Llama eterna.

Lluvia

POV Roy

El día siguiente en el trabajo fue normal. Muchas personas nos felicitaron a Riza y a mí por nuestra recuperación. Me las arreglé para conseguir muy poco papeleo y relajarme. Estaba lloviendo de nuevo.

Muchas personas se ríen cuando escuchan que el alquimista de fuego, que no le teme a los homúnculos, le tiene pánico a algo tan inofensivo como la lluvia. No tengo miedo de la lluvia en sí. Tengo miedo de cómo la lluvia me afecta. Como alquimista de fuego no soy capaz de usar la alquimia en la lluvia. Si fuera atacado mientras llueve estaría indefenso. No sería capaz de protegerme.

El sonido de la lluvia me recuerda a la vez que estuve a punto de morir en manos de cicatriz.

Hace un tiempo, en un día lluvioso, hubo un asesino Ishvalano conocido en el área como cicatriz. Él solo eliminaba a los alquimistas estatales. Cicatriz estaba en medio de una pelea con el alquimista estatal, Edward Elric, cuando los militares interfirieron. Y lo que quiero decir con "una pelea" en realidad es "a muerte".

Cicatriz pudo haber buscado a otro alquimista estatal, pero él iba a acabar conmigo. Rete a cicatriz y le entregue mi arma a la teniente Hawkeye.

-Coronel Mustang...- protestó ella. Pero no le hice el menor caso.

Cicatriz empezó cobrar vías de recuperación. Cada vez nos acercábamos más. De repente me quedé viendo como pasaba el brazo de cicatriz a centímetros de mi cabeza. Oí disparos y traté de voltear para ver quién me había dado una patada, y para mi sorpresa vi a Hawkeye.

-¡Oye Hawkeye! ¿Por qué deminios hiciste eso? -grité, sin dejar de manifestar mi enojo.

-Usted sabe tan bien como yo, que es inútil en días de lluvia. Por favor señor, quédese atrás.-dijo ella.

Quería estar enfadado con ella, pero tenía razón. Ella salvo mi vida.
Odio la idea de ser inútil, el pensamiento de tener que disponer de otras para que luchen por mí. Especialmente ella.

Ya era hora de que me fuera a casa. Soy consciente de que iba a tener que caminar a través de la lluvia. Justo cuando estaba a punto de entrar en el corazón de la lluvia oí una voz detrás de mí.

-¿Va camino a casa, señor?

Inmediatamente reconocí la voz de la teniente Hawkeye. Me di media vuelta y vi que tenía un paraguas y lo sostenía por encima de mi cabeza.

-¿Me permite caminar con usted?

-No es necesario.

-Creo que sí, señor.

Hawkeye sabía que odiaba la lluvia. Tal vez quería reír o solo preguntaba. No. Ella solo sabía que tenía miedo y decidió ayudarme.

-Está bien-.accedí al fin.

El paseo era agradable. Había pasado un tiempo desde que soy capaz de tomar un paseo con Riza. Ahora que pienso en ello, la última vez que tomamos una caminata, fue probablemente cuando estudiaba con su padre.

Ella es buena compañía. Yo podría hablar con ella durante días. Cada vez que hablo con ella, me parece perderme en sus ojos castaños. Riza Hawkeye es hermosa. Su largo cabello rubio dorado es impresionante. A pesar de que los cierra la mayor parte del tiempo, sus ojos de color coco marrón, son deslumbrantes, pero ella se niega a dejarlos brillar.

Su sonrisa ilumina toda la habitación, y sin embargo ella casi nunca sonríe. Esconde su belleza como si se avergonzara.

Llegamos y entramos al apartamento.