Escenarios con Dostoyevsky

T/N chico

JHDHAJS este pedido estaba demasiado bueno, no iba a quedar sin hacerlo.
•T/N se volvió chico por una habilidad.

🕯Persona que lo pidió manifiéstate🕯

                        𓆝 𓆟 𓆞

Estabas cenando con Dostoyevsky en un restaurante, lugar donde prefería llevarte a citas.
Todo marchaba de maravilla, hasta que de pronto viste que Fyodor miraba mucho algo que estaba a tus espaldas.

Un bocado y volteba, otro bocado y volvía a voltear.
Y no era curiosidad solamente, trataba de ver de forma muy detallada, al darse cuenta de tu mirada Dostoyevsky desvió sus ojos de aquello que veía.

Confundida te giraste a ver, pero no había nada extraño. Lógicamente se encontraban más personas comiendo, igual que ustedes.

Pero Fyodor estaba tan ensimismado viendo algo que ni siquiera se dió cuenta cuando te giraste.
En tus intentos de entender a tu pareja, una idea cruzó tu mente:

—Mira Fyodor, donde estés viendo otra chica te voy a... —comenzaste.

—En un momento vuelvo —te interrumpió levantándose—. No te muevas de aquí por tu seguridad.

Y se retiró de la mesa a la dirección que llevaba tiempo mirando. Pronto se perdió de tu vista.

Apenas lo dejaste de visualizar fuiste a buscarlo por si lo encontrabas con otra mujer, pero él no se veía por ningún lado.

De pronto sentiste un pequeño roce en el brazo, era una persona que había pasado junto a ti.
Lo ignoraste ya que seguro había sido un accidente.

Y no ibas a rendirte, así que bajaste las escaleras para ir a la primera planta del restaurante.
Luego de unos minutos lograste encontrar a tu novio, se dirigía hacia ti.

Pero pasó de largo, ignorándote.

Lo seguiste con la mirada. Fyodor se detuvo a hablar con alguien, pero las personas no dejaban ver con quien hablaba.

Comenzaste a caminar a donde Dostoyevsky, pero una chica se interpuso en tu camino, hablándote directamente.

—¡Hola! ¿Esperas o buscas a alguien?

Antes de responderle te diste cuenta que Fyodor ya no estaba donde pudieras observarlo.

Vagamente asentiste con la cabeza.

—Puedo acompañarte mientras esperas —sonrió la chica colocando sus manos en tus hombros—. ¿Gustas que te invite algo?

—No, muchas gracias —respondiste.

Pero no era tu voz, era una voz masculina. Miraste tu mano con confusión, que ahora ya no era pequeña y delgada, era muy grande y definitivamente parecía la mano de un chico.

Te separaste de la chica y con confusión sacaste tu celular para observarte en la pantalla.

Y no eras tú, o quizás sí, tenías las mismas facciones, pero ahora en un rostro masculino.

Sin saber como ocurrió esto, miraste alrededor del restaurante para ver si alguien más había sufrido este cambio, pero no hubo ninguna señal de eso.

—¿Ya llegó a quién esperas? —cuestionó la chica.

Ahora incómodo, por la situación solo negaste con la cabeza.

—Entonces vamos a la mesa donde yo estaba —canturreó alegremente la mujer.

Y antes de que pudieras reaccionar, tomó tu brazo para comenzar a dirigirse a otro lugar del restaurante.