Acero y fuego

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POV normal

-Por supuesto que no diré nada, me ofende que me lo preguntes.-contestaba Havoc.

Luego de que este se hubiese enterado del romance entre Roy y Riza, el primero había insistido en que jurara que no diría nada.

-Aún nadie debe saberlo, las cosas se arruinarían.-decía Roy

-Necesitamos tu discreción.- decía Riza más calmada.

-No diré nada, se bien que eso no me corresponde.

-Bien. Ahora me gustaría saber porqué demonios estabas espiando por la ventana de Riza. ¿Qué hacías aquí?

-¡Oh vamos! Ustedes no tiene una relación normal, siempre ha habido química entre ustedes y últimamente los noté más raros de lo normal. No puedes culparme por ser curioso.  

Ambos se sonrojaron levemente, y a Havoc le pareció muy tierno.

-Bueno, ustedes no tienen remedio. Ya me voy, les deseo lo mejor.

-Confiamos en ti.

-No debes preocuparte Hawkeye, todo saldrá bien.

Hayate persiguió a nuestro amigo hasta la puerta y se despidió con una húmeda lamida en su rostro. Antes de cerrar la puerta dio una última mirada al apartamento y vio como Roy atrapaba a Riza entre sus brazos y como ella se acurrucaba. Parecían unos niños aprendiendo qué es amar.

-Cuidalos bien Hayate, ahora son una familia.

A la mañana siguiente, ambos despertaron juntos. Se dieron un cálido beso y se abrazaron por unos segundos.
Riza lo resguardó en su pecho mientras pasaba sus dedos por el suave cabello de Roy.

-Amo despertar y tenerte a mi lado, ya no me levanto de mal humor.

-Quizá, pero si seguimos así me acostumbraré a llegar tarde al trabajo.

-Un poco más, aún estás a tiempo de llegar temprano.

Roy la besó apasionadamente, y ella le correspondió un momento, pero luego recordó que debía alistar sus cosas.

-Roy, debemos levantarnos ya. Sabes que quiero quedarme, pero no es posible.

-Sí, tienes razón-contestó con evidente decepción-a veces desearía pasar más tiempo a solas.

Ambos desayunaron y se alistaron. Por precaución, Riza salió unos minutos antes.
Era un hermoso día soleado, el aire se sentía más fresco de lo normal. La teniente tomó una gran bocanada de aire, llenando sus pulmones de aquel aire matutino.
Llegó a la oficina más pronto de lo pensó.

-Buenos días.-les dijo a todos

-Buenos días teniente.-respondieron todos, menos Havoc, quien no pudo evitar darle una mirada cómplice.

-Buenos días Hawkeye, hermoso día el de hoy ¿no?

Ella solo sonrió y asintió con la cabeza.

Todos se pusieron a trabajar, ya eran más de las 10 y no había rastro de Roy. Comenzaba a preguntarse si se habría dormido, aunque lo dudaba pues antes de salir él había quedado desayunando. De repente no pudo evitar preocuparse y pensar si le habría ocurrido algo de camino. La tentación de ir a buscarlo era cada vez más necesaria.

-Teniente, ¿no sabe algo del coronel? Últimamente ha estado viniendo más temprano de lo usual, y de repente me parece extraño que no haya llegado.-preguntó Falman.

-Pues...no sé donde está.

-Debe estar con madame.-contestó Breda con una mirada que hizo que a Riza le hirviera la sangre.

Llama eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora