Sí acepto

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POV normal 

-¿Winry?   

Edward no podía creer lo que veía, Winry estaba ahí frente a él, mirándolo con una expresión de dolor en el rostro. Le partió el alma ver esa expresión en su rostro, y más aun sabiendo que él era el causante de ese dolor. No había huido de ella porque no la amara, al contrario, la amaba tanto que le dolía, pero él no se sentía con las agallas para casarse. Sentía que aún le quedaba mucho por descubrir, y temía que al estar casados, su matrimonio sufriera por culpa de su ausencia, tal y como en el de sus padres. A pesar de que su madre murió amando a su esposo, Ed sabía que la ausencia de este le causaba un profundo sufrimiento, tanto a ella como a él y Al, no quería ver a Winry sufrir, incluso sabiendo que definitivamente iba a volver a su lado. 

Ambos se miraron largo rato, ella lo miraba como queriendo decirle algo que le estrujara el pecho. 

-Ed yo...vine porque quería disculparme contigo.-dijo ella, dejando a Ed muy sorprendido.  ¿Por qué tendría ella que disculparse habiendo sido él el más cobarde de todos?

-¿Disculparte? Pero sí yo...

-No-interrumpió ella-sé que no fue buen momento, tú aún te estás acostumbrando a llevar una vida normal, lejos de las locuras de la alquimia y que asesinos vayan tras de ti, sé que hay mucho que quieres explorar y aunque sé que me quieres yo no podría... 

-Winry-dijo Ed tomándola de los hombros-mírame. No tengo nada que disculparte, yo no te quiero, te amo, y el que vinieras aquí a disculparte por mi estupidez solo hace más real la idea de que no te merezco. 

Edward alzó su barbilla y le dio un dulce beso, lleno de todos esos sentimientos cálidos que ella hacía florecer en él. 

-Te amo tanto.-siguió-Me fui porque me asusté, cuando me preguntaste si quería casarme contigo estaba tan sorprendido, te veías tan linda sonrojada- dijo sonriendo, al recordarlo, haciendo que Winry se sonrojara nuevamente.-pero me tomó por sorpresa, y aunque me emocioné, al instante comencé a pensar en lo injusto que sería que tuvieras que lidiar conmigo. Me asusté, y creí que con el tiempo quizá te cansaras de mí. 

Ella lo miró y su expresión cambió a un fingido enojo. "Tonto" le dijo mientras lo apartaba y cruzaba sus brazos, dándole la espalda. 

-Eso no me importa, nunca me ha molestado tu independencia, es más, me encanta eso de ti. Eres tan inteligente, y sin embargo te maravillas cada vez que descubres algo nuevo, además me encanta mi trabajo y tener mi tiempo sin ti. Me hace extrañarte y apreciar cada momento que estamos juntos. 

Sus palabras conmovieron a Ed tanto que no pudo resistir acercarse a ella y abrazarla por la espalda. Al principio ella se sentía tensa, pero luego él sintió como ella se relajaba. 

-Yo también te amo, te amo mucho Ed. 

Él sonrió en su cuello y la pegó más a su cuerpo.

-No sé que hice para merecer a alguien tan hermosa, dulce, inteligente y fuerte como tú. Me llenas de alegría y aún cuando te vuelves una loca endemoniada me encantas, adoro todos tus gestos y me encanta como te emocionas cuando ves algún nuevo aparato. Esa pasión que le das a las cosas...a veces siento que no te merezco. 

Ella se volteó y le echó los brazos al cuello, acomodando su cabeza en su pecho, escuchando los relajados latidos de su corazón.

-No digas eso, eres un hombre fantástico, y me subestimas si crees que podría ofrecerle mi corazón a un hombre que no lo mereciera. 

No dijeron más, tan solo disfrutaron del calor que ofrecía el otro.  

-¿Cómo supiste que estaba aquí?-preguntó él al fin.

Llama eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora