𝐇𝐔𝐑𝐓 𝐌𝐄 [𝐊𝐀𝐙𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀 𝐇𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈𝐘𝐀]

Capitulo 7

Kazutora se acercaba lentamente a Sumiko, sabía los sentimientos que la colapsaban. También se sintió muchas veces inferior y por ese motivo alejaba a las personas, simplemente se arrodilló a la altura de la castaña y con sus manos acarició suavemente su cabello. Mientras pasaba sus largos dedos por los sedosos cabellos de la chica, está sollozaba sobre sus rodillas sin darle la cara al bicolor, y este, paciente esperó a que ella pudiese calmarse para poder hablar.

—siento ser una basura de persona aveces... -dijo Sumiko tomando por sorpresa a kazutora sin darle la cara-

—sumiko... -hablo el pero sumiko lo interrumpió-

—lamento enserio haber dicho eso frente a la escuela, estoy arta de todo y de todos, mi jodido padrastro me saca la mierda cuando se le viene en gana, los idiotas de la escuela viven burlándose de mi... estoy simplem...-decia la castaña pero esta vez Kazutora la interrumpió-

—!Sumiko! -hablo fuerte- se exactamente como te sientes y realmente no me importa si me tachan por hablar contigo... sería capaz de mencionártelo 1000 veces si es necesario solo para que lo entiendas.

—kazutora...

—puedes confiar en mi, ¿puedes entenderlo?, también hay cosas que me avergüenzan pero no por eso te alejare de mi vida... a no ser de que... alejarte de mi te haga sentir mejor, si es así.. lo entenderé y me iré

-no... -dijo seca sumiko levantado su rostro- no quiero que te alejes de mi vida, kazutora

-si alguien te hace daño, juro que lo haré sufrir el triple de lo que te hizo sufrir a ti, ningún hijo de perra te tocara...

Ambos chicos sabían que sentían algo por el otro, pero eran demasiado pequeños para darse cuenta de que lo que sentían era amor. Sumiko soñaba con tener a kazutora para ella, quería estar con él y olvidarse de todos los problemas que tenía, sin embargo, los sueños son solo sueños, pensamientos anhelados que divagan por tu mente y que aveces no se pueden cumplir.

...

Sumiko estaba en su habitación, por primera vez probaba el maquillaje y resultó ser un total caos, había usado el labial rojo intenso como rubor y parecía como si se hubiese quedado al sol por 10 horas, su delineado estaba ridículamente chueco, bufo y con una toallita desmaquillante comenzó a quitarse el maquillaje desastroso que se había puesto. Estaba enrabiada, no usaba el maquilllaje por que quisiera, su labio estaba roto y su pómulo estaban amoratado, como de costumbre su padrastro la había golpeado por que estaba borracho, con el maquillaje buscaba disimular algo las heridas.

Sobresalto cuando una piedra impactó en su ventana, quedó mirando esta por unos segundos cuando otra vez chocó otra, y otra, frunció el seño y se paró frente a la ventana para ver de quien se trataba, y no era nadie más que kazutora, este alzo su mano llamando a la castaña. Sumiko esbozó una sonrisa ladina y bajo, olvidándose por completo de su rostro malherido, pues kazutora la hacía olvidar todos sus jodidos problemas.

-¡kazutora! -gritó contenta mientras se acercaba al bicolor-

Este esquivo aquel abrazo y tomó la muñeca de la chica, sumiko quedó confundida mirando a kazutora, el la miraba molesto y lentamente su mano que estaba en su muñeca pasó a tocar su labio cambiando también su expresión a una lastimosa.

-¿que diablos te paso en el rostro? -dijo serio-

-nada... -dijo nerviosa, se maldecía a ella misma por olvidar los estupidos golpes-

-¿nada? -pulso con una leve presión el pómulo de sumiko haciéndola quejarse-

-¡Kazutora! -se quejó-