Christian
Cuando eran las 15:30 horas cuando llegue al escala, me baño y me visto con algo cómodo para pasar una tarde en familia bastante movida, porque eso de salir de compras con un gran grupo de niños y adolescentes no es nada fácil, pero es parte de vivir en familia, esto debe ayudarme a conocer más sus gustos y acercarme más a ellos como dice Ana, que fuera de mi sin esa mujer.
A pesar que hay tres hombre de seguridad, más Taylor, Dina y Black que es el único que duerme, todo se esta tan silencioso y lo siento raro, pero tal vez es que estoy acostumbrado a la casa donde nunca hay silencio. Subo las escalera para ver a Black y tratar de hablar con él antes de que llegue el médico y la visita de los niños. Cuando voy por el pasillo, veo que la puerta de cuarto de juegos está un poco abierta, tiene la llave con el llavero que me regalo Ana, pegada en la ranura de la puerta. Me emociono Ana me quiere dar una sorpresa, ella sabía que estaría aquí, ella me dijo que también me extrañaba, saco la llave de la cerradura, entro, pero todas las luces están apagada cuando las enciendo, veo una imagen impactante
-Por Dios....
-Bienvenido amo, estoy aquí para cumplir sus órdenes, sus deseos, para ser su sumisa.
-Dina... Que haces tu aquí... Como pudiste entrar a este lugar, que haces vestida de esa forma- lleva puesto unas tangas negras, un corsé de encaje negro y rojo, medias mallas y tacones negros, está muy maquillada y peinada, esta recostada en una mesa alta con una postura provocativa. esas cosas son de Ana y un corrientazo recorre mi cuerpo, de solo imaginarme que fuera ella, pero no lo es. Además, Dina es una atrevida de usar lo que no es de ella, le comprare una nueva a Ana, aunque no creo que las quiera, como no quiere seguir jugando, mientras esta mujer se me está ofreciendo... Pero porque está haciendo esto, es muy raro estar con ella en esta situación, en este lugar que tanto he querido estar en las ultimas semanas, pero Ana no ha querido, ni siquiera hemos hecho el amor en la casa y mi amigo necesita de sus atenciones, yo la necesito, porque las caricias nos damos no me son suficiente.
Dina me saca de mis pensamientos -amo hice todo lo que pude para complacerlo, como usted se lo merece - dice con voz sexy y melosa, se pone de rodilla y agacha la mirada
-yo no soy tu amo, como sabes... eres muy irrespetuosa al tomar las cosas que no son tuyas - le grito veo que hay una bata en una silla, voy por ella y se la tiro en las rodillas- mucho menos quiero que seas mi sumisa, la única mujer que deseo es a mi esposa- ¿eso es verdad, tal vez...? No lo puedo dudar, me respondo de inmediato, me percato que Dina mira a un punto fijo en piso, su cara no muestra ninguna expresión, pero de sus ojos ruedan lágrimas, mierda que le pasa - sal de aquí vístete y nos vemos en mi oficina de inmediato. Salgo dando un portazo.
Tomo mi celular y le escribo un mensaje a Taylor que lo veo de inmediato a mi oficina, voy a mandar a limpiar a profundidad el cuarto de juego, no sé qué ha tocado esta mujer, también para que le restrinjan ciertos lugares del ático. Paso por el cuarto de Black y veo que aún sigue dormido, dejare nuestra charla para luego, además con lo furioso que estoy mejor me descargo con la culpable, antes de hablar con el y que llegue mi familia. que hago Aunque Ana no me ha dicho nada, sé que Dina no le cae nada bien, ¿pero le debo decir a lo que paso y que sentí un corrientazo?
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Dina
Luego que Christian sale dando un portazo fue como despertar, el me ha rechazado, no sé en qué momento la lagrimas empezaron a salir, pero ya tengo mis mejillas bañadas y ruedan por el pecho hasta el centro de mis senos, claro por muy necesitado que este de tener una sumisa y aunque su mujer no quiera jugar ese papel, no va a aceptar una puta, desfigurada como yo, un hombre como el que puede a tener cualquier mujer.
Limpio las grimas con rabia, me levanto y tomo la bata que me tiro, me la pongo y me voy directo a al baño de mi habitación, me desnudo, me lavo la cara y las lagrimas no paran de salir, me da rabia, aunque Black me ha dicho muchas veces que yo soy una mujer valiosa, que soy igual a la demás, es mentira yo no soy nada, no me puedo hacer ilusiones que alguien me va a amar, ni siquiera soy capaz de despertar la pasión de un hombre. Me hecho agua fría en la cara, me pongo la ropa que traje el día que llegue, no quiero utilizar nada mas que no sea mío, tomo mi bolso porque me iré a la casa de Black, y no se si me quedare en ese lugar, porque no soy capaz de volverle a ver la cara Christian.
Bajo las escaleras con cuidado para tratar de subirme al ascensor antes que alguien me vea, si eso es posible con tanta seguridad, ya estoy esperando que las puertas de aparato se abran -señorita Dina el señor Christian la espera en su despacho- dice Joel, con tono cálida y seguro como siempre, aunque nunca me mira a la cara, otro que le causo, asco o lastima. Me muestra el camino como si no lo conociera. Al llegar la puerta está cerrada, Joel toca y Christian con su voz gruesa dice que pase, cuando lo hago esta con Taylor, que me saluda con un movimiento cabeza y una mirada tierna, sale de la oficina dejándome sola con su jefe. Yo no lo puedo mirar, tengo mis ojos clavados al piso.
-por favor siéntate- dice con voz tranquila, yo obedezco sin mirarlo – como sabes de ese cuarto, como entraste, explícame- yo no me muevo no respondo quiero que la tierra se abra a mis pies y me trague- dime algo- grita Christian, me sobresalto. Lo miro y las lágrimas salen- disculpa por gritarte.
-yo soy la que me debo disculpar- digo casi sin voz – no debí...hacer nada de eso.
-respóndeme como sabias...quien te lo dijo.
-te escuche hablando con tu mujer- digo rápido- conozco chicas que tenían amos, es que más o menos entendí de lo que hablaban. Cuando preparaba la comida tuve que buscar por todos lados lo que necesitaba, hay encontré un cajón lleno de llaves y luego busqué el cuarto.
-por Dios, pero que te llevo a pensar que yo, que tu... podrías ser mi sumisa- eso rompió mi alma.
-claro como se me ocurrió, si soy una puta horrenda, que no vale nada...- digo con dolor- y tu tienes una esposa inteligente, linda, una dama de sociedad, perfecta, toda una empresaria intelectual.
-no, yo no he dicho eso, Ana es mi esposa y la amo, nunca le seria infiel- me lo digo a mi- por otro lado, tú eres una mujer muy valiente, muy linda, que podrías conseguir todo lo que te propongas- me dice con sinceridad mirándome a los ojos, será que se arrepintió, será que, si le despierto algo, que solo se enojó porque violé su intimidad, porque cogí las cosas de su mujer, fui muy rápido, pero tal vez...- pero quiero dejar algo claro esto no puede volver a pasar, debes respetar mi casa, mi matrimonio, mi familia...lo entiendes.
-si lo entiendo, estoy muy apenada, es más me iba en este momento a casa de Black, pero si quieres que desaparezca lo hago.
-No yo te prometí que te cuidaría y así lo voy a hacer, además Black te aprecia como una hija.
-yo también lo quiero, él y tu son las personas que me mejor se han portado conmigo... perdóname.- digo apenada y avergonzada
-no te preocupes pero que no vuelva a pasar, ahora si quieres puedes descansar, yo voy a pasar un rato con Black y luego viene mi familia a visitarlo, mis hijos quieren consentirlo un rato.
-Yo voy a prepararle la cena a Black, -me levanto, camino a la puerta, luego me giro- perdóname.
-No te preocupes, vez hacer lo que necesitas- se levanta- yo voy a ver a Black
Salgo- creo que no le soy tan indiferente, solo hice mal las cosas. Será que debería seguir intentándolos- mi corazón comienza a latir.
Este capitulo lo he dividido porque era muy largo, pero hay algo bueno es que esta semana habrán dos capítulos
Este es coto 4 páginas y la parte 2 con 6 paginas
no olvides tu voto si te gusto
Un abrazo a todos los que leen la historia.
Muchas gracias
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poniendo fin a la historia. Christian Grey & Anastasia Grey |Parte II
FanfictionContinuación de Christian Grey & Anastasia Grey |Parte II esta es una historia de NicaBanelsque. Que pasaría si Christian cree que Ana quiere seguir experimentando en el mundo de las practicas BDSM sin él. Que le ha sido infiel; creo que Ana podría...