20. Al Borde De La Muerte.

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La madre de Jano tardó en salir varios minutos. Pero cuando salió fue un golpe muy fuerte, ella salía pálida, miraba a un punto fijo del suelo mientras lloraba.

—Dinos que está bien, mamá —suplicó Charlet.

—Se ha complicado mucho la operación, a perdido muchísima sangre, me han sacado algo pero no es suficiente.

—Puedo entrar yo —se ofreció Charlet.

Clara negó acariciando su mejilla.

—No puedes hija, estás enferma.

Charlet se llevó la mano al pecho mientras comenzaba a llorar de nuevo.

—¿Qué tipo de sangre es?

—A+ —respondió Clara en casi un susurro.

—¿Quién le puede donar sangre? —Pregunté mirándola.

—Su mismo tipo de sangre o A-, O+.

—¿Y O-? —Pregunté con esperanzas.

—No lo sé, hija —respondió débil.

Corrí hacia una de las enfermeras.

—No puedes estar aquí, señorita.

—Solo vengo a hacerle una pregunta, mi novio necesita transfusión de sangre, es A+ y yo soy O- ¿se puede hacer con mi sangre la transfusión?

La mujer asintió rápidamente y me mandó pasar hacia una sala. Antes de hacer la transfusión me pidieron el carnet de identidad y firmar un papel de consentimiento.

En ningún momento pude ver a Jano, pero me hacía sentir mejor saber que la sangre que me estaban sacando iba a ser para poder salvarlo.

—Ya hemos acabado.

—¿Ya? ¿Con eso es suficiente?

—No, pero estamos en…

No lo dejé terminar.

—Siga sacando sangre hasta que sea suficiente por favor.

—Señorita, eso no es bueno.

—Por favor hágalo, saque más sangre.

El hombre me miró por unos segundos.

—Por favor, no hay tiempo.

El hombre asintió y siguió sacándome sangre. Al acabar me tuve que quedar tumbada en una camilla. Las enfermeras me trajeron comida, más que nada legumbres. Estuve esperando ahí dentro por más de una hora. Hasta que una mujer se aproximó hacia donde yo estaba.

—¿Cómo se encuentra?

Asentí con una sonrisa.

—Yo estoy bien, ¿él como está?

—Está estable, la transfusión fue todo un éxito, señorita.

Lloré de la alegría llevándome las manos a la cara. Ahogué un sollozo.

—¿Puedo verlo?

—No, ahora está en observación, pero tan pronto como sepa algo se lo comunico.

Asentí limpiandome las lágrimas. Me incorporé en la cama mirando hacia la puerta rezando por ver entrar a alguien que me dijera que ya podía verlo.

Mi teléfono sonó. Charlet me había enviado un mensaje.

—¿Cómo estás? Nos comunicó el enfermero que te sacaron mucha sangre.

—Estoy bien, ¿vosotros?

—También estamos bien.

Dejé el móvil a un lado de la cama. Me volví a tumbar mirando hacia el techo blanco de esa habitación.

Tipos de besos. +18 (1&2)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora