Capítulo 10

558 73 71
                                    


┏━━━━━━━━━━━━━━━┓

De aquí en más, amor.

┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

RECOMENDACIÓN PARA ESCUCHAR MIENTRAS SE LEE: Fear of the Water I SYLM 

RECOMENDACIÓN PARA ESCUCHAR MIENTRAS SE LEE: Fear of the Water I SYLM 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Isla de Wight

7:45PM

Él

De aquí en más, de espaldas al consuelo la garganta ha de escocer en emociones, 

ahogado por el desespero, 

un par de piernas fueron el recordatorio lívido de que llevaba años sin dormir

y ni los años ni el cuerpo mienten, 

aquí sigue yaciendo un cuerpo ardiente, 

abrazado a aquellas  partes que aun sienten, 

se quema para aquellos que intenten decir que no llovió y que no se quedó para ver a las flores crecer tras el diluvio, 

al chico detrás del espejo, 

aquel de con la carne de las pantorrillas fina y los parpados pesados, 

el primero en abrir el telón y el ultimo en abandonar la escena, 

de aquí en más, un historia que ya no ira hacía atrás, amor.

Su cuerpo abrazaba al mío, me abrazaba con todas sus fuerzas, con todas las extensiones de su alma, incluso pude sentir el yeso de su brazo roto a la espalda,  su piel seguía tan fría como la primera vez que la toque, era tan suya y con un poco de suerte mía. Se separo apenas lo suficiente para encararme, incapaz de soltarla, ella hizo uso de sus manos para tantear mi rostro en la oscuridad de la noche orquestada por la luz blanquecina de la luna.

—Estas hirviendo. —Exclamó pasando la palma de sus mano sana por mis mejillas. Su voz, el tacto de su piel con la mía, su aroma, no había duda de que la confundiera en sueños si tal susodicha era tan irreal.  

—Tu estas helando—balbuceé cual niño, inmóvil, ella enredo sus dedos en mi cabello, tirando del mismo hacía atrás, arreglando los cables que me hacían cortocircuito. 

El mar azotaba el bote y la costa imparable, el agua que quebraba la costa llegaba a lloviznarme los brazos y la espalda, me acerqué a ella en silencio, la musicalidad a la que repercuten las olas me cobijo cuando termine uniendo mis labios a los suyos en un arrebato por probar del sueño. Había cierto olor a ceniza y nostalgia entre nosotros, incrustado en la humedad de mis ropas y la sal de sus labios. 

Redifícame: El Arte Supremo De La Guerra   [Tom Holland y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora