Falling for U #3: Love's Just a Feeling [NanaGo] [Jujutsu Kaisen]

21. Segundas Oportunidades

como arruinar tu vida: la entrevista

Nanami Kento <nanaminkento28@gmail.com> 21/03 8:23 p. m.

Para Gojo Satoru

Tenía solo cinco años cuando mis padres se separaron, o mejor dicho, tenía cinco años cuando mi madre decidió que no iba a soportar por más tiempo al demonio que tenía por esposo y tomó nuestras cosas para irnos a vivir a Hokkaido, a fin de llevar una vida más tranquila.

A pesar de mi corta edad, comprendí que era una situación difícil, y me prometí a mi mismo que nunca le daría problemas a mi madre. El hombre al que me niego a llamar padre, era un tipo muy violento, además de alcohólico, por lo que a pesar de que ya no estaba cerca, yo seguía teniéndole miedo. Luche en silencio contra las pesadillas que me persiguieron por varios años y el temor persistente de que nos encontrara y me golpeara como castigo, como había hecho muchas veces antes.

Hasta donde creo recordar, ese hombre era alguien adinerado, aunque no rico, pero jamás he visto un solo centavo de su parte. En cambio, he pasado la mayor parte de mi vida mirando los precios en el supermercado para no pasar el presupuesto y persiguiendo cualquier tipo de ofertas...

Gran parte de mi supervivencia se lo debo a la familia de Haibara, quienes han sido amigos de mi madre por muchísimos años (y también fueron quienes la alentaron a dejar ese tipo). Por ello, cuando Yu se negó a aprender el oficio de su padre a los diez años, me ofrecí a tomar su lugar, aunque no me gustaba la idea de ser panadero, le cogí cariño y lo encontré reconfortante.

A los catorce (noveno grado), escuché por accidente a mi madre hablando con los padres de Yu. Me enteré que ese hombre tenía una nueva familia, un nuevo hijo al que le daba todo lo que yo quería y no podía tener. Comencé a odiar a mi padre, a su dinero y al maldito pueblo de Hokkaido en el que las oportunidades no se te dan, sin importar que tan duro trabajes.

A medida que el enojo se convirtió en violencia, comencé a tomar malas decisiones: intenté beber, pero el alcohol me recuerda a mi padre así que lo cambié por los cigarrillos, deje de trabajar en la panadería (el padre de Haibara estaba tan triste). Me uni a la recien formada pandilla de Mahito y acabe metiéndome en cada pelea que se me cruzaba, así fue como me gane el apodo del Destello Negro.

Haibara me siguió a todos lados, por su puesto, a pesar de que le dije mil y una veces que no lo hiciera, pero el tonto pensaba que eramos cool. No pude hacer demasiado para detenerlo cuando yo mismo estaba descarriado. Ingresamos a la preparatoria de puro milagro, cuando mis profesores notaron mi apatía por la vida intentaron intervenir. Choso se dio cuenta de que me autolesionaba e intentó hacer lo que pudo para ayudarme, los ignoré a todos, por supuesto. Entonces ocurrió la tragedia, un grupo de otra preparatoria que nos había estado molestando durante meses, nos siguió hasta el pueblo, recuerdo que corrimos como locos con tal de alejarnos de la panadería, eran seis contra dos, Yu terminó siendo apuñalado frente a la casa de Toji Fushiguro... A veces, cuando cierro los ojos, todavía puedo ver la sangre saliendo del cuerpo de Yu, pero las pesadillas me recuerdan que no debo volver por ese camino.

Pedí ayuda y también pedí perdón, a Yu, a sus padres, a Choso, a los profesores y a mi madre, quién ya estaba asustada porque no sabía cómo ayudarme, todos me dieron una segunda oportunidad...

Poco más de un año después del incidente, las cosas comenzaron a ir mal de nuevo. Cambiaron a la terapeuta escolar y la nueva dijo que en realidad no me gustaba la cocina y que creía que sí porque era el único lugar donde parece que tengo el control de todo. Puede que eso sea verdad, pero lo dijo de una forma tan dura que sentí como si el mundo que había estado construyendo fuera de arena que desmorona cuando sube la marea.