Capitulo treinta y cinco.

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Narra samantha.

-Alek- Gemí al sentir su semen dentro de mí, el chico encima mío se hizo aun lado.

Ni siquiera llegue a mi orgasmo.

-Soy Alex- Hablo el chico.

-Se me trabo la lengua- Me vestí rápidamente y salí del lugar, había estado con chicos con nombres casi iguales a los de Alek, "Axel, alec, alex", lo que sea, solo que su nombre se pareciera.

Desde hace unas semanas había estado más pegada a Alek, dejando mis feromonas en él, pero Abi se daba cuenta, Toru igual, ambos esparcían sus feromonas en Alek dejando su olor en él.

Sabía que estaba peleado con Mikey, desde que llego a dormir a su oficina lo supe, esa era mi oportunidad, incluso me pinté de rubio el cabello ya que al parecer sus gustos habían cambiado.

Sin embargo, esta semana ha sido mi mala suerte.

- ¿Esta Alek?- Mikey se ubicó en mi oficina.

-Si, en su oficina- Él me sonrió, esa maldita sonrisa que me hacía entender que él era suyo.

-Lo sabía, pero quería confirmar- con eso se fue, giré mis ojos, creí que estaban peleados, aun así, Alek parece mantener distancia con él, había venido toda esta semana, preguntaba por Alek, si estaba en reunión se quedaba esperando, a Alek no parecía molestarle, después de todo era su omega, su esposo y el padre de su futuro hijo u hija.

Aun así, no me daría por vencida.

-Ya te dije- Mikey regaño- No hare nada que ponga en riesgo la salud del niño, yo lo quiero tener.

-Igual..me preocupaba, después de todo no querías al principio.

-Cambie de opinión- así que Mikey no quería ser padre- Seremos tres, necesitaremos comenzar a decorar su habitación, al menos con peluches.

-Mientras no sean mucho patos- escuché la risa de Mikey, con eso solo me dirigí hacia el comedor, en donde posiblemente estarían todos comiendo sin embargo no fue así.

Como mañana Alek daba vacaciones por dos semanas, la mayoría andaba bebiendo y disfrutando su último día de trabajo.

Al volver a mi puesto se escuchaba todavía la voz de Mikey, me estaba empezando a irritar.


-Bien, ya saben, vacaciones por dos semanas y vuelvan al inicio de la otra- Todos sonrieron, finalmente el día de descanso había llegado, la mayoría seguía tomando y no sería la excepción, Toru se había ido antes de tiempo por lo que Alek permanecería solo, Mikey al parecer hoy no vendría, debía ser rápida en todo esto.

-Alek- agarre su mano, pero el me hizo soltarla- ¿Ocupado?

-No, solo firmare algunos papeles y me iré, ¿ya te vas?

-Aun no, quería ver si podías acompañarme a beber un poco- Moví las cajas de cerveza que tenía en mi mano- Ha sido una semana difícil, al volver de nuevo las cosas se acumularan así que no tendrás tiempo de tomar un descanso.

Vamos, acepta.

-Claro- él sonrió- Solo un poco, debo manejar.

-Podremos llamar a un Uber si nos emborrachamos completamente.

Deje las botellas en su escritorio, el guardo las cosas para que no se ensuciaran, me miro para luego mirar las latas y abrir dos, dándome una a mí y agarrándose una él.

- ¿Como te ha ido? - Pregunte mientras tomaba de a poco, Alek al parecer estaba sediento porque la primera lata ya estaba vacía, agarro otra y volvió abrirla.

-Todo bien- Deje salir un poco mis feromonas, tal vez no lo notaria por el aroma del alcohol. - ¿Tu?, te he visto salir mucho.

Sonreí mientras daba leves vueltas en la silla. - Con amigos- mire su boca, la manera en cómo sus labios tocaban la lata, como su manzana de adán subía y bajaba al momento de tomar la bebida, sus dedos largos agarrando la lata.

Se veía bien, y con ese traje se veía aún mejor.

Alek y yo nos pusimos hablar más, cosas nada personales, sobre nuestros gustos, por como hablaba y sus mejillas rojas ya estaba ebrio, sabía que un alfa toleraba el alcohol, pero estas cervezas eran para emborrachar a uno, desabotone un poco mi blusa dejando ver el escote de mis pechos, el miraba su celular para luego mirar mi rostro, su mirada nunca bajo a mis pechos.

Solté un suspiro, mi saque el tacón de mis pies el cual subí y bajé sobre la pierna de Alek provocando que él se asustara.

-Lo siento, es una maña que tengo- Alek se hizo hacia atrás, mi pierna fue al suelo.

-No lo hagas eso conmigo- su mirada fue a mi escote- y abrocha eso, se te ven los pechos.

-Puedes mirarlo todo lo que quieras.

-No me gustan las chicas, prefiero a los chicos.

-Puede intentarlo conmigo, es bueno tener una primera vez con algo- me levante de la silla, Alek me siguió con la mirada para luego levantarse.

-Sera mejor que me vaya.

-No puedes- agarre su mano y lo tumbe al sofá que tenía en su habitación, hizo una mueca cuando lo tire, al estar ebrio y levantarse o hacer algo, todo veías que se movía, su cabeza fue hacia atrás, su mano toco su frente, soltó una maldición para luego ponerse bien.

-No vuelvas hacer eso- tenía los ojos cerrados mientras sus dedos presionaban su frente, comencé a sacar mi ropa, dejándola en el suelo, me senté rápidamente en sus piernas el me empujo, pero me puse todo mi peso en mis piernas, aun así, el me movió.

Tuve que abrazarlo por la cintura y volver a sentarlo- No te hagas el difícil, sé que quieres- presione mis pechos con los suyos, hizo su cuerpo hacia atrás manteniendo distancia.

-Samantha, te puedo despedir por esto, es acoso- me empujo nuevamente pero no cedi, lleve sus manos a mis pechos, hice que los apretara, saco rápidamente su mano. - Basta, ya párate, no quiero golpearte.

-Si me golpeas, solo harás que me excite aún más- el arrugo su frente, moví mis caderas, Alek soltó un jadeo el cual rápidamente silencio con su boca. - No hagas eso, me gusta escucharte, tu voz es bastante varonil, pero tus gemidos son entre suaves y roncos.

Lleve mi mano a su miembro, no estaba erecto, al hacer eso me giro quedando yo debajo de él, lo mire atentamente.

-Sera mejor que pares- jale su corbata, él se la saco y se levantó- Quedas despedida, no diré nada de esto, solo dañaría tu historial.

Arrugue mi frente- ¿Es por él?, ¿no? - el me miro- Mikey, esto, Mikey lo otro, ni siquiera quería darte un hijo- agarre su mano tumbándolo hacia mi- Yo puedo darte todo- toque su cuello, mi boca fue a su oído, se quedó quieto, no dijo nada su mirada parecía perdida, tal vez no le gusto que le recordara eso- Yo puedo darte un hijo Alek- deje un beso en su cuello, manchando su camisa y piel con mi labios- Puedo darte todo.

-Lose- el toco mi cuello, su mano paso suavemente por mi mejilla para luego volver a mi cuello, empujándolo al sofá, nuestras narices chocaron.

-Si- me acerque a sus labios- yo puedo ser tu esposa, Alek, puedo ser todo para ti.

-Pero no puedes ser Mikey- Él se levantó, rápidamente, ni siquiera se molestó en agarrar su corbata- Estas despedida, ven la próxima semana para entregarte tu expediente y el dinero que ganaste trabajando- Me quede quieta mirándolo.

Me rechazo.

Lo eligió a el sobre mí.

Siendo mejor que él.

- ¡Eres un imbécil! - tire mi tacón a la puerta el cual fue cerrada por él, mis lagrimas salieron.

No podía dejar que el me ganara, mire la habitación, una sonrisa apareció en mi rostro cuando observe la cámara que Alek tenía aquí.

Tal vez Mikey reciba un regalo de mi parte por ser un buen esposo.



Mi Destinado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora