𝐇𝐔𝐑𝐓 𝐌𝐄 [𝐊𝐀𝐙𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀 𝐇𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈𝐘𝐀]

Capitulo 1

El autobús que tomaba para ir a la escuela no había parado a mi llamada, bufé y caminé hacia la estación para tomar un colectivo hacia la escuela. Sin ánimos puse mis audífonos y reproduci musica, mi mirada se posaba en la ventana viendo cómo las gotitas de lluvia chocaban sin ritmo sobre esta. Al llegar a la escuela baje rápidamente y vi la hora, llegaba tarde.

Me correspondía ir a la clase literatura, el maestro era un anciano amargado que hablaba bastante lento, eso hacía que los estudiantes se durmieran.

Toque la puerta de el aula y arregle un poco mi uniforme. El anciano con sus lentes más abajo de lo normal me miro de pies a cabeza.

—buenos días -dije tratando de evitar su interrogatorio de el por qué de mi tardanza-

—llega tarde -era obvio, pero notaba su sarcasmo- no puedo dejarla entrar sin justificativo

—lo siento, no volverá a repetirse

—bien -dijo subiendo sus lentes-

Me miro para luego cerra la puerta entrando al aula. Que ilusa, realmente pensé que me dejaría entrar.

Camine por los pasillos de mi escuela, sin nada que hacer. Saque mi teléfono y comencé a ver mensajes -nunca me llegaban mensajes, pero los veía por que si- y así estuve, caminando por donde fuera y viendo mi teléfono.

Pero, claro, si soy una despistada y lo único que sentí antes de quitar la mirada del teléfono, fue mi nariz estrellarse en toda la fría acera. Minutos después mi vista se comenzó a nublar, sintiendo como los brazos de la enfermera me tomaban.

...

Mi cabeza dolía un poco y mi nariz palpitaba, sentía cómo está estaba tapada sin dejarme respirar bien, mi respiración era lenta pero con dificultad trataba de no agitarla. Mire hacia todos lados buscando a alguien con la mirada, pero pude ver por la cortina traslúcida al lado de mi camilla un chico con su mano vendada, suponía que golpeó a alguien. Pero le reste importancia al momento de que la enfermera de la escuela abrió esa cortina, dejándome expuesta ante el.

—___ sumiko -dijo ella mirando su libreta, tal vez se trataba de mi expediente. Solía ir a la enfermería seguido, pero, jamás había visto a ese chico, el cual ahora podía deducir mejor. Era alto, se notaba que era más grande que yo, su cabello era negro y un lunar bajo su ojo, también un tatuaje de tigre y un raro arete de cascabel que resonaba levemente con cada movimiento que articulaba-

Por su aspecto podría decir que es un bravucón, pero quien sabe. No puedo juzgarlo sin antes conocerle. Deje de ver al chico, ya era momento de enfocarme en mi.

—¿me rompí la nariz? -fue lo único que pude decir tras la confusión por la que estaba pasando-

—por poco te la rompes, deberías dejar caminar mirando tu teléfono -also la ceja haciendo devolución de este- caíste de tope a la acera

Claro, lo último que recuerdo fue el doloroso golpe que me había ocasionado estar despistada.

—¿y que tengo entonces?

—solo fue el golpe que te has dado -sonrío- descansa unos 15 minutos más para evitar desmayos -dijo dándose la vuelta para ahora enfocarse en el chico.

La enfermera camino hacia el estante y tomó algunos apositos para llevarlos hacia el chico.

—deberías dejar de meterte en conflictos -dijo pasando con cuidado un algodón con alcohol-

El chico solo tiraba su cabeza hacia atrás dejando salir algunos quejidos. Su mirada se encontró con la mía y yo tratando de disimular, rápidamente corte el contacto visual, mirando hacia el frente para no incomodar.