Capítulo 3

3K 190 23
                                    

30/10/12

Por fin fue Viernes. No pude aguantar la semana. Todo lo que hice fue lo rutinal en casa y evadir a mi amiga. (Por cierto querido diario, se llama Stacy, así que como supongo que ya te la presenté puedo llamarla así.)

Las veces que me la encontraba, estaba enojada; me solicitaba que me disculpara, pero yo la rechazaba cada vez. Esto la encabronó, y así me gané que le dijera a mis amigas su versión de la historia. Como ella se había convertido recientemente en la líder del grupo, no había quién la contradijera. Todas le creyeron. Según me dijo Stacy este mismo día, ya no estoy en el grupo, me echaron.

Intenté hablar con las integrantes, pero cuando me acerqué me ignoraron por completo y se alejaron como si nada.

02/11/12

Mañana es Lunes, y no sé si Stacy me habrá perdonado ya.

Todo el fin de semana mi madre estuvo llorando, y tuve que cocinar yo durante ese lapso. No le dije a mi madre, pero casi incendio la cocina accidentalmente en más de una ocasión. No sé por qué, medio tuve que obligar a comer a mi madre, ya que estaba tan deprimida que si yo no cocinaba y se lo decía, ella simplemente no lo hacía.

Por momentos, en general cuando hago mi tarea, es cuando ella se pone a limpiar, pero pone música clásica altísima, y me cuesta estudiar para los exámenes.

03/11/12

Acabo de volver de la escuela con toneladas de tarea.

Mamá empezó nuevamente a limpiar con su música, y ya ni siquiera me saluda cuando llego. Hace unos días me dió unas copias de las llaves de la casa para entrar por mi cuenta. Está demasiado deprimida, y me siento impotente al no saber qué hacer con ella. Ahora voy a hacer la tarea, y estudiar para los exámenes, luego de cenar escribo.

~•••••••~

Ya terminé de estudiar y de hacer la tarea. Es tarde y realmente estoy muy cansada.

Apenas mi madre terminó de cenar se fue a acostar y dejó todo para que lo limpie yo. Tuve que encargarme, por supuesto.

Entiendo que esté cansada, pero no es justificación que todo lo tenga que hacer yo, al punto de tener que cuidarla hasta a ella.

Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora