Capítulo 20

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Sus manos se posicionan en mi cintura mientras, de fondo se escucha el susurrar de algunas personas de nuestros alrededores. Vuelvo la vista a él, encontrándome que me está observando; de la manera en que el príncipe lo hace al encontrar a su Cenicienta. ¿Qué si me gusta esta sensación? Cuando hablamos del amor no sé si realmente estoy lista para dejarme llevar.

Poco a poco su rostro se va acercando más al mío; el pánico me invade e inconscientemente muerdo mi labio en señal de nerviosismo. No quiero besarlo pero tampoco sería apropiado el rechazarlo frente a todas estas personas.

—Señorita... —comienzan a verse cada vez más lejanas las imágenes al mismo tiempo que siento cada vez más real los sonidos a lo lejos.

— ¿Hum? —digo aún, adormilada sin abrir los ojos.

—El señor Jennings me ha pedido que la despierte a las 10 de la mañana. —abro los ojos de golpe y me siento en la cama de la misma manera

— ¿Ha dicho 10 de la mañana? —la regreso a ver ya que, cuando me senté en la cama ella ya había regresado frente a la cama y no a mí lado. Ella asiente. — ¿Y Lily? —me descubro para luego dejar caer mis pies al frío suelo.

—El señor Jennings cuando se fue se encargó de que estuviese limpia. Y hace un momento le terminé de dar de comer.

—Gracias —sonrío aliviada. En la noche, me levanté cuatro veces porque al parecer la nueva residenta de esta casa aún no se acostumbra a la soledad. En la casa hogar estaban todos los bebés en una habitación y, aunque no lo crea se sentía la compañía que se hacían.

—Disculpe... —me levanto de la cama y la regreso a ver—El personal aún no le ha dado la bienvenida como señora de la casa. Y si no le molesta, están todos abajo esperándola.

—Oh, no era necesario que lo hicieran. Además, estaré más a gusto si ustedes me hablan de tú y no de usted.

—De acuerdo —asiente levemente sonriendo—Estaremos esperándola abajo.

—Ahora voy —asiento y entro al baño de la habitación para asearme un poco antes de bajar.

Lavo mi rostro, cepillo mis dientes, arreglo mi cabello un poco y me hago un moño en mi cabello antes de salir del allí para dirigirme a la habitación de Lily. Encontrándomela despierta jugando con su manta. Me había gustado el hecho de que, su habitación está conectada a la nuestra además de tener su puerta propia.

—Buenos días dormilona —sonrío y ella me imita. Me agacho para levantarla de su cuna y poder finalmente bajar.

En el camino hacia abajo, bromeó un poco con ella haciendo que se ría un poco.

—Bienvenida señorita —dice mi ama de llaves—El personal aquí presente estará para servirles a usted y a la pequeña cuando lo necesiten.

—Gracias a todos —asiento y los observo: una cocinera, varias personas de la limpieza, un jardinero, dos guardias de seguridad, dos choferes y las dos amas de llaves—Sólo quiero dejar algo bien claro. Soy la señora de la casa, pero les agradecería que me llamen Ness y no señora. Me siento algo rara al escucharlos llamarme así.

Todos asienten y suspiro para volver a subir a la habitación, necesito cambiarme e ir a la oficina para resolver algunos asuntos.

*****

—Ha llegado el sobrino —me dice Bety en cuanto salgo del elevador. Me encuentro, empujando el coche de Lily mientras ella se encuentra profundamente dormida.

— ¿Y Damon? —digo y ella se acerca sonriendo, sólo que no soy yo el motivo de su sonrisa; si no Lily.

—Salió a una junta —sonríe un rato más, haciendo que me alarme al ver que sonríe demasiado. Creo que sonreír así es malo, o bueno, al menos en exceso—Yo me encargo de ella.

—Eres mi secretaria, no la niñera.

—No me molestaría serlo si hablamos de ella —asiente y me ve—Es muy preciosa, creo que tiene la nariz del jefe.

—Tú sabes perfectamente que no se parecerá ni a mí ni a Damon.

—Lo sé, pero lo que digo no es mentira. Además es... —deja de hablar y ve a mis espaldas—Lady amante está aquí. —alza una ceja y me volteo para encontrarme con ella. ¿Para qué compra ropa si sólo usará unos centímetros de tela?

— ¿Diga? —la detengo frente a mí.

—Vengo a ver a Damon.

—No está —se apresura a decir mi amiga a mis espaldas.

—Esperaré. —asiente viéndome.

—Tendrás que hacerlo en recepción. No quiero tu presencia en este piso si no es necesario. Y es evidente que no es necesario. —digo y ella rueda los ojos.

—No puedes hacerlo —niega viéndome

—Soy vicepresidenta de esta empresa y ya ni hablemos porque, además la esposa del dueño de la empresa. Así que, creo que sí puedo. Ahora largo antes de que llame a los de seguridad. —alza una ceja ofendida antes de dar la vuelta, parándose frente al elevador; el cual se abre al instante apareciendo Damon tras ella.

—Vengo a hablar contigo —dice la señora viéndome de reojo y colgándose de su brazo al instante.

—Pasemos a la oficina —me ve y sonríe de lado, provocando que mis mejillas tomen un ligero color carmín.

—Bien, estaré en mi oficina Ethan vendrá a verme. Me avisas cuando llegue. —Digo, después de que ellos entraron a la oficina.

—Han puesto cámaras de seguridad en la oficina del jefe. —susurra viéndome

— ¿Qué? —la veo y sonríe ampliamente.

—Podrás observarlos desde tu computadora, lo he arreglado todo. —niego y suelto una carcajada por lo que ha dicho.

—De acuerdo, estaré en mi oficina. —vuelvo a empujar ligeramente el coche en el que, Lily se encuentra ya dormida.

A entrar en la oficina un escalofrío recorre desde mi nuca hasta mis talones. Ese tipo de sentimiento al saber que, has estado aquí antes, donde pudiste haber muerto en manos del que, ahora está del otro lado de la pared con quien ocupa el lugar de la amante.

Suspiro y me posicionó en mi silla mientras que, Lily se encuentra a mi lado derecho durmiendo tranquilamente. Enciendo mi computadora encontrándome con un icono en la pantalla de inicio que dice: Security Camera suponiéndome que, es el sistema de seguridad que ya mi secretaria me comentó.

Aprieto el icono y aparece al instante a Damon tranquilamente sentado mientras ella se encuentra hablando; activo el audio para saber qué hablan pero sin que se escuche tan fuerte por la bebé.

— ¿Cuándo planeas decirle? —dice un poco irritada y Damon niega. 

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora