Fyodor acepta que ama a T/N

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Y así es como renací de las cenizas...
HFUSKAHSHS No sé, pero ya voy a volver a actualizar como antes.
Recordatorio de que los pedidos se suben en el orden en que me llegan, entonces si les debo algo no entren en pánico.
Gracias por esperarme<3

                           ꪔ̤̥ ꪔ̤̮ ꪔ̤̱

Se da cuenta que de pronto su actitud contigo dió un cambio de 180 grados, su primer pensamiento es que te utilizará en alguno de sus planes y comenzó a manipularte sin estar conciente, ya que es algo que suele hacer.

Pero luego nota que es en extremo amable, algo totalmente innecesario si solo quiere manipularte.
Al ser alguien indolente en el aspecto emocional no buscará más explicaciones.

Eso solo cambia cuando alguien externo se lo dice, Fyodor sabe que es bueno ocultando sus planes y verdaderas intenciones de los demás, así que si otra persona se dió cuenta del cambio que tuvo contigo significa que es algo para preocuparse.

.
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Cierto día Dostoyevsky se encontraba en una cafetería lujosa con dos peliblancos, se supone que deberían estar hablando de asuntos confidenciales de terroristas, pero no era así.

¿Entonces finalmente cuál es el plan? —Preguntó Sigma preocupado.

—Y T/N es alguien sorprendente de verdad —dijo Fyodor dirigiéndose a Nikolai, dejando ignorado a Sigma—, por más que intento no puedo leer lo que piensa o lo que siente, nunca me pasó con algún otro humano.

Dostoyevsky...

Pero también es una persona extraña —continúa Fyodor—. Me trata de una manera muy amigable y nadie me había tratado así, ¿será un@ espía del millón de enemigos de Fukuchi? Tanta amabilidad es muy sospechosa...

—No creo eso Dos-Kun —habló Nikolai con tono alegre— Ni siquiera los payasos sabemos leer a la perfección el significado de las reacciones del público, pero tampoco le damos vueltas a ese asunto.

—Dostoyevsky, Nikolai, ¿entonces vamos a secuestrar a...? —pregunta Sigma.

¡Pero yo no soy un payaso, Gogol! —exclamó Fyodor.

¡Sí que lo eres! Le das vueltas y vueltas a toda la existencia de T/N y todavía te haces el que no te importa —fue la respuesta que obtuvo por parte del ucraniano.

—Es que no me interesa, solo me preocupo porque si es de un bando enemigo está accediendo a toda la información de la decadencia...

—¡Te estás contradiciendo a ti mismo, Dos-Kun! Yo nunca vi tal fenómeno y no esperaba verlo en ti, pero T/N te importa más de lo que quieres admitir y también...

—¿¡SI TENEMOS UN PLAN O TODAVÍA NO!? —Interrumpió Sigma.

—Estamos en asuntos más importantes ahora —dijo Nikolai para luego dirigirse a Dostoyevsky—: Eres un flojo de primera, pero para admitir que te gusta T/N no tienes que hacer nada de esfuerzo.

—Y para dejar de decir mentiras tampoco te tienes que esforzar —respondió Fyodor con una taza de té en la mano.

Aparentaba estar tranquilo, pero por dentro estaba repasando todo lo que sabe, incluyendo fórmulas matemáticas, con tal de encontrar una respuesta a lo que se le planteó.

No se interesaría en ninguna persona, porque nadie está a su nivel y no hay alguien que merezca tener el privilegio de salir con él, o siquiera un poco de su atención. Además, tener una pareja y tener que saludarla si quiera era algo cansado.
La decadencia ya lo cansaba mucho, no tenía que buscar más preocupaciones.

Con todo el peso del mundo admite que pasar tiempo contigo es agradable.

Llegó a su mente una ocasión en la que comenzaron hablando de una taza de café y terminaste dando mil argumentos de porque su plan no iba a funcionar.
Para sorpresa del anémico, mencionaste muchos puntos importantes que él pasó por alto.

Lo invade una sensación extraña, como una pequeña felicidad, pero no es parecida a aquella alegría de sus planes resultando exitosos, es un sentimiento muy distinto.

Además T/N podría estar pensando que tú eres de un bando enemigo —soltó Nikolai.

Inmediatamente se despierta el interés de Fyodor, algo muy notorio ya que se enderezó en la silla.

—¿Qué? ¿Porqué? —Cuestionó el anémico.

—Ya no te voy a decir, por llamarme mentiroso —se burló Gogol.

Fyodor se quedó mirando su taza de té, sin decir nada.

—Dijiste que tanta amabilidad es sospechosa, pero tú también eres muy amable con T/N —explicó Sigma.

Y solo lo dijo por molestar a Nikolai, por haberlo ignorado antes.

No es cierto...

Cuando estás con ell@ siempre sonríes y hasta te ruborizas —Estas palabras de Sigma fueron como un ataque para el ruso.

—¡Dos-Kun ama a T/N! Mira que si no le dices tú, le voy a decir yo, pero no nadamás a ell@, se lo voy a jurar hasta a los meseros que nos atienden —dijo Nikokai en tono cantarín.

—Por tu dignidad deberías de hacerlo Dostoyevsky —aconseja Sigma—. Porque conociendo al payaso es capaz de hacer que salga en las noticias.

¡Gracias por tu idea fiel ayudante!

Sonó un teléfono y Sigma contestó, puso una cara de miedo y le pasó el teléfono a Fyodor, que casi se queda sordo por los gritos.

¿¡DÓNDE ESTÁN!? SE SUPONE QUE IBAN A EXPLOTAR EL EDIFICIO HACE UNA HORA, ¡UNA MALDITA HORA Y USTEDES PERDIDOS EN EL HORIZONTE!

Cierto, se supone que se encontrarían en la cafetería para dirigirse a explotar un edificio y secuestrar al hijo de un millonario que se encontraba allí. Pero no lo hicieron y ahora Fukuchi estaba reclamando.

—Ay no, se nos olvidó —dijo en voz baja Gogol.

—¿¡CÓMO QUE SE LES OLVIDÓ!? ¡LO VAN A SOLUCIONAR YA PORQUE...!

Nikolai finalizó la llamada, pero podrían jurar que toda la cafetería lo escuchó.
Un mesero se acercó con miedo.

¡Me trae otro café por favor! ¡Aún estaremos más tiempo aquí! —dijo Gogol.

Y una hora más Nikolai estuvo insistiendo para que Fyodor aceptara sus sentimientos, aunque el ruso negara una y otra vez.

Y cuando Dostoyevsky regresó a su casa, ya estando solo, es cuando comienza a cuestionar toda su vida.

No se consideraría como alguien capaz de dar o de recibir afecto por muchas razones, pero cree que si se trata de ti podría hacer una excepción. Esto trae como consecuencia que siga pensando por demasiado tiempo.

Hasta que finalmente cae rendido y acepta que comenzó a desarrollar sentimientos por ti, sus desesperados intentos de buscar cualquier otra explicación lo fatigaron mucho, y aún así no la encontró  simplemente no existía.

Pero ese ya no era un problema que estuviera en su control, así que solo piensa lidiar con él.
Decidió tomar una siesta para recuperar energía, y al despertar comenzaría un elaborado plan para poder ganar tu corazón.

Escenarios con DostoyevskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora