan fácilmente.

-Te tendré diciendo "Manjiro, acepto ser tu esposo" y luego me dirás que me amas todos los días- El dio una sonrisa de lado mientras me miraba a los ojos, eso me puso algo nervioso y caliente.

Mikey contrólate.

Agarre su mano, era cálida, sus dedos juguetearon con los míos, me sentí nervioso cuando entrelazo sus manos con las mías, levante mi mirada para verlo, se veía tan serio pero sus mejillas estaban rosadas.

Llegamos a mi casa, el no soltó mi mano, pero luego lo hizo, sus ojos me miraron y luego busco a alguien con la mirada.

-¿Eres Sano? - Yo lo miré y asentí, soltó un suspiro pesado - Manjiro después de esto, necesitamos hablar.

-¿Paso algo? - Sentí miedo, mi abuelo salió junto a Shinichiro, al parecer el se iba, los ojos de Alek miraron a Shinichiro, tenía el ceño fruncido mientras que mi hermano parecía sorprendió.

-Es bueno verte de nuevo, Alek- Mi abuelo nos miró -Veo que deben de decir algo.

-Abuelo- Me sentía confundido -Es gusto verte también.

Mi Destinado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora