El Retorno del Rey.

Se descubre la verdad...

¡Estamos de vuelta con El Retorno del Rey!

Un capitulo corto, cierto, pero que espero les guste mucho, mucho.

Los amito, mi gente, bella y guapa.

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El aterrizaje fue incluso peor de lo que Thalía había esperado. Primero cayó ella, luego Annabeth, Teseo, Grover y las cazadoras, uno sobre otro, formando una increíble maraña de cuerpos humanos, que se retorcían intentando ponerse de pie.

-Estamos en el campamento-dijo Annabeth, con un quejido.

Thalía, luego de ponerse de pie, vio que era cierto. Estaban justo en lo alto de la colina, y más allá de ellos, se extendía un amplio valle. Las cabañas proyectaban una larga sombra entorno a la hoguera, que por primera vez desde que Thalía la había visto, relucía en una llama dorada de doce metros.

-¿Q-que paso?-tartamudeo Grover, aun incapaz de creer lo que había visto.

Una de las cazadoras gruño.

-El regreso-espeto-. Eso paso.

Annabeth no parecía reaccionar, noto Thalía. Podía entender la razón, pues a todos se les había enseñado la inefabilidad de los Olímpicos y su inigualable poder. Ver a dos de ellos morir y a una tercera ser derrotada tan fácil debía de sacudir con fuerza todo lo que Annabeth creía saber.

-No tuvo misericordia-murmuro Phoebe-. Cambio. En los viejos días...

-Silencio, Phoebe-replico Zoe, impávida-. No se hablara más del tema. Vayamos con Quiron; debe ser puesto al tanto. Diana, Silvia, vayan a la cabaña, vean si pueden contactar a nuestra señora.

Las dos cazadoras dudaron, pero obedecieron y bajaron la colina con agilidad.

Zoe y Phoebe las siguieron, pero en dirección a la Casa Grande, sin esperar al resto.

Teseo carraspeo, intentando zarandear a Annabeth.

-Llévala a la enfermería-ordeno Thalía, y pudo ver como aquello irrito al chico-. Grover, ve con ellos. Y ni una palabra de esto, hasta que hablemos con Quiron.

Como Zoe y Phoebe, no se quedo a esperar respuesta y bajo corriendo la colina. No quería admitir que tenía miedo, por primera vez en su vida... Hacia años, cuando conoció por primera vez a Perseo, había sabido lo poderoso y peligroso que era, pero lo de aquella noche había sido distinto. Incluso sin ayuda de Helios y Selene, había dado la impresión de poder derrotar a los tres Olímpicos por sí mismo. Era algo salvaje, antiguo, poderoso.

«Se llamó a si mismo rey-recordó Thalía-. Legitimo rey de los dioses y el Olimpo». Thalía no era una hija de Atenea, pero no era tonta. Artemisa había confirmado que aquel ser era su tío, por ende, hermano de Zeus... ¿Perseo había sido rey antes que su padre Zeus? Si así era, ¿Qué había cambiado? Pudo sumar dos más dos y suponerlo. Había sido derrocado por los Olímpicos.

Pero Thalía nunca había escuchado de otro Perseo, además del hijo de Zeus. Y aunque no era la más diligente en sus lecciones, seguro que recordaría a otro rey del Olimpo.

Llego a la Casa Grande y toco la puerta.

Quiron la abrió con gesto sombrio y le hizo un gesto para que entrase rápido. Cerró las puertas, no sin antes revisar a ambos lados, para asegurarse de que no había nadie.

Zoe y Phoebe estaban recostadas contra la pared, de brazos cruzados. Pero el Sr. D no estaba en ninguna parte.

Quiron debió notar la pregunta en su rostro.

-Dionisio fue llamado al Olimpo por Zeus, hace unos momentos-explico. Se veía cansado-. Así pues, él ha regresado... No lo creía posible, como todos, supuse que se había desvanecido. Pero...-se calló-. Mejor, cuéntame que fue lo que paso.