Escenarios con Dostoyevsky

Muerte en brazos de Fyodor

Se acabó la terapia.
Este cap es un pedido, la T/N muere en brazos de Fyodor por una enfermedad.

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La casa llevaba ya varios días triste, al entrar inmediatamente se apreciaba tristeza y preocupación.
Ya no había actividad alguna, los movimientos en la vivienda fueron reducidos a pasos de Fyodor de un lado a otro y toques en la puerta para entregar compras.
Y dichas compras solo eran medicinas.

Dostoyevsky ya se había encargado de que te trataran todos los médicos posibles, desde el más barato hasta el más caro, y solo obtenía la misma respuesta trágica.

Pero él no se rendía. Al principio de la enfermedad te hicieron una receta médica y se encargaba de que la siguieras al pie de la letra, aún con como se encontraba la situación él tenía la esperanza de que los medicamentos te hicieran algún efecto.

La enfermedad hacía que cada vez perdieras más fuerza, por eso Fyodor decidió tenerte en cama diciendo que era para acercar tu mejora.

Siempre se presentaba como alguien tranquilo y cálido ante ti. Pero detrás de esa portada se encontraba el más profundo terror acompañado de una tristeza indescriptible, Dostoyevsky ya ni siquiera se sentía un dios, ahora era como un niño pequeño llorando en la oscuridad, esperando que alguien prenda la luz para salvarlo, y negándose rotundamente a que esto no va a pasar.

Y tú sabías que era lo que te esperaba pero querías tranquilazar a Fyodor haciéndole creer que no.

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Dostoyevsky fue a la cocina a dejar un vaso que habías usado para tomar tu medicamento y rápidamente se dirigió a su estudio a tomar varios libros, todos marcados; cuando leía siempre señalaba frases, párrafos o capítulos enteros que cree que podrían interesarte o que le recordaron a ti.

Entró a su habitación con dichos libros, se sentó en una silla al lado de la cama para preguntar:

—Voy a leer algo, ¿le parece bien?

Una débil sonrisa salió de tus labios para darle a entender que sí. Ver esta expresión tuya pero apagada le destrozaba de verdad, aunque no hizo ningún comentario al respecto.

Y comenzó a leer, su serena voz transmitía una enorme calma. Le ponías más atención a él que a la lectura, recordando las veces en las que ambos se leían, pero esta vez solo Fyodor estaba leyendo.

—Te espero en otra vida cariño, esta no es la nuestra —leyó.

Sentiste tu corazón quebrarse, Dostoyevsky disfrazaba sus depresivas ideas con una dulce voz y una agradable lectura.

Él realmente quería comunicarse contigo, de una manera u otra necesitaba expresarte sus desgarradores sentimientos, como anteriormente hacía.

Cualquier cosa graciosa que hicieran en la Decadencia de los ángeles te lo contaba porque quería verte reír, y aunque odie admitirlo el también es humano, con bajos emocionales y momentos de estrés, en los cuales tú simpre estabas con él, para escucharlo y apoyarlo.

Ahora Fyodor tiene el mayor miedo que ha experimentado en toda su vida, el poder perderte en cualquier momento, y sentirse idiota por permitir que te pasara eso, e inútil porque solucionarlo no está en sus  manos.

Necesitaba sacar ese peso que aprisionaba su corazón, pero se prohibió decirte absolutamente cualquier cosa por tu propio bienestar; y leerte dichos poemas son un grito desesperado por auxilio.

Su lectura continúa y Fyodor entra en razón de lo que está haciendo, se siente culpable, así que terminando ese poema decide leerte algo romántico.