Capítulo 28

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Ness

— Se merece una oportunidad. 

— ¿Aunque eso quiera decir que Lily o yo estemos en peligro?

—Siguen casados y él es el padre biológico de la niña. Sabes que apoyaré la decisión que tomes, pero debes pensar ahora en Lily y cómo esta decisión la afectará el resto de su vida. ¿Cómo se sentirá al saber que tuvo la oportunidad de conocer a su padre y no se lo permitiste?

Y allí, de nuevo me siento en un callejón con una única salida, ir con Damon. Suspiro largamente y observo a la niña jugar con algunos juguetes en el suelo. 

—Le diré a Estela que sí. 

****

Camino por los pasillos de aquel lugar y mis nervios son como el primer día en este edificio, solo que ahora lo hago en compañía de Lily, en mis brazos. La gente me saluda con respeto, ya que sigo siendo la esposa del dueño. 

El elevador se abre en aquel piso y Beatriz se acerca con una amplia sonrisa en su rostro. 

—Bienvenidas. Tenía la esperanza de que volvieran y están aquí. Damon está en su despacho, apenas sale de allí en todo el día. Trato de mantenerme informada de todo porque ahora también soy su secretaria. 

—Felicidades Beatriz. Iré a verlo, ¿Podrías cuidar de Lily?

Asiente y le dejo a la niña antes de caminar hacia su despacho, dando un par de golpes en la puerta y abrir un poco, para que apenas me vea. 

—Iré a ver a los demás, espero que no te pierdas de la reunión de esta noche. 

Dice un hombre que estaba en la oficina al verme, se despiden con un apretón de manos y al llegar frente a mi, abre la puerta por completo sonriendo amablemente. 

—Señora Jennings, pase por favor. 

—Gracias. Y disculpe si interrumpo, no sabía que había alguien con Damon. 

—Ya hemos acabado, en realidad. Me retiro, un placer, Marcus. 

Asiento y nos deja a solas, notando la mirada de Damon en mi dirección, lo que me hace suspirar largamente, los nervios me juegan en contra cada vez que estamos a solas. Este tiempo que me mantuve lejos de él, me dí cuenta de lo mucho que me importa pese a lo que hemos pasado. 

Sigo sin comprender porque me siento así, si todo ha sido un engaño muy bien elaborado para todos, cada palabra ha sido mentira; entre las mentiras hemos tenido pequeños momentos reales, momentos en donde logré conocer a un Damon diferente. Pero el miedo de que algo ocurrirá con Lily me frena para tratar de averiguar lo que realmente siento por él. 

—Damon... 

—Te llegó el mensaje. ¿Han estado bien? 

Asiento un par de veces y él rodea su escritorio hasta quedar frente a mi, aún con distancia entre nosotros.  Mi corazón late con rapidez y trago en seco, no soy capaz de articular palabra. 

—Sé que es verdad. Me refiero a lo de Lily. Danielle, ella...

—Eso quiere decir que es tuya. Damon yo no debí irme así, pero sentía que si me quedaba en esa casa corría peligro, soy todo lo que Lily tiene ahora, no puedo ponerme ni ponerla en riesgo. Además... 

Dejo la frase en el aire y suspiro largamente encogiéndome de hombros girando mi cabeza hacia uno de los costados de la oficina cuando siento la mano del hombre en mi barbilla haciendo que vuelva a verlo.

—Nada les pasará a ninguna de las dos. No lo permitiré. Estos días sin saber dónde estaban, sin poder contactar contigo me hizo darme cuenta de lo mucho que significas en mi vida. Sé que nuestro inicio tiene muchas cosas en contra, pero... No sé.

Se encoje de hombros y sonríe de lado, causando que lo imite. Es cierto que no me sentía así hacia mucho tiempo atrás, me daba miedo saber que los dos teníamos algo que aclarar.

—Solo... Quédate. No huyas de nuevo. Merecemos una oportunidad.

Coloca una de sus manos en una de mis mejillas viéndome, sintiendo como mis piernas tiemblan un poco y cierro los ojos. Cada vez la distancia entre nosotros se acorta, en el momento en que nuestros  labios se rozan la puerta se abre, haciendo que cierre los ojos y nos alejemos de nuevo.

—Disculpen... No sabía.

—Esta bien. Dame a Lily.

Digo girándome a Beatriz y tomando a Lily de sus brazos mientras ella camina hacia Damon.

Damon

Desde el momento que la vi entrar en la oficina pude sentir como mi tranquilidad ingresaba con ella. No dudaba que Lily estuviera afuera con Beatriz.

Cada palabra que le dije es cierta, estos días sirvieron para darme cuenta que no es una mujer fácil de olvidar, menos después de haberla conocido un poco.

Gracias a ella recuperamos el dinero que le hacía falta a la empresa aunque no haya estado ella en la operación tuvieron buenos resultados. El amor que le tiene a Lily y esa luz que irradia es capaz de contagiar a las personas a su alrededor.

Y estuve tan cerca de besarla, sentir sus labios de nuevo, hasta que nos fue interrumpido el momento.  Beatriz habla frente a mi sobre Dios sabe que, mi atención está completamente en Ness y la niña, quien ríe por lo que Ness le hace.

—Eso es todo. Me retiro. Me llevo de nuevo a la nena.

—No es necesario, creo que Damon quiere estar con ella. Gracias Beatriz.

Dice Ness y de nuevo quedamos a solas en aquella habitación dejando a Lily en mis brazos, quien de inmediato se sostiene de la corbata que llevo puesta. Sonrió ampliamente,  jamás creí que un ser humano tan pequeño me diera tanta paz.

—Vuelve a la casa.

Pido volviendo a ver a Ness y ella sonríe un poco. Se lo piensa un poco, no quisiera tener que decir lo obvio, que estamos aún casados.

—Lo haré con una condición. Seremos honestos.

—Trato hecho. En ese caso, debo pedir que arreglen un poco. Estos días estuve durmiendo en la sala.

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora