POV normal
-Esperamos verlos pronto.
-Nosotros igual, ojalá puedan pasar unos días con nosotros antes de la boda.-Dijo emocionada Winry.
-A Roy y a mí nos encantaría.
-Bueno, es hora de irnos. Fue bueno verlos, espero pronto las cosas entre ustedes sean más fáciles, se merecen ser felices.
-Muchas gracias Winry.-Respondió Risa conmovida.-Adiós Edward, cuídala bien.
Edward miró a su novia con dulzura y dijo: "Lo haré". Roy se notaba algo perdido en sus pensamientos, incluso se notaba algo molesto, pero se acercó a Edward y a Winry y se despidió de estos. Junto a su teniente los miraron partir en el tren.
Camino a casa, Hawkeye notó lo taciturno que esta Roy, pero pensó que debía darle su espacio y no dijo nada. Al llegar a la entrada del apartamento de Riza, Roy puso un pie en la entrada y se detuvo.
-Creo que esta noche debería quedarme en mi apartamento.-Dijo con la cabeza gacha. Riza lo miró y creyó ver un leve sonrojo en sus mejillas, pero su rostro estaba un poco arrugado, eso la confundió aún más. Supo que algo lo estaba perturbando, pero lo conocía bastante como para saber que no era el momento de interrogarlo.
-Está bien Roy, entonces, que descanses. Se despidió a pesar que apenas eran las 3 de la tarde.
Esperó a que este diera su respuesta para cerrar la puerta, no quería que notara que su ausencia esa noche le causaba pesar, se odiaba por haberse hecho tan dependiente de él, de su calor y su compañía, pero también sabía que no podía ser de otra forma.
Roy caminó con el ceño fruncido todo el camino, y maldijo a Edward y a sí mismo por lo bajo.
En el tren camino a casa, Edward y Winry iban felices de al fin haberse comprometido, y también estaban felices de por fin haber estado juntos. Ninguno de los dos soportaba ya la cercanía del otro sin desear tocarse, pero hasta el día anterior ninguno se había atrevido. Sin poder evitarlo, Edward observaba a la hermosa mujer que tenía al lado, tomó su mano y ella lo miró.
Ya se habían besado muchas veces, pero este beso fue diferente, por primera vez ambos sintieron el rose de sus labios como lo más precioso que alguna vez probaron, ese beso transmitía todo el amor, la pasión y el deseo que ambos sentían.
-Pronto serás mía por siempre.-Dijo Edward feliz.
-Claro, si a cambio tu eres mío por siempre.-Respondió ella sonriendo.
-No puedo esperar llegar a casa y poder estar contigo otra vez.
Algo confundida Winry respondió-Pero si ya estás conmigo...
Edward solo pudo reírse ante su respuesta. Amaba a su novia, pero adoraba la inocencia con la que le correspondía a pesar de que toda ella había despertado en él un deseo incontrolable por sentirla a cada instante, sabía que debía ser sutil, no quería que se diera cuenta de que la deseaba a cada instante, o lo golpearía por ser un pervertido.
-Ed...
-Sí Winry?
-¿Quieres besarme otra vez?-su pregunta enterneció a Ed
-Ni siquiera tienes que preguntarme.-Y la besó.
La besó suave y despacio, disfrutando del sabor de sus labios, a pesar de que quería comérsela ahí mismo. Tenía unas ganas tremendas de tomar uno de sus pechos, pero estaban en un tren y a pesar de que habían pocas personas, alguien podría verlos.
Podría seguir besándola todo el día, pero si seguía así pronto quedaría en evidencia lo que un simple beso le causaba. Cuando estaba decidido a parar, sintió como Winry puso su mano sobre su pierna derecha, y despacio la deslizó hasta su miembro. Lo acarició hasta que este comenzó a hacerse cada vez más grande. Aunque Edward estaba más que satisfecho estaba confundido.
-Winry-Logro decir con voz ronca.
Ella no prestó atención y siguió acariciándolo y besándolo. Sacó uno de sus pechos e hizo que Ed lo tomara. Un gemido salió de sus labios cuando Ed pasó su dedo por su pezón. De inmediato, Winry bajó el cierre del pantalón de Ed y sacó su miembro.
-¿Winry que haces?-Preguntó Edward excitado y confundido.
-No puedo esperar llegar a casa.-Dijo, y de un tiró bajó sus bragas, subió su vestido y se sentó sobre él. Edward la besó para callar sus gemidos, no podía creer lo que su "inocente" novia estaba haciendo Agradecía enormemente que los asientos fueran cabinas algo cerradas y que no hubiera gente en la parte frente a la suya.
-Winry...-la cabeza de ambos daba vueltas por lo excitados que estaban. Winry no dejó hablar a su novio y le metió uno de sus pechos a la boca, mientras se apoyaba de su nuca y sus hombros para moverse sobre Ed. Era una escena tan erótica, ambos estaban complacidos de lo que el otro les hacía sentir. Ya habiendo perdido el control, Edward sacó el otro pecho de Winry y lo masajeó suavemente. Con su otra mano tomó la cintura de Winry y comenzó a darle fuertes embestidas.
Winry mordía sus labios para no gritar, se sentía tan bien tener a Edward adentro, deseo que esa sensación nunca la abandonara. Se sentía avergonzada de haber cedido a sus deseos primitivos, no quería que Edward pensara que era una pervertida, pero lo era. Cuando la besó, a su mente vino la noche anterior, y en su mente se proyectó la imagen de ese largo y grueso miembro, estaba tan rojo que parecía que explotaría. Necesitaba sentirlo otra vez, pues la humedad ya la había invadido. Cuando se sentó sobre él sintió como si se llenara por completo, quería moverse desenfrenada sobre él. Sentir la boca de Ed sobre su pecho la descolocaba, pero cuando Ed la tomó y comenzó a embestirla, creyó que ya no podría soportar más placer, explotó, y Edward la siguió.
-Creo que ya no tendré problema en que pienses que soy un pervertido.-Dijo Edward cuando recuperó el aliento.
-Tendremos que visitar al coronel y a la teniente más seguido.-Contestó ella.-Acabo de descubrir que me encantan los viajes en tren.
Mientras tanto, Roy se encontraba disgustado en su departamento. No era que no quisiera pasar con Riza esa noche, pero se sentía imbécil e impotente. Cuando se enteró de que los mocosos se casaría, se alegró por ellos, pero no pudo evitar pensar que se casarían antes Riza y él, que Ed había tenido más valor en ir por lo que quería que él. Ciertamente estaban en situaciones diferentes, pero sentía que no estaba haciendo todo lo que estaba en sus manos para al fin vivir en paz con el amor de su vida.
Se preguntaba si podría cambiar las cosas, no le molestaría renunciar a su puesto, pero Riza no se lo permitiría. Jamás le pediría a ella abandonar su puesto, había trabajado mucho por él y se lo merecía. Qué podrían hacer, era la pregunta que lo abrumaba.
Sin duda encontraría la respuesta y le pediría matrimonio a su teniente.
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Perdón, la U me tiene sin vida. Espero lo disfruten.
PD: Esta vez, sin promesas.
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Llama eterna.
FanfictionLa historia se centra en la terminación del anime/manga. Roy y Riza siempre han tenido una relación muy especial e íntima, ambos sienten algo por el otro pero nunca han hablado de sus sentimientos, menos aún con las reglas de prohibición de las rela...