Es un capitulo corto, lo se. Pero con ese final que le di, queria dejarlo asi. Admito que originalmente no planeaba eso, o al menos no de esa forma, pero ahi ta.
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Thalía y Annabeth fueron escoltadas a través de una gran arena de combate, con pisos de piedra. En medio de la arena se gestaba una pelea: un gigante contra un centauro. El centauro parecía aterrado; galopaba alrededor del gigante, con una espada y un escudo, mientras el gigante blandía una jabalina del tamaño de un poste eléctrico. Había muchos asientos por los alrededores. Todos estaban llenos con gigantes, dracaenas, semidioses, Telquines y otras cosas aún más extrañas: demonios con alas de murciélago, y criaturas hibridas entre humanos, aves, reptiles y felinos. Y muertos. Había cientos de esqueletos, cadáveres animados y fantasmas.
Lo más macabro eran todos los cráneos. Había cientos de ellos apilados por toda la arena. Muchos colgaban del techo, como si fuesen candelabros. Había otros tan antiguos que ya se habían convertido en polvo. Otros, sin embargo, se veían más recientes. Grandes estandartes azules y verdes colgaban de las columnas, con el tridente de Poseidón grabado en todos ellos.
Las dos chicas fueron obligadas a avanzar hasta una jaula dorada donde, para su sorpresa, estaban Teseo y Grover.
-¡Annabeth!-grito Teseo, cuando las arrojaron dentro de la jaula-. ¿Este bien? ¿Qué paso?
-¿Qué le pasa a Grover?-pregunto Thalía, al ver a su amigo sentado, con un aspecto de derrota, y lágrimas en los ojos.
Teseo les conto de su encuentro con Pan y Perseo, y de todo lo que allí había ocurrido. Thalía gruño al oírlo. ¿Otro dios del bando de Perseo?
-Después de eso, los niños DiAngelo nos encontraron-Teseo frunció el ceño-. Nos capturaron y nos trajeron aquí. Pero, lo de Pan, la profecía...
-Bueno, creo que otra línea de la profecía se cumplió con nosotras-murmuro Annabeth, sombría. Les conto lo que paso con Hera-. ¿Recuerdan? «La reina del Olimpo corre sola y sin amigos».
-¡Dejaste a Hera en manos de Perseo!-exclamo Teseo. Pero no lucia molesto, ni sonaba recriminatorio. Como Thalía, Teseo no sentía amor por la Reina del Olimpo. Sonaba, más que nada, asombrado.
-Si-replico Thalía, alzando el mentón-. No teníamos más opción. Si nos resistíamos, Perseo nos habría matado. O lo habría hecho Clarisse.
-¿Y quiénes pueden ser estas dos señoritas?-pregunto una voz.
Thalía miro y vio a un gigante de unos seis metros. Tenía un taparrabos y piel rojiza, de un tono profundo. Tenía una cara grotescamente fea, y Thalía sintió el impulso de preguntarle si de alguna manera estaba relacionado con Medusa.
Pero el gigante no la asusto. Lo que la aterro fue el dios tras él. En un trono hecho de huesos y piedras preciosas, estaba Hades, Señor del Inframundo, con una armadura de batalla negra como la noche, y su Yelmo de Oscuridad en la cabeza, una corona de muerte y oscuridad. Al verla, el dios sonrió fríamente.
Sus hijos, Nico y Bianca, lo flaqueaban, de pie e igual de armados.
No dejo que se le notase lo intimidada que estaba. Se acercó a los barrotes e iba a hablar, pero Hades la interrumpió.
-Es Thalía Grace, Anteo. La hija de Zeus, de la que Perseo te comento. La otra, es una criatura de Atenea. Annabeth Chase.
El gigante sonrió, complacido.
-Yo soy Anteo, hijo de la Madre Tierra y el Rey de los Océanos. Gaia y Poseidón. Están aquí para demostrar su valía. Pero tu serás la segunda, hija de Zeus. Quiero ver de lo que es capaz mi hermanito. Traigan al muchacho de Poseidón.
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El Retorno del Rey.
FanfictionLa confianza es una cosa frágil, Perseo la supo siempre. Se necesitan años para construir una confianza firme, y solo una acción para destruirla. Perseo lo sabe. Él lo sabe. Pero ahora, viendo como los puentes de la confianza que el mismo construyo...