Esa fue la última conversación que tuve con Arlet. Me volví a encerrar en la casa del lago. Estos dos años habían siendo una completa mierda. Miraba de vez en cuando el chat de Arlet, rezando porque me hablara, yo no me atrevía a hacerlo, porque me había prometido volver a ser yo. Tal vez no era la mejor manera de estar haciendo las cosas, igual esta no era la manera correcta de arreglarme a mi mismo.
Una voz interna me decía que estaba siendo muy egoísta, que solo estaba pensando en mí y puede que tuviera razón, pero no encontraba otra manera, si yo no era feliz no podía pretender hacer feliz a Arlet.
Un mensaje llegó a mi teléfono. Era mi hermana.
—Iremos al museo ¿vienes?
—¿Irá Arlet?
—Claro, vamos los tres y si vienes tú los cuatro.
—Entonces no, yo voy cuando no esté ella.
—Jano, no deberías ser tan duro.
—Tan solo quiero que ambos estemos bien.
Bloqueé el teléfono y miré hacia la televisión apagada. Mi hermana siguió mandándome mensajes pero no tenía intenciones de contestarlos. Si una de mis maneras de desahogarme era pintando en este momento ya me estoy muriendo, pues por más que intente buscar algo para dibujar no encontraba nada. Cogí el móvil y busqué aplicaciones para dibujar, no era lo mismo pero de algo serviría, de eso estoy seguro. Comencé pintando cosas sin sentido, garabatos como dice Arlet, pero todo se fue transformando en palabras o dibujos llenos de dolor, como por ejemplo: una sonrisa triste, unos ojos llenos de dolor, palabras dolorosas que salieron tanto por la boca de Arlet como por la mía. Cuando me quise dar cuenta la pantalla del móvil antes blanca ahora reflejaba todo lo que tenía que soltar desde aquella mañana en la universidad.
Me había alejado de Arlet para no tenerla cerca y así poder arreglarnos, pero esto estaba siendo inútil, no la tenía cerca pero la sentía muy dentro de mí y eso es algo que nunca podría cambiar, nunca podría dejarla de sentir.
Salí de la aplicación y entré al chat de mi hermana.
—Nosotros salimos del museo a las siete, si quieres venir bien, si no pues bien también.
Miré la hora en la parte derecha de mi móvil, las seis y diez. Entré a la foto de perfil de Arlet, salíamos ella y yo dándonos un beso. Sonreí viendo la foto, acaricié la parte en la que estaba Arlet. Una llamada entrante apareció en la pantalla, al leer que era Harry lo cogí.
—¿Qué pasó?
—Tenemos un grave problema en el museo.
Fruncí el ceño al escuchar esas palabras.
—¿De qué problema me hablas?
—Del techo del baño, Jano, que está caído.
—Joder, es verdad.
—¿Se te había olvidado?
—Completamente.
—Había pensado en comprar unas placas de poliestireno.
—¿De poli qué?
Harry rió.
—De nada, da igual, lo compraré igual, pero necesito tu ayuda, Arlet y Charlet se han vuelto a poner raras.
—¿Raras de qué?
—No sé, ya sabes como son.
—¿Le pasa algo a Arlet?
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Tipos de besos. +18 (1&2)✔️
أدب المراهقينPRIMER Y SEGUNDO LIBRO. COMPLETA. Portada creada por: @-Luadxrkhold😍😍😍 ¿Alguna vez habéis escuchado hablar sobre el juego de: "tipos de besos"? Jano y Arlet, dos mejores amigos con una vida bastante común. En su vida no hay nada interesante has...