Capítulo 19

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Cuando llegamos a la casa de los padres de Damon ellos estaban terminando de organizar la mesa.

—Ness —dice Elena sonriendome al verme y su mirada cambia de rumbo ahora para posicionarse en la bebita en mis brazos. Se acerca a ella y le hace algunos mimos. Lily por su parte, ríe un poco.

—Esta preciosa —me ve y me da un beso en la mejilla—No la conocía pero moría de ansias por hacerlo.

—Damon... —dice su padre saliendo del despacho pero se quedó callado al ver a mi hija. —Que preciosa. ¿Ella es mi nieta?

—Se llama Lily, y si. Es mi hija —dice Damon.

—Ven —se acerca a ella y me la arrebata de los brazos para hacerle algunos mimos.

—Vayamos a comer. —dice Estela y nos dirigimos a la cocina.

********

—Ness... —dice Damon, nos encontrábamos en la mesa del jardín junto a la alberca. —¿Podrías perdonarme?

—Damon... No sólo hablamos del hecho que casi me matas, si no que te revolcaste con ella —digo al recordar la vez que los vi en su oficina.

—Ness...De verdad lo siento, estaba desesperado y no te encontraba.

—No tenías por qué hacerlo. ¿Qué ganas con hacer eso en la oficina? Pudo haber entrado alguien más y no sólo hubieras manchado tu nombre, si no que se regará el cotilleo en toda la empresa. Realmente yo quedaría mal ante todos.

—Lo sé... Debí de buscarte. Además, la cama estaba esperándonos.

—Damon, no pienses en eso. Tu y yo no volveremos a la cama en mucho tiempo. —suspiro y él toma mis manos entre las de él viéndome a los ojos.

—Perdoname por favor —susurra y su pulgar traza pequeños círculos en mi mano—Lo prometo.

—Esta bien. Pero ya te dije Damon. —lo señaló desafiante.

—Bien, ahora cuéntame lo que está pasando con el robo... —susurra.

Asiento y comienzo a decirle mis planes; incluidos mis planes junto a Eiden.

*****

—Necesitamos irnos. Estamos agotados. —dice Damon cargando a Lily, que se encuentra profundamente dormida.

—De acuerdo hijo —dice Estela y me ve—Prometeme que vas a traerme a mi nieta más a seguido.

—Lo prometo, además de que necesitabamos alguien que cuidara a la niña para asistir a la cena de mañana en la noche
.
—No me molesta que duerma aquí.

—Creo que pasaríamos por ella ¿No crees Damon?

—Veremos, ya que hay que considerar la hora en que salgamos de la cena...

—Bueno, de todas maneras gracias —me acercó a Estela y a su esposo para despedirme de ellos antes de salir junto a Damon.

Subimos a su coche ya que ese traía ya la silla para la bebé. Tenía que estar cómoda. Hoy fue un día con emociones muy fuertes. Encontrar a Damon como lo hice es algo que dudo pueda olvidar; el tener a Lily en mis brazos sin duda me levanto el ánimo; la manera en la que Damon tomó mis manos entre las suyas. Ese "cosquilleo" que siento cada que sus ojos hacen contacto con los míos me aterra.

Eso no lo había sentido, me negaba a sentirlo desde hace bastante tiempo. Y fue con la persona que más me lastimó. Tengo que frenarlo, tengo que obligarme a mi misma de no sentirlo con Damon. Es la persona que sin importarle nada lástima a las personas, inclusive si hablamos de los sentimientos.

Mis ojos se cristalizan un poco y automáticamente giro mi vista hacia la ventana, esto tiene que parar. Tengo que parar de hacerme ilusiones en vano, posiblemente él en un par meses se cansé de mi y terminará mandándome lejos.

— ¿Te encuentras bien? —suspiro y limpio discretamente una lágrima que ya se había resbalado por mi mejilla.

—Todo perfecto —el coche se detiene en la casa y abro la puerta rápidamente para seguido bajar a la niña. Estaba cansada de pensar en eso; de pensar en él.

—Iré al despacho. Tengo unos asuntos que resolver del evento de mañana.

—Esta bien, yo iré a acostar a la niña y a la habitación para hablar con mi padre.

El se limita a asentir y con la niña envuelta en la cobija que traigo me dirigo a la habitación de ella.
Supuestamente él me comentó que ya han traído los muebles. E incluso los habían acomodado. Sonrió al verla profundamente dormida en mis brazos. El pensar que ya está conmigo y que podré darle mucho cariño me hace la persona más plena de este país.

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora