Atrapados

1.2K 90 33
                                    

POV normal

Era lunes por la mañana, por un lado Mustang había dormido como nunca, su fin de semana con Riza había sido lo mejor que le había pasado desde la primera noche que compartieron, se levantó de un ánimo muy especial esa mañana, incluso llegó temprano, algo muy inusual en él. Por otro lado, Riza se encontraba preocupada, temía que alguien los descubriera, aunque eso no evitó que su felicidad y los maravillosos momentos que pasó con Roy opacaran sus dudas, incluso se atrevió a sonreír para sí misma. Aunque las cosas en el trabajo seguían como de costumbre; Roy manteniendo su roll serio y Riza su perfil taciturno, se notaba un peculiar cambio de ánimo en nuestros dos enamorados, actitud que no pasó desapercibida por ningun miembro de su equipo.

-Se ve especialmente alegre esta mañana señor.-dijo un atrevido Havoc.-¿No lo crees Breda?

-¡Sí! Tiene la mirada de un angelito-dijo burlón, Breda.-Incluso llegó temprano. ¿Pasó buena noche, señor?

Esto hizo sonrojar a la teniente, quien se reprendió de inmediato por no poder evitarlo.

-Pasé una maravillosa noches, gracias. -contestó

Todos quedaron boquiabiertos con el comentario, pero su impresión solo duró unos instantes, pues si algo conocían ese grupo en entrometidos era la fama de mujeriego que tenía su superior.

-Madame habrá conseguido alguna chica nueva para ti.-dijo Havoc restandole importancia.

-Debe ser maravillosamente ágil como para que el coronel viniera temprano a trabajar, por su propia cuenta y de buen humor.

En ese momento Riza agradecía estar de espaldas al equipo, su cara no podía estar más roja, pero no sabía si era por el sonrojo que le provocó pensar en las noches con Roy o la ira de que sus compañeros creyeran que Mustang solo anduvo por ahí con una mujer que apenas conocía y ya le había calado tanto.

-¿Qué me dice usted teniente? También entró con muy buen aspecto hoy, ¿pasó un buen fin de semana?

Todos miraron a Havoc con compasión y asombro. En serio debía estar loco para decirle eso a Riza Hawkeye. Todos esperaban una mirada asesina o una gran y estruendosa bofetada, pero lo que vino a continuación fue aún más escalofriante.

-Eso no es de su incumbencia, Havoc-dijo girandose y dandole una gran sonrisa- le recomiendo que cuide sus palabras.

Riza salió de la oficina y dejó a todo el equipo desconcertado y a Roy ocultando una risita, sin embargo Havoc no se inmutó, y permaneció pensativo el resto de la mañana.

-No debiste decir nada. La teniente puede llegar a ser muy escalofriante.-comentaba Füery

-Sabes que Havoc es un imprudente.-contestaba Falman.

-Idiota, es lo que querrás decir.-dijo Breda

Así siguieron algunos comentarios más que fueron ignorados por Havoc, estaba serio, y su mente estaba en otros asuntos. Había algo entre esos dos que no querían decir. ¿Acaso habían tenido una aventura? Creía imposible de creer de Riza. A Roy se le podía justificar con una de sus tantas noches placenteras, pero la teniente no acostumbraba salir con nadie, ni mucho menos pensaba que hubiera estado con alguien de otra forma.

-Havoc, ¿qué te pasa? Haz estado ignorándonos toda la mañana.

-¿Eh? Lo siento muchachos.

-¿Podrías decirnos en qué piensas?

Havoc dió un largo suspiro y les aseguró que solo se encontraba algo distraído, pero que no había estado pensando en nada particular, sin embargo, no dejaba de pensar en lo curioso que sería saber qué se traían esos dos.
Los observó desde el otro lado de la habitación. Ambos se veían felices, pero trataban de evadir sus miradas y no se dirigían ningún tipo de gesto que indicara algo.

Por fin se acercó la hora del almuerzo, la teniente fue la primera en salir a almorzar, seguida por el coronel Mustang. Unos minutos después el resto del equipo hablaba tranquilo en la cafetería, pero Havoc se encontraba pensativo y taciturno. Luego de un rato vio cómo la teniente terminaba su almuerzo y se retiraba.

-Yo también debo retirarme, debo ordenar algunos papeles de inmediato, necesito salir temprano hoy.

¿El coronel ordenando papeles de inmediato? Era seguro, esos dos se iban a ver antes de que todos en el cuartel salieran de la cafetería. Havoc decidió esperar a que se alejaran para ir tras ellos, si algo sucedía entre esos dos debía saberlo.

Los siguió por el pasillo, pero en un momento un grupo de militares le interrumpió en paso y perdió de vista su objetivo. Maldijo por lo bajo y se dirigió directo a la oficina, si tramaban algo solo podían estar allí.

Entró directamente, pero solo encontró al coronel sumido en los papeles. Le pareció realmente curioso.

-Vaya que está comprometido con sus labores el día de hoy Coronel.

-Como dije Havoc, necesito salir temprano.

No se dijo nada más. A los minutos entraron Breda y los demás, seguidos por la teniente que había estado arreglando unos asuntos en el área de tiro con unos nuevos reclutas.

Así continuó la tarde, todos trabajaban y no sucedía nada interesante, pero algo le decía a Havoc que algo pasaba.

La teniente fue la primera en salir del cuartel, como de costumbre era la primera en terminar. Füery fue el segundo y luego salieron Breda y Falman.

-¿Havoc, no te vas aún?-preguntó Breda antes de salir.

-Solo necesito terminar algo, saldré más tarde.

-De acuerdo.

Solo unos minutos después Roy había completado su trabajo de hoy y había adelantado algo más del día siguiente.
¿A qué se debía su repentino entusiasmo?

Havoc no sabía porqué lo hacía, pero siguió al Coronel. ¿Qué esperaba encontrar? Después de todo no era asunto suyo lo que él hiciera.
Cuando estaba apunto de desistir de su plan lo vio dirigirse al apartamento de la teniente.
Eso encendió de nuevo su curiosidad.
Sabía que eran viejos conocidos, que eran buenos amigos. ¿Pero qué tan cercanos eran ahora?

Havoc se acercó a la ventana del apartamento de Riza, estaba cubierta por una cortina que le obstruía la vista, con cierta dificultad la apartó y observó a la teniente Hawkeye ya cambiada y preparando lo que imaginaba iba a ser la cena. Creyó que tan solo cenaría con Roy. No había nada de malo en eso después de todo.

-¿Qué demonios hago aquí?-se preguntó.

Dentro de la habitación se encontraba una Riza muy alegre, pocos habían sido los días en los que se sentía tan relajada, pero ciertamente Roy le alegraba cada minutos.
Este se encontraba tomando un baño para luego reunirse con Riza. Una cena juntos en casa era lo ideal luego de un cansado día de trabajo.

Se ruborizó por completo cuando sintió los fuertes brazos de Roy rodenadola por la cintura. Estaba tan solo en una toalla y sentía su piel húmeda a través de la ropa. Caían pequeñas gotas del aún mojado cabello de Roy. Ella se giró para mirarlo y la imagen la descolocó.

Se veía condenadamente sexy.

-¿Sonrojada Hawkeye?

Ella tan solo frunció en ceño por ponerse aún más sonrojada con el comentario. Lo había visto aún más desnudo otras veces y aún no se acostumbraba a tenerlo así frente a ella.

-Ve a ponerte algo, la cena estará en un rato.

-Claro, cariño.-sin poder evitarlo la besó y ella le correspondió con una sonrisa en los labios.

Se miraron unos segundos hasta que Roy miró a Riza pálida.

-¿Qué sucede? ¿No te gustó? -preguntó Mustang divertido.

-¡Havoc! -dijo ella señalando la ventana.

Y ahí estaba él, jamás pensó vivir para ver algo como eso. Estaba atónito.
No sabía si salir corriendo o qué... Lo supo hasta que vio como Mustang daba enormes zancadas hasta la ventana.

Llama eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora