Capítulo 34

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Damon

Ha pasado un largo tiempo desde que vi a Ness. Fue desde el divorcio, hace al menos un año. He visto a Lil y de manera constante, aunque hace dos meses Ness y ella se fueron de vacaciones; todo mi contacto con ella ha sido mediante llamadas telefónicas.

El proceso de divorcio fue de lo más pesado para ambos, porque me rehusaba a aceptar que ella quisiera alejarse de mi vida. Pero después de hablar con mi madre comprendí que si continuaba en ese camino ella terminaría odiándome y sin interés de volver a verme.

Las cosas en la empresa van bien, aunque ofrecí darle a Ness acciones de la empresa ella se rehusó y simplemente dejé de insistirle al respecto. Tampoco quiso quedarse con la casa, ni nada que viniera de mí, por suerte no se negó a que forme parte de la vida de Lily.

Hablando de ella, su crecimiento ha sido increíble, tanto mis padres, los de Ness, ella y yo nos encontramos fascinados; es una niña increíble, aprende con rapidez y le encanta observarte, algo que ha hecho que imite varios gestos de Ness.

Por otro parte, Danielle me informó que el segundo hijo que estaba esperando no se logró y me informó de la ubicación de su tumba para posteriormente entregarme sus acciones del consejo y marcharse.

Hace algunos años atrás jamás me hubiera imaginado siendo padre ni mucho menos estar enamorado de una mujer que me encargué de alejar de mi vida por tantas mentiras y secretos. Ahora, mi adoración son Ness y Lily, aunque no las tenga en mi vida.

—Hijo. Tenemos que irnos, he hablado con Ness y Lily nos espera.

La entrada de mi madre a mi oficina me hace salir del trance en el que me encontraba segundos atrás. Desde que Ness se fue, me volví a vivir con mis padres y la casa que compartí con ella se encuentra cerrada y gente llega a limpiarla ocasionalmente, la considero uno de los tesoros más valiosos.

—Sí. Justo acabo de hablar con ella. Estaba por ir a recogerte.

—Yo tenía marcada la fecha en que llegaban, han sido muchos días y me muero de ganas por ver a mi nieta.

Después del divorcio con Ness mi relación con mi padre empeoró tanto que casi no me habla, mientras que, con mi madre la relación se ha fortalecido, ha sido mi apoyo en este proceso. Por ello comencé a buscar un departamento en el cual vivir, porque la tensión en casa se percibe a kilómetros de la residencia.

—Madre. Hay algo que tenemos que hablar.

—Sé que planeas mudarte, amor.

— ¿Cómo te enteraste?

—Bueno, tú crees que no me doy cuenta de lo que revisas en el computador cuando estás en casa. Y hace unos días dejaste de hacerlo, supongo que encontraste donde ir.

—Sabes que las cosas con mi padre no hacen más que empeorar con el pasar de los días.

—Lo sé cielo, por eso no voy a impedir que te vayas, aunque me tendrás seguido por donde estés viviendo o la oficina. No dejaré que te vuelvas a alejar.

Aquella última frase me hace volver en el tiempo, a cuando recién Ness salió del hospital después de haber estado secuestrada. La visité muchas veces en casa de sus padres, pero se rehusaba a salir de su habitación, supe por sus padres que no salía de allí y por cosas obvias, Lily tampoco.

Me encerré en nuestra casa, despedí al personal y me rehúse a recibir a nadie, ni a mis padres. Perdí por completo el rumbo de mi vida, no tenía idea de qué hacer con el sentimiento de culpa que sentía. Porque, aunque lo negaba al principio, no tiene culpa nadie más que yo. Me enamoré de la mejor persona que se pudo cruzar en mi vida y me encargué de alejarla con el pasar de las semanas.

Mi madre me sacó de aquella casa prácticamente por la fuerza. No quería hacerlo, y eso además retrasó el asunto del divorcio y saber que Ness había enfrentado a su prima y al imbécil de su exnovio ella sola.

—No pienses en eso.

—Tienes razón, vamos.

Nos dirigimos a la casa de los padres de Ness, porque allí viven ambas ahora. En el camino mi madre me enseña que le había comprado unas cuántas cosas a la nena y quién sabe que más hablaba, no le estaba prestando del todo atención, pensaba más bien en lo mucho que deseaba que Ness estuviera allí, aunque me había dicho que iba a salir.

Al llegar, apenas ingresamos veo a Ness bajar las escaleras con un increíble atuendo estilo playero con unos tacones y un bronceado más que evidente.

—¡Cariño! Mira que bien te sentaron aquellas vacaciones en México. Ese atuendo está increíble.

—Señora Wiegan, gusto de verla. ¿Cómo ha estado?

—Increíble hija, muero de ganas por ver a la nena. ¿Dónde está?

—Justo acaba de terminar de comer, se encuentra en el jardín. Vamos.

Hablaron como si no estuviera presente, algo que no me importó mucho porque tuve el tiempo de admirar a Ness, notaba que había tonificado aún más los músculos en sus muslos y se veía más que espectacular.

Apenas llegamos al jardín trasero, la nena que se encontraba sentada en una silla alta frente a aquella mesa en el exterior, gira a vernos sonriendo en nuestra dirección. Ness la baja de la silla mientras la mujer que estaba haciéndole compañía a la menor se lleva los pequeños platos y nos deja a solas.

—Mi preciosa niña. —Dice mi madre y Ness deja en el suelo a la pequeña quien de inmediato se pone de pie y camina hacia mí.

—Papá.

Y con esa simple palabra me di cuenta que haré siempre lo que me pida, seré lo que ella necesite y cueste lo que cueste, me encargaré de que ambas vuelvan a mi vida. Las necesito tanto como el aire necesario para respirar. Y ver crecer a Lily a la distancia no era suficiente. 


¡Hola hola gente!

Tenemos capítulo nuevo, lamento la demora, pero ya lo tienen aquí y mañana estaré subiendo el siguiente. 

Les dejó en la multimedia del capítulo el atuendo de Ness. Y este capítulo tiene dedicación especial, por lo mucho que me aguanta JAJA 

Díganme que les parece el capítulo y cualquier cosa que siempre los estoy leyendo. Por cierto, si me extrañan o quieren decirme algo más específico, pueden enviarme mensaje aquí o por mi IG (mis redes sociales están disponibles en mi perfil).

¡Nos leemos mañana!

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora