Dos o Tres

Parte 9: Incomodidad

En el Comité de Moral Pública...

El ambiente era tenso, tanto por el silencio enorme en aquel lugar como por el nerviosismo presente entre ambos adolescentes.

Por el lado de Ishigami, el desgano en ver a su compañera quien solo se mantenía callada algo alejada de él, le hacía cuestionarse el por qué hacía esto, triste imágenes de su discusión que terminó con su amistad venían a su mente.

- Bien, ¿comenzamos? - Dijo con evidente fastidio el pelinegro mientras veía como la chica salía algo nerviosa de su trance.

- Es-está bien, yo...

- Miko, quiero saber qué es lo que quieres ahora, ¿por qué no sigues con tu deber y te alejas de mí?

- Y-yo... - La chica todavía no atinaba a decir una palabra coherente debido a la enorme tensión que sentía por la mirada fría del muchacho que solo le recordaba su error, aún así lo lograría, eso se había propuesto - Ishigami, ¡quiero arreglar las cosas!

- No entiendo esa intención, después de todo no soy la persona más agradable para estar cerca. Tu vida iría mucho mejor si no estoy en ella - Sus labios temblaban al decir esto.

- ¡NO QUIERO ESO! - El grito de Miko lo sorprendió, más cuando ella tras decir esto, se acercó peligrosamente y lo abrazó, dejando helado al muchacho, era algo poco creíble esto, la seria y estricta Miko Iino quien siempre tuvo una actitud algo hostil con él, tenía un lado que él podría considerar "lindo" pero esto no lo pensaba: verla tan sensible y débil. Ella sacó algo de su bolsillo que lo tomó por sorpresa: era aquella carta que él le había escrito. 

- ¡No quiero, no quiero, no después de saber que fuiste tú quien me dejó este mensaje! ¡Siempre fuiste tú! La persona a la que siempre le agradecí sin saber quien era, ese mensaje me motivó y me hizo saber que alguien apreciaba mis esfuerzos, en ocasiones lloraba por no poder saber quien era esa persona, pero ahora lo sé, eras tú, todo este tiempo fuiste tú!

Ella rompió a llorar mientras aumentaba la fuerza en el abrazo, algo que produjo un sentimiento de culpabilidad en él, que al notar esto, no pudo evitar sentir lástima y correspondió el abrazo para sorpresa de la chica.

- Miko... 

- Lo lamento Ishigami, no te valoré cuando confiabas en mí, pese a eso, cuando aquel sujeto me contó aquellas mentiras no quería creerlo, aún así, yo... no valoré nuestra amistad y te traté mal, ¡perdóname!

"¡No eres nadie para mí!" - El recuerdo aquellas crueles palabras dirigidas hacia el pelinegro la volvieron a torturar, sentía que no lograría nada disculpándose, sin embargo...

- Basta, Miko - Su tono fue muy suave, algo que la tomó por sorpresa, tanto que levantó la cabeza del abrazo y al verlo, notó que estaba igual que ella, llorando - Y-yo, yo no... no te odio, jamás lo haría, ese tiempo que pasamos juntos después del rechazo de Tsubame-senpai fue algo que atesoré siempre, te habías vuelto una buena amiga y me habías ayudado a superar parte de aquel suceso, pude descubrir un lado de ti que me agradaba mucho. Por favor, no te sigas torturando por algo así, no tienes la culpa... de nada.

Ella sonrió nostálgicamente y lo volvió a abrazar, algo que él correspondió sin problemas. Pasaron algunos minutos así, hasta que ella volvió a hablar.

- Entonces, ¿está... está todo bien?

- Creo que no era necesario preguntarlo, ¿no lo crees? - El chico le sonrió, sonrojándola fuertemente, tanto que sin que él se percatara, ella comenzó a acercarse a su rostro.

"¿No está... muy cerca? ¿Qué haces Miko?"

Sin embargo, para mala suerte de la castaña, alguien venía entrando por la puerta que se le había quedado abierta.