Parte 18: Enseñanza

519 48 23
                                    

Nada era como en un principio, y eso lo sabía muy bien Ishigami. Ahora que sus dos compañeras y amigas Moeha y Kei le habían demostrado lo que sentían por él, no sabía qué hacer.

Por un lado se sentía afortunado. Ambas chicas eran muy hermosas a sus ojos, además de ser excelentes amigas. Pero por otro lado...

"Las he besado a ambas. Bueno, para ser más precisos ellas me besaron a mí. Ay, creo que esperaré pacientemente el día de mi dichosa muerte a manos de mis compañeros. Creo que me lo merezco, al menos sabré que morí habiendo besado a alguien y no como siempre pensé que sería" - Este último pensamiento le levantó algo el ánimo.

------

Actualmente, volvía caminando a paso lento a su casa, ya bien entrada la tarde. Recién había ocurrido todo el evento con Kyoko Ootomo, y por supuesto el sorpresivo beso de Kei. Su corazón aún no se calmaba tras lo ocurrido. Se sentía extraño, pero tampoco quería pensar tanto en eso.

"Otro día lo soluciono" - Era el pensamiento que se planteaba para, al menos, poder relajarse.

Sin embargo, su mente volvió en si cuando al llegar a la entrada de su casa, percibió la vista de una joven parada al frente de su puerta, al parecer esperando a alguien.

"Un momento, pero mis padres no están hoy. ¿Qué hago?"

Al acercarse su sorpresa fue grande cuando ella lo volteó a observar, dando a entender quien era realmente.

- ¿No vas a saludar a tu senpai, Yu-kun?

- ¿Hayasaka-senpai?

- Vaya, me alegra que al fin aparezcas - Dijo mientras se acercaba a él - Me tuviste esperando bastante.

- Yo... no sabía que vendrías hoy, pero si me hubieras avisado...

Se quedó callado cuando ella lo abrazó fuertemente, sujetándose con fuerza a su pecho, dándole a entender todo el tiempo que no se habían visto.

- No sabes... lo mucho que te extrañé... - Dijo ella bastante emocionada mientras este la rodeó con sus brazos, correspondiendo aquel abrazo.

- Lo mismo digo, senpai.

Minutos después...

Ambos ya se encontraban dentro de la casa del joven, mientras comían algo y hablaban sin parar de varias cosas que querían saber entre ambos, sin embargo nada de tanta importancia, hasta que pasados un minutos...

- Y pues... ¿me vas a decir por qué apareciste aquí como si nada? - Preguntó Yu algo curioso.

- Pues simplemente quise darte una sorpresa, sin embargo me sorprende que no hayas estado hoy, y pues... al parecer no había nadie.

- Mis padres volvieron a ir a un viaje de negocios, ya estoy acostumbrado.

- Vaya, eso nos da mucha ventaja ¿no crees?

- ¿A qué te refieres?

- A que podemos aprovechar este tiempo y practicar un poco.

- Espera, ya es algo tarde, ¿no quieres intentarlo mañana?

- Solo son las 20:30. Vamos, estás muy sensible Yu-kun. ¿Acaso te volviste más debilucho? - Su tono de voz iba cargado de sarcasmo y burla que crispó los ánimos del joven.

Dos o TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora