PVO Riza
Aunque ahora mismo no lo aparentara, a largo plazo ambos veríamos que era lo correcto. Amo a Roy como a nadie, incluso más que ami vida, pero no podía contemplar una relación entre nosotros a demás de la profesional. Podíamos ser confidentes, pero no amantes.
Admito que en sus brazos me sentí la mujer más dichosa del mundo, admito que anhele algo así con él. Y aunque no me arrepiento, quizá no fue lo mejor. Me pregunto cómo será nuestra relación a partir de aquí.
No estoy segura de que él me ame en verdad, pero me lleno de tristeza ver su rostro lleno de desesperación. Salí de la habitación cabizbaja y taciturna.
Pedí el resto del día. Necesitaba pensar. No, pensar no, necesitaba despejarme. Los acontecimientos eran muy abrumadores, incluso para mí. Necesitaba olvidarme por un momento de todo eso.
Caminé hasta a mi apartamento para ir por Hayate negro, me recibió con su tierna mirada y sus pequeños saltos. Hayate había estado en casa de Füery mientras me recuperaba con Roy, pues temía por su cuidado, tomando en cuenta mi estado y la locura de Mustang.
Logró derribarme y empezó a lamer mi cara-Quieres ir a visitar a una vieja amiga?-Me contestó con un ladrido. Tomé una ducha rápida y fui por la correa de mi pequeño amigo. Estando ambos listos nos dispusimos a emprender el viaje. Caminamos unos 15 minutos hasta llegar a nuestro destino.
Cuando estuvimos en la entrada dudé un poco antes de tocar la puerta.
-¡Oh Riza, qué gusto verte! Pasa, hace mucho que no vienes por aquí.
-Gracias, quise pasar a ver cómo estaban.-me adentré en la casa y pude sentir el olor a pan en el aire. Aspiré el cálido aroma.
-Jooooo, Señorita Riza, se ve hermosa.
-Lo mismo digo de ti, Elicia.-Ella me sonrió y yo a ella. Sin duda era una niña encantadora
-Querida quieres ir a revisar el horno, solo mira por la ventanilla.
-Claro mami.
-Ha crecido bastante.-le dije a Gracia ya a solas.
-Así es, cada vez se parece más a su padre. No solo en apariencia, tiene su mismo coraje y corazón.
-Hughes fue un gran hombre, dio todo por su país. Y tenía a su lado a dos maravillosas personas que le daban motivo para seguir.-Ella solo sonrió un nostalgia.
-No hablamos mucho de su padre, aún es doloroso, pero no es esa la razón. Elicia se ha negado a recordar a su padre. De vez en cuando mira su foto, pero siempre busca alguna distracción. }Ahora me ha pedido que le enseñe a cocinar. Hacemos pan y otras cosas, aunque aparente felicidad, ha perdido brillo en sus ojos. Yo...no sé como hablar con ella. Es tan pequeña.{
Me parecía terrible que una niña tan pequeña haya perdido a su padre de esa forma.
-Me gustaría hablar con ella.
Gracia aceptó y me dejó a solas con ella en la cocina.
-Eso huele delicioso. ¿Qué es exactamente?
-Oh, es pan de naranja. Mamá me enseñó a prepararlo, pero no puedo sacarlo yo sola.
Sin pensarlo saqué el pan del horno, olía aún más exquisito de cerca. Elicia preparó un pequeño juego de té y nos sentamos a conversar. Hayate iba de un lado a otro persiguiendo a una mariposa.
-Oye, qué tal te va en la escuela?
-Muy bien.-me dijo con una sonrisa-Soy la primera de la clase.
-Eso es estupendo.
Comimos un poco y decidí tocar por fin el tema.
-Sabes, hace poco hablé con tu padre.-Ella solo bajó su mirada.
-Es imposible, papá está muerto.
-Lo sé, pero lo vi en un sueño.-Ella alzó la mirada, ilusionada.-Me preguntó por ti, se veía triste, él cree que lo has olvidado.-La miré a los ojos.-Pero yo no creo que sea así.
La niña comenzó a llorar en silencio, luego corrió a mis brazos y sentí su frájil cuerpo siendo víctima de los sollozos.
-Lo extraño mucho, pero recordar que ya no lo veré es muy triste. No quiero estar triste.
Dejé que llorara, y cuando se calmó aparte su rostro y la hice mirarme.
-Eres una niña muy valiente, pero te diré una cosa. Tratar de olvidar no es la respuesta. Tu padre fue un gran hombre, y te amaba a ti y a tu madre muchísimo. Debes estar orgullosa de él. Se fue dándolo todo por su país. Por protegerlas, así es como debes recordarlo.
Luego de esa charla su semblante cambió, se le veía animada. Un rato más tarde se nos unió Gracia.
- Eli, ya es hora de que vayas a hacer tus deberes.
- Sí mami, ahora voy.
-Es una niña muy buena.-dije, cerrando los ojos y dándole un sorbo a mi té.
-Lo es. Es una niña muy noble.
-Señorita Riza, ¿podría llevar a Hayate a mi habitación?.-preguntó ella antes de abandonar la habitación.
-Bueno pues, pregúntale a tu madre, si ves que no te va a distraer puede acompañarte.
-¿Mamá?.-preguntó ella con un inocente brillo en sus ojos. Sonreí ante el acto.
-Está bien, de todos modos iré a ver tu progreso en un rato.
Luego de que la niña saliera nos quedamos un rato en silencio, y de pronto Gracia me preguntó.
-Y cómo sigues? Escuché de lo que sucedió, quería ir a verte, pero me fue difícil.
-No te preocupes, estoy mucho mejor.
Ella sonrió y dijo-Fue una suerte que el coronel estuviera en el momento justo, y cuando estabas en el hospital...estaba muy alterado, creyó que te perdía. Fue muy difícil calmarlo.
Abrí los ojos por la sorpresa, definitivamente eso no lo sabía.
-Roy estuvo aquí?
-Así es. Uno o dos días luego del accidente vino aquí, se encontraba muy triste. Y cuando te recuperaste, recuerdo que pasó por aquí para pedir mi opinión sobre ropa, aunque creo que no me equivoco si digo que hizo de las suyas.-recordó riendo.
-No lo sabía.-Dije y ella me miró, algo más seria.
-Dime Riza, tú también lo amas no es así?
-Eso no importa.-contesté de inmediato.-Tan solo tengo un deber con él.
-Pues te equivocas. Además, estoy segura de que mientras conviviste con él te cuestionarse a ti misma. Ambos se necesitan.
-No, él no me necesita, y estoy segura de que pronto se olvidará de mí y podremos seguir con nuestros deberes. Él luchando por la patria y yo ayudándolo a hacerlo.
-A veces lo que nos parece lo correcto en realidad termina por aplacar tu espíritu. No tomes una decisión tan importante a la ligera. Sé lo que te aflige, pero ya encontrarán una forma.
Gracia era una de las pocas personas que tenían mi confianza. Y quizá tuviera razón, amo a Roy como jamás podré amar a nadie. Pero cómo sabe que él siente lo mismo, y qué debería hacer si así fuera.
Quizá debería hablar con él.

ESTÁS LEYENDO
Llama eterna.
Fiksi PenggemarLa historia se centra en la terminación del anime/manga. Roy y Riza siempre han tenido una relación muy especial e íntima, ambos sienten algo por el otro pero nunca han hablado de sus sentimientos, menos aún con las reglas de prohibición de las rela...