Tu eres mía

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POV Roy

¿Quién se cree ese tipo para venir de la nada a traerle flores a mi teniente y llevársela de aquí? Y lo que es peor, ¿qué demonios pensaba cuando la dejé ir?

-La teniente se veía realmente contenta.-comentó Füery.

-Ah no es para menos, es un viejo amigo y compañero de la teniente. Jamás pensé que despertaría del coma.-dijo Havoc.

-Y el también se veía realmente feliz de ver a la teniente.-murmuró pícaro Breda.

No pude evitar fruncir el ceño.

-Me parece que aún tienen algo de trabajo.-dije arrastrando cada palabra.

-¡Sí coronel!

Todos eran unos tontos, aún podía escuchar como murmuraban y se reían entre ellos. Apuesto que sé lo que están pensando.

Pasó una hora y estaba algo molesto porque Riza aún no daba señales de llegar.

-¿Coronel no cree que la teniente debió volver ya hace tiempo?

-Eso ya lo sé Füery.

-Tranquilo niño, ellos están...recuperando el tiempo perdido.-dijo Havoc burlón.

-¡Se acabó! ¡No más papeleo hoy! ¡LARGO!

-Coronel, ¿está usted bien?-preguntó Falman asustado

-¡Sí, estoy perfectamente bien! Ahora fuera antes de que lo piense bien.

Quizá exageré un poco, pero la idea de ver a Riza con otro hombre me repugna. Era verdad que cualquier relación era prohibida, pero si nadie se enteraba no había nada que hacer.

No creería que Hawkeye fuera capaz, pero era cierto que alguien como ella no faltaría a cumplir sus labores tan solo por una vieja amistad. 

La idea puede que fuera muy exagerada, pero en ese momento la coherencia me importaba muy poco. Necesitaba saber donde se había metido Riza.

Tardé más de lo esperado, pero me los encontré hablando en un café. Riza parecía triste mientras lo escuchaba. ¿Qué le estará diciendo ese tipo? Entonces vi como él le tomó la mano y ella le sonrió más tranquila. ¿Pero qué demonios? La ira iba subiendo de a poco. Como quería correr hasta ahí y llevarmela.

Me contuve y los seguí un poco más.

Empezaron a caminar y no podía escuchar nada de su conversación, así que como pude me acerqué un poco más mezclado entre la gente y tras los árboles para poder escuchar.

  
-¿Te gustaría tener una cita conmigo el sábado?

-¿Una cita?

¿Una cita? Ese cretino... Al menos me reconforta la idea de que Hackeye no aceptará.

-Claro, me encantaría.

¿¡QUÉ!? ¿Qué demonios sucede? ¿Cómo podía hacerme esto? No podía permitir nada de eso.

Hackeye se estaba despidiendo y corrí a la oficina, rogando llegar antes que ella.

Llegué y me senté, di vuelta en mi escritorio y esperé. Cuando escuché la puerta le pregunté...
 
-¿Como cuánto tiempo son un par de minutos para ti Hawkeye?

-Señor, siento haberme retrasado. No volverá a pasar señor.-respondió ella sin expresión alguna.

-Oh claro que no teniente, no volverá a salir con él. Sabe muy bien que las relaciones entre militantes está prohibida.

Llama eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora