Capítulo 17 : Desmadre del siglo (del milenio si se puede)

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Desde que Betz había llegado a su habitación no se había siquiera acostado a descansar, tal y como les había dicho a todos.

Su mente estaba confundida, ella se sentía confundida, miró sus manos por milésima vez y también miró hacia el baño, en donde la camisa aún salpicada de sangre se encontraba.

Una voz la hizo mirar hacia su espejo, miro extrañada su reflejo.

–¿Te gustó cierto?, ambas sabemos que tener la vida de ese infeliz en nuestras manos se sintió... bien– Betz, en el reflejo se veía diferente, sus ojos de aquel morado brillante se veían más oscuros que de costumbre.

–No, definitivamente no se sintió bien, fue horrible, no sé ni cómo lo hice–La pelimorada cubrió su rostro y se tumbó por fin en la cama, comenzó a sollozar mientras aquella voz volvió a decirle que todo estaba bien: No será la única vez en donde dejes salir tu lado oscuro.

Betz pensaba en aquellas últimas palabras, ¿tenía un lado oscuro? Si era así ella no quería descubrir más de él, prefería que se quedara oculto. El toquido en la puerta la distrajo de sus pensamientos y respiro mientras se levantaba a cerrar la puerta del baño.

–¿Si? -- Betz se paró detrás de la puerta de su habitación.

–Hermosa, soy yo, ¿puedo pasar? -- Alex permanecía aún a la expectativa de que su amiga no había cometido un error.

Betz limpio sus mejillas con rapidez y miró su espejo, tenía miedo de hacerlo, pero esta vez todo lucía normal.

–Alex, que bueno que estas bien–Betz se apresuró a abrazar a su amiga, mientras que Alex olió lo que había temido.

–Lo sé, pero también sé que ocultas algo– Alex camino con Betz hasta la cama y miró a la pelimorada negar.

–No, no, no– Betz respiro con algo de dificultad y rasco su muñeca nerviosa.

Alex la miró, no la obligaría a hablar, pero ella necesitaba saber qué era aquello que atormentaba tanto a sus amigas.

–Fui yo–Joss desde la umbral miró a ambas chicas y entonces cerró la puerta, hizo el mismo hechizo que en la biblioteca y miró a Alex.

–Joss, admiro la manera en que nos defendemos unas a otras, pero...tú no tienes el mismo aroma que Betz–Alex las miro preocupada.

–Bien, lo siento–Betz comenzó a dejar caer aquellas lágrimas una vez más. --No sé cómo, Joss sabe que ni siquiera sabía que lo hice hasta que la miré a ella – Betz se levantó.

–Eso es cierto, parecía en algún estado de trance –Joss alzó los hombros y tomó una papa más de la bolsa que acababa de robarse.

–Yo sólo dije un hechizo, ni siquiera se en cual libro lo vi o si lo vi antes – Betz escondió su mano derecha, la mano con la que había sostenido el corazón de Christopher. --Pero Alex, casi mato al tonto de tu ex, simplemente paso y yo...yo no sé cómo, sostuve su corazón ...lo sostuve y lo tomé con fuerza–

Alex parecía muy confundida.

–Literalmente pasó, parece que es broma, pero Betz pudo meter su mano como si nada, Christopher hablo y nos dijo lo que necesitamos, después Betz puso el corazón en su lugar, como un rompecabezas– Explicó Joss imitando los movimientos que Betz había hecho hace un rato.

–¿Cómo es posible que no supieras qué hacías? -- Alex miró a Betz quien comenzaba a verse llena de pánico. – ¿Tocaste el libro negro? -- La Alfa miro a la pelimorada y está negó. --Joss, ¿Dónde tienen ese libro? --

–¿Es en serio?, acaso, espera, ¿estás pensando que lo hice intencionalmente? --Betz miró con tristeza a Alex. --¿Me crees capaz de hacer algo como eso? --

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