Capítulo 29

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Damon

— ¿Dónde está? ¿Dónde está Lily?

Un escalofrío recorre mi espalda al escuchar a Ness, recién llegaba de la oficina y esto fue lo primero que me recibió al cruzar el umbral de la puerta. Sacudo la cabeza varias veces y me acerco a ella, notando que tiembla, dudo que sea de frío, nos encontramos en pleno verano. 

—Trata de calmarte, cuéntame que pasó.

Respira largamente intentando recuperar la cordura, no usaba sandalias, algo que no me parece para nada extraño, ya que acostumbra andar descalza por la casa. Hacía una semana que ella y Lili habían vuelto a la casa y todo marchaba con normalidad, incluso podría decir que nos llevamos mucho mejor que antes, porque ahora verdaderamente me involucré en los cuidados de Lily.

—Volví de casa de tu madre porque como sabes le tocó a ella cuidarla hoy mientras estuve en la oficina... Ella estaba inquieta así que le dí un baño y se quedó dormida junto a mí, yo.. Yo me quedé dormida junto a ella. Pero al despertar ella, ella... No.

El aire le falta, llevando una mano a su pecho mientras niega sin parar, sus ojos se llenan de lágrimas y de inmediato me acerco a ella para llevarla al sillón, aunque solo son un par de pasos antes de que pierda la consciencia. 

***

—Señor, despertó. 

Dice el ama de llaves y de inmediato guardo el móvil en el bolsillo de mi pantalón llegando a ella. Seguía un poco pálida. 

—Ness, tranquila. 

—No puedo Damon, se llevaron a Lily. 

Y de nuevo, siento como un nudo se instala en mi garganta, sentía aquella desesperación al igual que ella, porque Lily apenas tiene unos meses, es la más inocente de esta historia. 

Ness

—No puedo Damon, se llevaron a Lily. 

El aire me falta, me duele el pecho y ni hablar de que mis manos tiemblan. Me siento como la peor, no debí quedarme dormida junto a ella, así probablemente ella estaría aquí, no corriendo peligro en Dios sabe que lugar con quién sabe quién. 

—Ey, no es tu culpa. 

Dice Damon a mi lado pero me es inevitable el sentirme de ese modo, yo debía cuidarla, tenía que estar despierta, pude haber impedido que ella estuviera lejos de mí. Giro mi cabeza y veo instalado en el comedor a un puñado de gente escribiendo en computadoras, otras más hablando entre ellas. Volteo a ver a Damon con el ceño fruncido. 

— ¿Y  ellos quiénes son?

—La gente que nos traerá a nuestra hija de vuelta. 

Me pongo de pie, caminando hacia ellos, viendo que tienen una fotografía de ella y algunos miran los mapas de la ciudad. Pero no sabría de que forma podrían ellos ayudar si no tengo idea de quién se la ha llevado. La puerta principal se abre viendo a mi madre ingresar por ella, no lo pienso dos veces antes de correr hacia ella y abrazarla con fuerza, comenzando a llorar con ganas, como la vez que sufrí aquel aborto. No quería sentir que de nuevo perdía, que de nuevo me quedaba vacía. 

—Ness... Mírame. Ness.

Levanto la cabeza de su pecho, viéndola apenas entre las lágrimas, ella limpia con sus pulgares las lágrimas de mis mejillas y sonríe, sintiendo como si me compartiera esa paz que la caracteriza. 

—La encontraremos.  Pero mientras ocurre, tú debes ser fuerte, por ella, porque ella necesita esa fortaleza que te caracteriza. 

—La encontraré, lo prometo. 

Dice Damon antes de sentir como pone una de sus manos en mi espalda y me giro a él sonriendo apenas, con la poca energía que aún me queda. Aún me cuesta respirar y mi corazón late con rapidez. 



¡Hola! 

Lamento esta larga ausencia, pero ahora ya estoy de vuelta y planeo seguir actualizando  de manera constante. 

¿Qué les ha parecido el capítulo? 

Recuerden reaccionar si les gusta. Por cierto, estoy siguiendo a todos los que agreguen a sus listas de lectura o me sigan, de verdad que me llenan el alma. 

¡Nos leemos!

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora