Capítulo 31

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Ness

¿Alguna vez has pensado en cómo sería el día de tu muerte? ¿En quiénes se enterarían que tu vida está extinguiéndose? Jamás pensamos en esas cosas, porque nos aferramos a la vida con todas nuestras fuerzas; pero la verdad es que nunca creemos que ese día llegué pronto, algo en lo que nos equivocamos, porque todo inicio tiene un final.

Y así como llegamos a este mundo, de igual manera nos tocará partir en algún momento; lo único en lo que pienso junto ahora, es en todo lo que he hecho a lo largo de mi vida, sea bueno o malo. Pienso en mi hija, quien sé que al crecer va a necesitar de una madre que no estará para ella; pienso en mi esposo, quién al igual tendrá muchos pero muchos obstáculos con nuestra hija; mis padres, las personas que siempre estuvieron para mí.

—Te advertí que te alejarás de él, pero pareces no entender todas las señales que la vida te da.

El sonido de los tacones resonando por aquella bodega me taladra la cabeza, aunque probablemente se trate de la pérdida de sangre que estoy sufriendo justo ahora por la herida de bala en mi estómago. Las cosas pasaron tan rápido, que me es difícil explicar qué y cuánto tiempo pasó desde que desperté en esta bodega.

—Tranquila, que tu hija se encuentra ya con sus abuelos, mi objetivo, siempre fuiste tú. No iba a poder crecer bajo tu sombra y ahora, mira, te reduces a unos cuántos litros de sangre y un trozo de carne que no sirve, porque estás vacía.

Trago en seco y antes de que pueda decir algo, se escucha el sonido de unas sirenas muy cerca y pronto, como la luz del exterior llenaba la casi oscura bodega.

—¡Las manos arriba!


Damon

Han pasado 15 días desde la desaparición de Ness y dos días después de ello dejaron en la puerta de los padres de Ness a Lily, quien se ha mantenido allí con un cuerpo de seguridad en el perímetro. Yo me he encargado de la búsqueda de Ness.

Investigué a mucha gente, en su mayoría gente que podría tener motivos para hacerle daño a Ness. Hasta que di con el exnovio y su novia, prima de Ness, aún recuerdo el espectáculo que dio horas antes de la boda.

Los movimientos bancarios de ambos eran bastante caóticos e incluso sospechosos, y tras muchas puertas que abrir, descubrí que habían rentado en conjunto una bodega en otra ciudad.

—Tenemos gente en la zona, necesitamos estar completamente seguros antes de dar cualquier paso, señor.

Tras pensarlo unos segundos, termino accediendo. Una llamada bastó y una hora después nos encontramos en camino a la bodega, había allí un par de personas en el interior el cual no se veía para nada bien iluminado en el interior. La policía se encontraba ya informada y en camino a la ubicación y un par de horas después nos encontramos finalmente en la entrada de dicha bodega, esperando a las patrullas, quienes llegan haciendo todo el ruido posible nos bajamos del coche. Eran más de 50 hombres quienes me acompañaban, ya que no teníamos idea de cuánta gente estaba en el interior.

—¡Las manos arriba!

Grita uno de los hombres de policía frente a mí abriendo las puertas de dicha bodega de una patada. Pero al ingresar lo que vemos me deja sin palabras y sin aliento una fracción de segundos. Niego un poco antes de abrirse paso entre los hombres y desatar a Ness de aquella silla, viendo que tiene una herida de bala en el vientre y la sangre ha ensuciado el pantalón y la blusa.

—No, no, no, no. ¡Ness! Por favor. ¡Una ambulancia!

Parecía que ya estaban preparados porque entran los paramédicos esperando.

—Señor, nosotros nos hacemos cargo, por favor, hágase a un lado.

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora