Capítulo 21

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03/04/15

Recuerdo con claridad lo que pasó esta tarde en el Planetario. Lo último que escribí fue hasta que él me vió.
Estaba con una remera de Three Days Grace, un pantalón muy negro, le colgaban de él cadenas de los dos lados del pantalón y llevaba unas Converse super sucias, con los extremos blancos dibujados con el símbolo de BMTH en una y en la otra la estrella de BVB. *No es mala idea O.o*. Se tiñó el pelo de azul oscuro. No cambió mucho, aún lo pude reconocer a distancia e.e , ni que fuese a olvidarme de mi trauma.
En fin, a mí me reconoció también.
Se acercó a mí con cara de pocker, no sé qué habrá pensado al volver a verme. Ni siquiera mencionó nuestro primer encuentro. Sólo me pidió la remera y entabló poca conversación, lo cual me daba igual. Él quería su remera, y yo se la devolví. Mejor, no es de esos adolescentes en hiperpubertad que quieren *ejem* a cualquier chica que ven. Curiosamente es el primero que conozco, si es casualidad me da igual, aunque deberían haber más así.
Que piensen con el cerebro y no con otra cosa. Qué más esperaba, no nos conocemos, él tiene su vida y yo la mía.

Otra vez estoy en una parada de colectivo esperando hace casi una hora. Por qué mierda nunca puede llegar rápido un colectivo.
Wait, (paren) está volviendo Johnnie? Si ya le dí su remera de Alesana.. Que estúpida que soy te va a ver.

* Escribe las últimas palabras frenéticamente, y guarda la lapicera y el diario torpemente en su morral negro azabache.
Johnnie se acerca nuevamente a la chica del raro encuentro y se aproxima. Con su usual cara de pocker, inexpresiva ante ojos desinteresados, no la deja de observar hasta llegar a su encuentro.

-. Hola, perdón que te vuelva a molestar. Sé que no mos conocemos, y no tienes por qué escucharme, pero quería ofrecerte llevarte a tu casa o a donde vayas a ir. Ni siquiera te dí las gracias por devolverme mi remera.

-. No. - Firme.-

-. Bueno, entonces me voy, pero te aclaro que no soy de esos idiotas babosos. Eso. Ya lo aclaré, si te importa o no me da igual. Hasta nunca, suerte.

- Con mirada levemente interesada -. Hey, gracias, pero no. Si quieres nos hablamos por whatsapp, pareces no ser de los babosos. Sos... diferente.

-. Gracias, lo voy a tomar como un cumplido. No pareces ser de las babosas tampoco.

Llegó el colectivo y la adolescente subió al automovil. Pagó y tomó asiento en uno de los asientos que daban al lado de la parada.
El chico ya se había dado vuelta, y se había puesto una campera roja oscuro con capucha en la cabeza. *

Qué curioso que es ese chico...

Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora