Capítulo 23

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Enfermo de estrés

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Ojo por ojo y todos terminan ciegos.

Ojo por ojo y todos terminan ciegos

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Él

"Tengo que contarte de ella, por qué jamás me he sentido así y no creo volver a hacerlo nunca"

me repite el niño que no fue, 

aquel niño hecho hombre que no fui capaz de ver crecer, 

los rizos de su infancia quebrantada me azotan más que las líneas en la piel, 

yo creí que el tiempo se había pausado para darme la oportunidad de enseñarle a correr, 

la suya es una figura delgada, de las comisuras de sus labios le efluían las raíces y de ahí las flores, 

sí me necesitó en el pasado no había evidencia alguna, 

le cambiaría mi vida entera por  dos lustros  junto a él.

Fuera y lejos de mí,

había conocido el amor como todos: 

Sin entenderlo, 

con la piel al aire y la caja del corazón abierta. 


—Harry, creo que me dará un infarto—. Advertí, sintiendo mi brazo adormecido, la acides estomacal y el dolor de cabeza roerme la razón. El pelirrojo de ropas húmedas hizo caso omiso a mis palabras, tirando de mi cuerpo hacía atrás hasta postrarme en el sillón rojo, sin apartar sus manos de mis brazos—. Estoy ocupado.

—Espera, antes de que te mueras te necesito—exclamó el pelirrojo, sosteniéndome en el sillón como si mi colera y mis ganas de matar a West disminuyeran con tal tacto—. Creo que me he dejado llevar, la he asustado, tengo miedo de que ya no quiera hablar conmigo, ni siquiera tuve la oportunidad de mostrarle que soy buena persona.

Gotas de rocío le pendían del cabello cual perlas a morir hasta sus hombros, lucía realmente preocupado, angustiado de haberse cerrado las puertas él mismo.

—¿Qué le hiciste?—le pregunté, mi cuerpo se encontraba inquieto, comencé a mover mi pierna izquierda con inquietud de arriba hacía abajo.

 De verdad que la mataría, la encerraría en un convento lleno de monjas que beben rompope y rezan todo el día, en un loquero con esas manos de fuego suyas atadas, en una torre llena de dragones, en un laberinto, en los confines del mundo...

Redifícame: El Arte Supremo De La Guerra   [Tom Holland y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora