Llama eterna.

Plan intervención

POV Narrador.

La teniente y el coronel llevaban varios días comportándose de una forma extraña, no mantenían conversaciones entre ellos, se evitaban el uno al otro. Trabajaban en un silencio que resultaba incómodo para los demás compañeros de equipo. La tensión podía cortarse con un cuchillo.

Luego de la conversación con Gracia, Riza se mantenía pensativa, lejana, pero no encontraba respuestas para lo que la angustiaba, no podía discernir entre lo que era correcto o no. Creía que era egoísta poner sus sentimientos antes que su deber, pero al mismo tiempo pensaba que era injusto tener que sufrir por su honor y reglas.

En una esquina de la habitación se hallaba Roy, sumergido en la agonía que le había causado su amada teniente. 

<El detalle coronel, es que yo no lo amo.>

Esas palabras seguían persiguiéndolo a pesar de la carta de Grumman. Hawkeye estaba cada vez más distante, no encontraba la manera de hablar con ella. No intercambiaban palabra a menos de que fuera estrictamente necesario.

Ambos se encontraban en una difícil situación, pero no sabían cómo resolverlo.

-¿No creen que algo se traen? -preguntó Breda -Llevan días así.

-Hay que ser idiota para no darse cuenta de eso.- respondió Havoc.

-Debemos hacer algo, no pueden seguir así más tiempo, empiezo a ponerme nervioso, y me da miedo la teniente. Siento que si le hablo conoceré el infierno.-dijo Fuery.

-Creo que todos sentimos eso, niño.- aceptó Falman.

Todos se quedaron en silencio hasta que Havoc sonrió y dijo:

-¡Lo tengo!

-¿A qué te refieres?

-Simple pequeño Fuery, sé que debemos hacer para terminar con esto.

-¿Y qué estupidez estás planeando esta vez?-preguntó Breda.

-Los llevaremos a cenar- dijo Havoc, mostrando una malévola sonrisa.

-¡Oh vaya! ¿Ese es tu plan?

-Así es Breda. Todos sabemos por qué están así, al fin pasó. Uno de los dos habló de sus sentimientos, por eso ninguno puede mirarse.

-Quizá tengas razón, han estado bastante raros.-concedió Fuery.

-Pero, ¿y qué haremos exactamente? -preguntó Falman.

-Simple, tú invitarás al coronel diciéndole que iremos a tomar un par de tragos. Que eso le quitará el estrés del trabajo.

-¿Y qué hacemos con la teniente? Dudo que acepte ir por un "par de tragos"

-Esa será tu tarea mi querido Fuery, tú la invitarás.

-¿Cómo? ¿Yo? ¿Pe-Pero qué le diré?

- Le dirás que necesitas hablar con una amiga, que pasas por una situación difícil y necesitas un consejo.

Todos lo pensaron un momento. No estaban del todo convencidos.

-¿Y qué pasa si cuando se encuentran uno de los se marcha?-cuestionó Breda.

-Estaremos vigilandolos, si uno de los dos intenta marcharse, entramos y decimos que nos retrasamos. Que encontramos a Fuery en el camino que decidimos traerlo con nosotros.

-Increíble que todo esto saliera de ti.-dijo Falman.

-¡Vamos! No perderemos nada.

Al terminar el papeleo empezó el plan. Mientras la teniente se despedía Fuery la alcanzó en la puerta.
Aunque no muy convencida, Riza aceptó la invitación.