Capítulo 26

61 6 7
                                    

Ness

El sonido de las máquinas y un dolor en mi pecho me hacen abrir los ojos un poco, haciendo que la luz me desoriente. Intento moverme, pero mi cuerpo pesa tanto que me es imposible, respiro tranquilamente antes de sentir como el sueño se apodera de mi nuevamente.

—... Tiene que hacer algo, joder. Tiene muchos días así...

Me remuevo en mi sitio y llevo mi diestra a mi cabeza haciendo una pequeña mueca. Siento la boca seca y una extraña sensación en mi boca.

—Agua...

Logró susurrar y una enfermera se acerca dándome un vaso con un popote, trató de incorporarme, pero me es imposible de nuevo.

—No lo intente, está aún muy débil. Beba por favor, pequeños sorbos.

Hago caso a sus instrucciones y al tragar el líquido siento como si algo se desgarrara desde mi interior. Hago una mueca y alejo sutilmente el vaso. La enferma sonríe y sale al pasillo para ver poco después entrar a Damon, lo que me hace sonreír un poco.

—¿Qué...?

Nuevamente la incomodidad al hablar me impide terminar la frase, no recordaba porque estaba allí, cierro los ojos unos segundos y él avanza hacia mí poniendo su mano sobre la mía sutilmente.

—Te apuñalaron... Pero ya estás bien, tranquila.

—El coche... La bebé...

Sonríe de lado y saca su móvil enseñándome una fotografía de mi hija, soltando un suspiro de alivio, aún duele el costado en el que me hirieron.

—Al caer al suelo...

La puerta lo interrumpe viendo a un doctor ingresar por ella. Se acerca a la cama explicando la gravedad de la herida y todos los días que había estado inconsciente gracias al golpe en la cabeza al desmayarme. Y claro, la incomodidad al hablar gracias al tubo que me ayudaba a respirar hacia dos días atrás. Da unas cuantas indicaciones más y vuelve a salir de allí.

Estaba más consciente que hace un rato, por lo que al analizar a Damon me doy cuenta que está vestido de forma algo desaliñada, lo que me hace señalarlo de pies a cabeza. Ríe un poco y asiente levantando sus manos.

—He estado toda la noche aquí, he estado yendo a trabajar, paso un rato con Lily y vengo aquí a estar contigo toda la noche. Voy solamente a casa a ducharme y cambiarme.

Asiento un poco y me vuelvo a remover en la cama, comienza a dolerme un poco el trasero, supongo que gracias a los 8 días que he estado en esta posición.

—¿Quién la cuida?

Apenas logró mencionar con la voz un poco ronca y trago la poca saliva que hay en mi boca.

—Tú madre me ha ayudado con eso. Trata de descansar, yo estaré aquí. Te hará bien.

Sus palabras resuenan en mi cabeza y lleva una de sus manos a esta acariciando esta sutilmente, sin poder evitarlo el sueño se vuelve a apoderar de mí.

Damon

Los últimos días han sido agotadores, de no ser por la madre de Ness no hubiese podido hacer todo. Después de aquel accidente he puesto a todas las personas que conozco a investigar quien lo hizo, sin mucho éxito ya que las cámaras de seguridad al exterior del edificio sólo muestran a un hombre con una capucha jalar a Ness y apuñarla.

Fue difícil verla en tan mal estado después de aquello, recibió mucha sangre, la intervinieron quirúrgicamente para controlar las hemorragias internas y todo eso la llevó a un coma inducido médicamente para controlar la inflamación en su cerebro a raíz del golpe que recibió cuando se cayó al suelo.

Prácticamente vivía en el hospital, había en la habitación una mesa al frente de la cama que la ocupaba para responder correos en mi laptop y estar pendiente de Ness.

Lily ha estado muy inquieta, se había acostumbrado a nuestra casa y ahora estaba con sus abuelos, pero procuraba verla todos los días mientras alguien más estaba con Ness. Esperamos muchos días para que despertará y ahora que lo ha hecho he enviado un mensaje a todos para avisar.

—Señor Jennings, hay alguien en la sala de espera que desea pasar a ver a la señora.

Sacudo la cabeza y sonrió para ponerme de pie caminando hacia el lugar, al llegar veo a un hombre de espaldas preguntando por mi esposa. Suspiro y pongo una mano en su hombro.

—¿Quién es usted?

Cuestiona y el hombre se da vuelta viéndome, dándome cuenta que lleva una placa de policía en su cinturón lo que me hace suspirar.

—Soy el encargado del caso de su esposa. Me han dicho que despertó y tengo que hacerle unas preguntas para el caso.

—Ha despertado sí, pero ha vuelto a dormir, sigue un poco adormilada aún por los medicamentos. Quisiera pedirle que piense en sus preguntas porque mi esposa resultó con una ligera afectación en sus cuerdas vocales gracias al tubo del oxígeno que uso.

—De acuerdo señor Jennings, volveré más tarde con mis preguntas. Cualquier cosa, llámeme.

Extiende una tarjeta hacia mí y la tomo para después volver a la habitación viendo a Ness bebiendo más agua. Sonrió y la enfermera vuelve a dejarnos a solas.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

Si, llevaba días rondando por mi cabeza la pregunta y necesitaba la respuesta, no podía separar más. Ness asiente y hace un gesto con su mano para que siga hablando.

—¿Reconoces a quién te apuñaló? Las cámaras no muestran su rostro, pero el tuyo parece no estar sorprendida.

Ness suspira y niega un par de veces, aunque sé que hay más de lo que ella admite, prefiero no presionarla y terminó por asentir apretando sutilmente su tobillo sin la intención de lastimarla.

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora