Epílogo

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Una niña con hermosos risos dorados corría por el jardín mientras su padre la perseguía junto a Hayate negro y un nuevo cachorro que los Mustang habían adoptado.

Desde una silla en el corredor, Riza sobaba su panza mientras veía a su preciosa Mariam corriendo para no ser alcanzada por Roy. No cabía en felicidad y la dicha la había embargado una vez más cuando supo que esperaban un segundo hijo.

Ya habían pasado cinco años desde que se casaron, y era aún más feliz desde entonces. Aunque como en todo matrimonio habían altibajos, siempre lo habían sobrellevado con paciencia y amor. Y su pequeña niña siempre los colmaba a ambos de alegría.

Roy sería declarado el nuevo Fuery en unos meses, gracias a sus actos y su esfuerzo al fin había podido enderezar el país y conseguir su propósito.

-Mami mami mira.

-¿Qué pasa Mariam?

-Papi y yo encontramos una flor, es para mi hermano. ¿No es linda?

-Lo es mi pequeña.-dijo Riza.-Al pequeño Maes le encantará.

Llama eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora