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Hogar falso: Donde descansa el corazón.
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Valle de Bravo, México.
6:30pm
Él
Evocarla en pensamientos no era suficiente, recordar su voz ya no me llenaba, había huecos en mi cuerpo y hendiduras en mis manos que suplicaban por su presencia, buscarla en el reflejo de la luna en la piel marina no me era aplacante. Terminaría por perder la cabeza si no conseguía saber si se encontraba bien al menos.
—¿Tom?—Harry me nombró desde fuera de la habitación donde me había encerrado, oculto del mundo y pegado aquel balcón con la vista en aquel pueblo pintoresco y ruidoso, había espacio suficiente para ver la violencia en olas y el manto de montañas verdes, las casas eran desiguales por el terreno y las calles diminutas y rocosas, había una iglesia cerca en la plaza, las luces de la misma la iluminaban de arriba a abajo desde el suelo hasta los campanarios, a pocos metros de esto había un espectáculo deambulante de un hombre disfrazado de mimo, él no emitía ruido alguno, solo actuaba y la gente sentada en el suelo de alrededor reunida estallaba a carcajadas— ¿Tom?—su voz sonó incluso más lejana.
No quería huir de él.
—Aquí.— No hizo falta que alzará más la voz, el mellizo pelirrojo tiro de la perilla de la puerta de madera oscura sin disimulo alguno, esta se abrió y las bisagras emitieron un chillido por la antigüedad de las mismas.
—Te estaba buscando. —Enunció, no tuve el valor de girarme para verlo, así que me quedé ahí recargado sobre aquella barandilla negra con la vista en ningún lado.
—¿Cómo esta Sam?
—Lo sedaron otra vez, no va a despertar esta noche. —Escuché como Harry se acercó a mi, trayendo consigo su muleta golpeteando el suelo— ¿Cómo estas tu?—preguntó. La brisa de la noche era tibia y ruidosa, uno podía palpar las emociones que la gente depositaba en aquel lugar.
—Estoy bien si ustedes están bien. — Convéncelo.
—Mentiroso. —Harry convino, antes de que pudiera verlo, éste me golpeo con una masa suave y dura al mismo tiempo la cabeza. Me disminuí en mi sitio por un instante antes de girarme y verlo entre el limite del balcón y la habitación de luces apagadas con un pijama rojo y un burrito envuelto en plástico en la mano izquierda, llevaba la muleta debajo del brazo derecho y el alimento como arma, sus ojos fueron los primeros en encontrarme con cierto enfado— No nos mientas, ni te mientas, a nosotros no nos sirve que juegues a ser un gato enfermo.
—Harry Robert Holland si vuelves a hacer eso te voy a...—quise amenazarlo, empero no tenía nada que arremeterle, yo había sabido de él por los reportes que recibía, lo observé crecer en fotos y lejos de casa; no podía dañarlo, ya lo había perdido todo, ya había muerto incluso, no había absolutamente nada que yo pudiera quitarle.
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Redifícame: El Arte Supremo De La Guerra [Tom Holland y tú]
FanfictionEl destino del diablo y mafioso más grande de Londres, Thomas Stanley Holland y la suicida ___ West, se ha visto manchado por un pasado cruel y misterioso, dos traidores, dos amantes, dos enemigos, respuestas sin conjeturas; entender los errores de...