El sábado llegó. Todos estábamos justo enfrente de ese agujero, el ataúd de Arlet estaba siendo enviado hacia abajo. Me negaba a ello, negaba con la cabeza cerrando los ojos impidiéndome mirar. Caí al suelo, mis piernas ya no podían resistir tanto peso, sentía dolor, sentía que esto estaba siendo una de las peores torturas, una de las peores pesadillas. Sentí unos brazos rodear mis espalda.
—No puede estar pasando esto, Charlet, no puedo soportarlo, me duele muchísimo, esto duele mucho —sollocé abrazándola.
—Si alguien tiene que decir unas últimas palabras este es el momento —escuchamos hablar al cura.
Levanté la cabeza y me acerqué más al agujero.
—Te prometo que siempre viviré cerca de un lago, te prometo que nunca me olvidaré de ti, siempre te dibujaré para recordarte. Te amo, pequeña, espérame, pronto nos veremos, mi amor.
Me levanté y me alejé de allí. Caminé lentamente. No me fui hasta que el ataúd no estuvo enterrado, hasta que todos se fueron. Me quedé allí solo mirando hacia el nicho. Lo estaban colocando todo y yo lo único que podía hacer era llorar. Me quedé sentado justo enfrente, había algunas rosas que había dejado mi hermana o mi madre, Harry había dejado un gran ángel con un colgante que él mismo había hecho de la luna.
En el momento que se lo vi hacer él me dijo:
—Se que a ti te estará viendo desde el lago y yo se que a mi me ve desde la luna.
Acaricié ese colgante.
—Mi pequeña —susurré acariciando la pierda de mármol —. Siento que sin ti yo ya no tengo nada que hacer aquí, tú eras mis ganas de levantarme de la cama, y ya no te tengo conmigo ¿qué hago si tu perdida duele cada día más? Este dolor y vacío que tengo no se van a ir nunca —me levanté y me acerqué a esa pequeña foto que había enmarcada en la piedra —tengo miedo de olvidarte, Arlet, no quiero que tu sonrisa se borre de mi cabeza, tengo mucho miedo.
Acaricié la foto y le di un beso.
—Te amo, monja —susurré.
—Jano.
Me giré al escuchar la voz de Harry.
—Deberíamos volver. Está apunto de llover.
Y justo en el momento que él terminó de decir esa frase comenzó a chispear.
—Iré en un rato, déjame solo por favor.
Él asintió y se alejó de mí. Segundos después comenzó a llover con fuerza, haciendo así que mis lágrimas se mezclaran con la lluvia. No me importó empaparme de agua, no quería alejarme de allí. Miraba la foto mientras lloraba y la acariciaba.
Harry vino tiempo después y me llevó casi a la fuerza.
—No quiero alejarme de ella.
—Jano, no te puedes aferrar así a ella, te hará muy mal.
—¿Y qué quieres que haga, Harry? No quiero irme de aquí.
—Vamos, dormiremos en la casa del lago.
Miré una última vez atrás y caminé junto a él. Nos subimos a su coche y condujo hasta la casa del lago. El camino hacia esa casa fue silencioso y se me hizo eterno. Al llegar bajé del coche y corrí hacia el lago, justo en el sitio donde Arlet y yo hicimos el amor por primera vez. Me senté allí acariciando el lugar donde ella había estado tumbada. Miré hacia el frente y sonrei al ver el lago brillar.
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Tipos de besos. +18 (1&2)✔️
Teen FictionPRIMER Y SEGUNDO LIBRO. COMPLETA. Portada creada por: @-Luadxrkhold😍😍😍 ¿Alguna vez habéis escuchado hablar sobre el juego de: "tipos de besos"? Jano y Arlet, dos mejores amigos con una vida bastante común. En su vida no hay nada interesante has...