3. Desconcierto... II

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Anastasia

Llegue a la cafetería y hay estaba sentado con una tasa de café, riendo como estúpido,

- Hola hermosa - se levanta e intenta tocarme y darme un beso en la mejilla me aparte y lo esquivo no deje que me tocara – me dan arcadas.

- Acabemos con esto rápido, - sueno severa, tuve que aprender algo de Christian, mi amado esposo, como me metí en esto. – qué fue lo que te enviaron? - solo quiero irme lejos de él, me da asco cada minuto más, me siento enferma, pero aguanto. Tengo que saber

- Quieres algo – llama al camarero.

- No, terminemos ya con esto - el camarero llega y el pide un te twinings, mi favorito, como lo sabe, seguro fue Mia y su boca foja, el camarero se retira.

- Se que es tu favorito y te calma.

- Solo muestra me lo que te enviaron.

- Ana me encanta verte y que estés aquí, pero te prometo que no se quien está haciendo esto, ni porque – trata de tocar mi mano y la aparto, se sonríe – llega el camarero con mi te, pero no lo ignoro

- Muéstrame, - ordeno, las lágrimas detrás de mis ojos, pero me aguanto y un nudo en mi garganta cuando me muestra su celular, fotos de él acariciando mi brazo, del ayudándome a subir a carro y besando mi mano, y un mensaje que decía...

- La santa señora Grey en un club swinger, con un hombre diferente a su esposo, de que sería capaz porque eso no saliera a la luz... ya sabrán de mí. - Algo sube por mi garganta, pero aguanto y un escalofrío recorre mi cuerpo – el intenta nuevamente coger mi mano y la vuelvo a apartar, pero cojo su celular.

Christian

- Elena que pasa, te dije que no quería saber nada de ti, además estoy muy ocupado - cuando estoy a punto de colgar, alcanzo a escuchar.

- Sabes dónde estaba tu santa esposa anoche y ahora

- De que hablas, ¿Qué quieres? ¿No te atrevas a hablar mal de ellas? – sabía que tenía una sonrisa en su cara, que Ana no haría nada malo, aunque me acorde su llamada, me repetía que la castigaría. Ana que hiciste.

- Anoche estaba en el club the merged – le hago señas a Taylor y me voy a hablar al baño, la rabia se apoderaba de mi cuerpo, esto es culpa de Mia, - tú sabes que en los clubes swinger no se va a rezar – pero Ana no haría nada malo.

- Era todo Elena, estoy muy ocupado y ¿además, que hacías ahí, no habías cambiado? – su risa desaparece y yo me quedo cayado, Ana me lo explicara y no le voy a dar gusto a elena.

- Tengo una pareja que quiero y nos gusta jugar y divertirnos

- genio y figura a hasta la sepultura – dije sarcásticamente

- lo que yo no sabía que, en eso, también cambiaste tu... y ahora te gustaba compartir, - dice riendo, no sé a dónde quiere llegar después de un corto silencio continua - porque vi como un hombre acariciaba a tu casta esposa y luego salieron juntos. – no lo puedo creer, las palabras no me salían.

- No dices nada – tomo valor, tengo saber mas

- De que hablas Elena

- Si que la vi anoche y lo más raro que estoy en cafetería llena de gente y veo al hombre de anoche, pero vaya sorpresa, estoy viendo llegar a tu linda esposa y sentarse con él – no puedo mas

poniendo fin a la historia. Christian Grey & Anastasia Grey |Parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora