Capítulo 35

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Ness

Me sorprendió mucho el hecho de que Damon y su madre llegasen a mi casa juntos, esperaba en que la madre de él llegaría y se llevarían a Lily a pasar la noche con ellos. Pero no, ahora estaban aquí, en el jardín de la casa jugando con mi hija.

Decidí darles espacio porque la simple presencia de Damon me pone nerviosa y no quiero ni deseo volver a caer ante las palabras que diga. Algo que tengo que reconocerle es el amor que tiene a Lily y esa conexión que se ha formado entre ellos.

—Ness, cariño, alguien te está esperando en la sala.

—¿Quién, mamá?

Se encoje de hombros y me deja sola allí, estaba en la puerta que daba al jardín observando la escena de Damon con mi hija. Me dirijo a la sala y al ver el rostro que estaba en el interior me es inevitable sonreír ampliamente.

—¡Massimo!

—Dolcezza

Massimo es un hombre italiano con el que coincidí en el vuelo de ida a México, resulta que también iba a México, pero por negocios. No tenía intenciones de quedarse muchos días en el país, pero terminó haciéndolo y estuvimos juntos al menos un mes, poco más. Las primeras semanas estuve solamente con Lily en ese hotel en donde nos hospedamos, pero apenas terminó sus negocios decidió llamar para preguntar cómo estábamos llevando las vacaciones y nos hizo compañía.

Es un abogado importante, con muchos negocios que maneja y pocas veces se queda en algún lugar. Se fue al menos 3 días antes que nosotras de regreso a Italia; lo importante y que vale la pena resaltar es que a Lily le cayó muy bien y alguna vez le di la dirección de mi casa, pero nunca creí que vendría.

Massimo es alto, pelirrojo, con ojos claros y con un muy buen carácter, su cuerpo está trabajado, pero sin llegar a ser alguien obsesivo por ir al gimnasio.

—No creí que alguna vez te vería aquí. ¿No dijiste que viajas mucho?

—Bueno... Cuando una mujer tan guapa como tú me extiende una invitación tan generosa me es difícil no aceptar. Y aquí estoy, ya sabes, estaba como a miles de kilómetros de aquí. Me quedaba de paso.

—Aunque no lo creas, me alegro mucho el verte aquí. ¿Cuánto tiempo nos honrarás con tu presencia?

—Aún no lo tengo tan claro, pero podríamos hablar de unas semanas, aunque sea.

Sonrío mientras Massimo vuelve a sentarse y lo imito. Pocas veces confiaba con tanta rapidez en una persona después de lo que pasó con Damon y su antecesor. Pero Massimo soportó las noches donde hablé por horas de mi ex esposo que había aprovechado mis sentimientos para conseguir su beneficio. Había dejado incluso el resentimiento que sentía por él en el pasado, conseguí sacar ese coraje que había guardado en un baúl.

—Muero de ganas por ver a la gordita. ¿Dónde está?

—En el jardín, la vino a visitar su padre.

Jamás me consideré alguien mentirosa, pero con Massimo decir la verdad siempre es mucho más sencilla, más natural, ni pensaba en que responder, salía todo sin tapujos.

—¿Y cómo te sientes? Por cierto, debo decir que te ves espectacular.

—Disculpen si interrumpo, pero necesito cambiar a Lily.

La voz de Damon me hace sobresaltar, pero al verlo, noto que si atención está puesta en el hombre que me acompaña.

—Cualquier empleado de la casa te puede decir en donde está su habitación. Pero ya, yo la cambio.

Me pongo de pie y me acerco a él tomando la mano de Lily quien saluda con su manita a Massimo antes de que me la lleve a cambiarle el pañal.


Damon

Estábamos en el jardín jugando con Lily y sentía la mirada de Ness desde la puerta que atravesamos hace unos minutos. Pero en algún momento ella se retira y nos deja solos, algo que me hace sentir mal porque las cosas van a ser más difíciles de lo que esperaba.

—Papá.

El llamar de mi hija me hace volver a disfrutar del momento. Escucharla reír, ver como camina entre el jardín y las pocas veces en las que se tropieza simplemente se pone de pie y continúa caminando.

—Hay una princesa que necesita cambio de pañal, cariño. ¿Será que la cambias tú?

—Iré a buscar donde cambiarla, y buscamos a mamá.

Digo mientras agarro de la mano a la pequeña y caminamos hasta la sala donde observo a Ness platicar con un hombre, sonriendo y con una familiaridad que me parece extraña.

—Disculpen si interrumpo, pero necesito cambiar a Lily.

No puedo dejar de ver a aquel hombre y la forma en la que observa a Ness, haciéndome hervir la sangre y con demasiadas ganas de golpear ese rostro que sonríe como baboso.

—Cualquier empleado de la casa te puede decir en donde está su habitación. Pero ya, yo la cambio.

Y me quedé a solas con aquel hombre que saludó de vuelta a mi hija con un movimiento de mano. Estaba buscando motivos para borrarle esa sonrisa en su rostro por la familiaridad con la que trataba a Ness y a mi hija.

—Damon Wiegand.

—Massimo Rossi.

—¿Y de dónde conoces a mi esposa?

—Lamento resaltarlo, pero ella no es más tu esposa.

No pude evitar apretar mis puños, al darme cuenta que está más que al pendiente de la vida de Ness, aunque aún me quedaba la duda de dónde y cuándo la conoció.

—Eso no es de tu incumbencia, disculpa. Pero sigues sin responder a mi pregunta.

—No, no tengo porque responderte absolutamente nada, porque lo que haga Ness con su vida privada, no es más de tu incumbencia.

—Tienes razón, pero resulta que es la madre de mi hija, así que todas mis preguntas son con el propósito de cuidar el bienestar de mi hija.

—Nadie aquí quiere hacerle daño a esa preciosa niña, no tengas pendiente.

—Resulta que...

Los tacones de Ness interrumpen cualquier frase que vaya a decir. La niña se acerca a aquel hombre.

—¡Imo!

Grita la pequeña mientras Ness llega a mi lado con una sonrisa y cruza sus brazos bajo sus senos sin dejar de ver la escena.

—Princesa.

Ver como abraza a mi hija me hace enfurecer. Por lo que me giro a ver a Ness suspirando largamente para tratar de calmar el enojo en mi interior.

—¿Y él de dónde conoce a Lily?

—Para tu carro, Damon, que a él lo conocimos en las vacaciones y somos amigos simplemente.

Y no me dio oportunidad de cuestionar nada más cuando se había unido a ellos, con una sonrisa en el rostro, haciéndome enfurecer por el hecho de que parece que estoy observando lo que debería ser mi vida, pero con otro hombre ocupando mi lugar, junto a Ness y a mi hija.




¡Hola de nuevo!

Lo prometido es deuda, acá tienen lo prometido. Espero que les guste. 

¡Por cierto! Vine además, con un tercer personaje que va a ser  muy importante. Cuéntenme, ¿Qué team son: Team Damon o Team Massimo?

Nos vemos la próxima semana. 

Si estos capítulos tienen apoyo, les dejaré una sorpresa la próxima semana.

¡Nos leemos!

Tu firma en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora