Mi Destinado.

Capitulo treinta y cuatro.

"-El príncipe y el príncipe Omega vivieron felices por siempre- Mi abuela cerro el libro, ese libro que me sabia de pies a cabezas por las incontables veces que ella me lo leyó.

Era un cuento de amor, un chico Beta que se enamoró de un alfa, ambos no podías estar juntos ni mucho menos tener hijos, el amor de ellos es tan grande que el príncipe Beta fue hacia donde una hechicera para hacerlo Omega, eso sí, el príncipe alfa no tendría recuerdos de él, por lo que el príncipe Omega tendría que enamorarlo de nuevo.

- ¿Algún día tendré a mi pareja? - Mi abuela sonrió.

-Claro- Mi abuela era Alfa dominante y mi abuelo Omega, mi abuelo había muerto hace unos años, dos años después de que yo naciera, para ser exactos. - Serás un lindo príncipe alfa.

Me acurruque en sus brazos, era caliente, una temperatura exacta y agradable.

-Abuela, te quiero mucho- Ella me sonrió.

-Te quiero mucho más, mi pequeño Alek.

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- ¿Cual quieres que te cuente? - Hablo mi madre.

-Este- agarre el pequeño libro que me leía mi abuela, era de ella, pero yo lo tenía en mi habitación.

-Alek, ya te han leído ese libro más de mil veces- Mi abuela entro a la habitación.

-Ese es el favorito de Alek, Karin- Mi abuela se sentó a mi lado, toque su mano, caliente.

- ¿No te gusta otro? - negué con mi cabeza, mi madre sonrió, mi padre entro a la habitación a los pocos segundo a presenciar lo que pasaba.

-Bien, leamos ese.

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- ¿Mi mami no me quiere? - Mi abuela toco mi rostro, limpiando las lágrimas, mi madre se había ido con Riuk dejándome solo con mi padre y mi abuela.

-Claro que te quiere- Mi abuela estaba enojada, sentía sus feromonas, pero no podía olerlas- Solo está mal de la cabeza- Ella me miro- Ya no llores mi niño, yo siempre estaré contigo.

-Abuela, me gusta estar en tus brazos- Hable- eres muy suave y caliente- Los abrazos de ellas dos siempre me gustaron, me hacía sentir seguro, mi abuela y mi madre eran mi lugar seguro.

-A mí me gusta abrazarte, eres tan pequeño, encajas muy fácil en mis brazos- Dejo un beso en mi mejilla- ¿Quieres comer algo?

-Galletas.

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-Eres un alfa- Mi abuela estaba en su cama, mis ojos miraban al suelo, mi padre lloraba- Lose, cuando tu padre tenía tu edad era como tú, así mismo, no tengo dudas...Alek serás un alfa- ella me sonrió.

-Abuela dijiste que siempre estarías conmigo- La mire con mis ojos llorosos- No te vayas de mi lado- Ella me extendió sus brazos con las ultimas fuerzas que le quedaban, sus manos ya no estaban calientes, ni su cuerpo.

Se sentía algo fría- Siempre estaré contigo Alek- apunto a mi corazón- Aquí.

Sus lágrimas brotaron haciendo que las mías salieran igual- Abuela..

-Estoy orgullosa de ti, mi niño, te seguiré observando...algún día conocerás a tu omega. - Mi abuela agarro fuertemente mi mano- te quiero mucho, mi niño.

-Yo te quiero mucho más abuela- El sonido del aparato dio un pitido largo, mi padre me abrazo- Abuela- toque su cuerpo sacudiéndolo de un lado a otro- Padre...mi abuela..ya no me habla- El me abrazo, no era tan caliente como mi abuela.